El menú del día en Cantabria con buena relación calidad-precio que aspira a conquistar a los turistas en un museo de arte moderno

El restaurante donde comer menú del día en Cantabria por menos de 15 euros: cocido de alubias, paella y platos caseros que conquistanNotición para los más golosos: Santander inaugura su Museo del Chocolate con la tableta más grande de España como gran reclamo

Entre bahías resplandecientes y jardines trazados con precisión, se esconde un comedor donde el menú del día ha dejado de ser rutina para convertirse en ritual. En él, las rabas comparten mantel con gyozas, el pastel de cabracho se sirve con vistas al mar y los comensales disfrutan de mousse de chocolate tras pasear entre obras de arte contemporáneo. Este insólito equilibrio entre lo popular y lo exquisito tiene alma cántabra y una ambición clara: seducir al viajero curioso que busca algo más que una comida frente al mar.

No todos los menús del día incluyen carrilleras ibéricas, arroz meloso de cachón en su tinta y alioli o pulpo con parmentier aromatizado en aceite de pimentón dulce y acompañado de patata asada en plena bahía. Tampoco es habitual disfrutarlos en una terraza frente al mar y dentro de un centro de arte contemporáneo. El Café Centro Botín, ubicado en Santander (Cantabria), ha sabido combinar la oferta cultural del museo con una propuesta gastronómica ideada para quienes buscan algo más que un tentempié entre exposiciones.

Una carta reconocible con sello de autor

Este espacio, gestionado por el Grupo Riojano bajo la dirección de Carlos Crespo, es mucho más que una cafetería de museo. Abierto desde hace cuatro años, y con el chef Manuel Mendoza al frente de la cocina, apuesta por una gastronomía sensata, basada en productos de mercado y guiños reconocibles a la tradición regional y nacional.

La carta propone desde croquetas cremosas de jamón, rabas de calamar o ensaladilla rusa, hasta gyozas de cerdo al teriyaki, en un claro gesto a la fusión. Además, se puede pedir en raciones o medias raciones, lo que facilita el picoteo tanto para turistas como para los santanderinos que repiten visita. Además de las opciones ya mencionadas, el Café Centro Botín amplía su oferta gastronómica con platos que reflejan la fusión entre tradición y creatividad. Entre ellos destacan la falda de cordero relleno de manzana y pasas, los bocartes fritos del Cantábrico con wakame, y verduras de temporada con papada ibérica, una buena elección para los días más calurosos del verano.

Vista del Centro Botín de Santander durante una jornada primaveral (EFE)

Menú del día con vistas y sello local

De martes a viernes, el menú del día —por 21 euros— se ha convertido en un reclamo para quienes desean comer bien, sin estridencias y con vistas al mar. Tres entrantes, un principal y un postre forman una propuesta que cambia a diario, pero mantiene el equilibrio entre lo tradicional y lo estacional. Entre los primeros, pueden encontrarse platos como pisto manchego, cazuela de alubias rojas con chorizo y morcilla o crema de queso fresco con vinagreta de mostaza.

Los platos principales varían entre merluza asada con patata panadera, carrilleras al vino tinto con boniato o arroz meloso. El remate dulce se reserva para clásicos reformulados como tarta de limón con merengue suizo o profiteroles rellenos de nata y bañados en chocolate.

Aperitivos, brunch y menús temáticos

Más allá de la comida, el Café Centro Botín ofrece formatos que refuerzan el carácter lúdico del espacio. Presentando la entrada a las exposiciones, los visitantes pueden acceder a aperitivos o meriendas por 4 euros, así como a un brunch exclusivo los fines de semana por 18 euros, compuesto por bebida caliente, zumo, yogur con granola, un dulce y una opción salada como tostada de jamón ibérico o pincho de tortilla.

Además, el restaurante impulsa iniciativas como los menús temáticos vinculados a las exposiciones temporales del museo. Durante la muestra de Máscara y Compás de Maruja Mallo, por ejemplo, diseñaron una cena inspirada en las obras expuestas, tras una visita privada con el centro cerrado al público. Otra de las citas tuvo lugar en enero de 2025, con una propuesta basada en la exposición Shimabuku: pulpo, cítrico, humano, la primera muestra en España del artista japonés Shimabuku. La velada incluyó una visita guiada a puerta cerrada y un menú diseñado para reflejar la esencia de las obras, con platos como carpaccio de pulpo con emulsión cítrica, fish and chips de merluza con alioli y cremoso de limón.

Un lugar pensado para detener el tiempo

La ubicación, en pleno Muelle de Albareda, con vistas a los Jardines de Pereda y a la bahía, refuerza la experiencia de quienes se acercan al Centro Botín. Con una capacidad de 70 comensales en sala y una terraza con una veintena de mesas, el café funciona de 10 a 21 horas, sin cerrar ningún día en verano, con servicio de cocina entre las 12:30 y las 16:00 h.

"No mirar el reloj" es una de las máximas no escritas del lugar, que con una bodega de 40 referencias y café Dromedario, suma puntos para consolidarse como uno de los rincones más recomendables de la capital cántabra para quien busca cultura y buena mesa en un mismo sitio. Con una cocina que combina acierto, identidad y sencillez, el Café Centro Botín se ha convertido en algo más que una parada gastronómica: es parte del recorrido cultural. Desde el primer café hasta el último postre, este espacio invita a disfrutar sin prisa de lo que Santander ofrece cuando el arte y el buen comer se dan la mano frente al mar.

Datos de interés

Ubicación: Muelle de Albareda, junto al Centro Botín, Santander (Cantabria).Horario: Abierto todos los días de verano, de 10:00 a 21:00 h.Servicio de cocina: de 12:30 a 16:00 h.Menú del día: De martes a viernes, por 21 €.Brunch: De martes a domingo, de 11:30 a 13:00 h, por 18 €, con reserva previa (24 h).Bodega: Unas 40 referencias.Teléfono de reservas: 942 04 71 50.Dirección gastronómica: Carlos Crespo (Grupo Riojano).Jefe de cocina: Manuel Mendoza.Equipo de sala: Verónica Canel y Kiowa Arcas.

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