Planes de fin de semana: un viaje fotográfico a través de Europa, dos comediantes y dinosaurios en acción


         Planes de fin de semana: un viaje fotográfico a través de Europa, dos comediantes y dinosaurios en acción

Miguel Mihura y Fernán-Gómez, fotografías de los años sesenta, Piano City Madrid, Jurassic World The Experience, humor desde Colombia y la pintura de Juan Navarro Baldeweg

Mihura y Fernán-Gómez se suben al escenario

Dos grandes hombres de teatro recobran vida estos días en Madrid y se suben al escenario como protagonistas de sendas obras en las que nos confían sus anhelos y pensamientos. Miguel Mihura (1905-1977) y Fernando Fernán-Gómez (1921-2007), ambos autores teatrales, comediógrafos o cómicos, agudos escritores, encarnados respectivamente por Rulo Pardo y Nancho Novo en dos recreaciones notables y necesarias.

La aventura de la palabra, en el Teatro Fernán Gómez

Fernando Fernán-Gómez leyó su discurso de ingreso a la Real Academia Española el 30 de enero de 2000, en un acto solemne tras el cual, aquejado de una grave enfermedad, tuvo que ser trasladado directamente al hospital vestido de frac. La aventura de la palabra, así se titula la obra en cuestión, es una fantasía que parte precisamente de ese discurso, o más bien de los desvelos que una presentación ante semejante audiencia produjo en Fernán-Gómez, consciente de la responsabilidad de ese reto, angustiado por encontrar el modo de expresión que avalara la llegada de un comediante al sanctasanctórum de los filólogos.

Aquel ejemplar texto trazaba un recorrido histórico sobre el modo en que la palabra ha sido empleada en teatro y otros espectáculos, y las perturbaciones que los avances técnicos produjeron en ella durante el siglo XX, fundamentalmente el telégrafo, la radio y la televisión. Quién sabe qué habría concluido Fernán-Gómez en la actualidad, viendo los atropellos en chats de wasap y tuits a discreción.

A partir de aquel material tan académico, Raúl Losánez firma una viva dramaturgia donde Fernán-Gómez dialoga con un personaje que simboliza la propia palabra, el verbo que con tanto ahínco y cierta inseguridad buscó siempre el escritor. "Me preocupa no encontrarte", afirma entre trago y trago de whisky ‘Nancho Novo Fernán-Gómez’ -si se me permite la licencia- frente al teclado. El actor gallego realiza una portentosa aproximación al homenajeado, llena de humanidad y sabiduría, partiendo de un parecido físico que siempre le han advertido unos y otros a lo largo de su vida.

Marta Poveda aparece al auxilio del escritor como ansiada palabra, para entablar un diálogo de mucha enjundia, finamente trenzado, donde se repasan los elementos fundamentales del discurso, muchos de ellos reflexiones de peso. Junto a Nancho Novo, establecen un juego dialéctico bajo el que late cierto aire de flirteo, al que siempre fue aficionado el maestro Fernando, apuntado por el rojo de ese top lencero, bajo el inmaculado traje blanco que viste Marta. Palabra seductora.

Juan Carlos Pérez de la Fuente dirige esta búsqueda aportando una mirada lúdica, repleta de recursos y apuntes escenográficos, siempre ágil, sin darnos tregua. Aprovecha radicalmente el escueto espacio de la sala Jardiel Poncela para sugerir el acercamiento mutuo entre la imaginación y el gesto, entre el escritor y su texto, dibujando diagonales y proponiendo un último baile que simboliza la deseada conjunción. Preciosa dirección en este liviano montaje cargado de espesura intelectual, resuelto en apenas setenta y cinco minutos, en un espacio blanco poblado de elementos en desequilibrio, representación quizás de la mente del propio Fernán-Gómez. Un merecido homenaje a quien da nombre a la casa que ahora y siempre habitará.

  • Hasta el 22 de junio | Teatro Fernán Gómez | Desde 14€ | 75 min.

Mihura, el último comediógrafo, en Nave10 Matadero

De la Plaza de Colón al Matadero -parece el deseo oculto de algún extremista-, pasamos para disfrutar de una maravillosa recreación de la vida de Miguel Mihura, escrita con gran acierto por Adrián Perea. Mihura, el último comediógrafo es un maravilloso y divertido mecanismo escénico que nos acerca a los antiguos camerinos, el teatro por horas, las revistas de humor y el mundo del cine, de la mano de un autor que tuvo el inmenso acierto de parir una de las joyas más asombrosas de nuestra literatura teatral, con un humor de inteligencia superlativa: Tres sombreros de copa.

De la mano de actores tan chispeantes como Kevin de la Rosa, que siempre consigue atraer nuestras miradas con sus electrizantes interpretaciones, y del acercamiento tan humano de David Castillo al joven Mihura, la narración progresa sin obstáculos. Ambos protagonizan algún diálogo tronchante...

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