
Los ataques informáticos son cada vez más frecuentes, y dado que ninguna empresa está libre de sufrirlo, se recomienda contratar un seguro apropiado para ello.
Las filtraciones de datos les cuestan a las organizaciones miles de millones en pérdidas con carácter anual, pues los ataques informáticos están a la orden del día y ninguna empresa, por muy pequeña que esta sea, está libre de sufrir alguno. Es por ello por lo que contratar una póliza de seguros que proteja frente a este tipo de circunstancias se antoja imprescindible, ya que ayudan tanto a prevenir el impacto de estas amenazas como para paliar sus efectos una vez que se han producido.
Es por este motivo por lo que cada vez son más las empresas que apuestan por la contratación de un ciberseguro, también conocido como seguros de ciberriesgo. Estos protegen a las compañías de las consecuencias de los ciberataques, lo que mitiga la exposición y compensa económicamente en la recuperación del sistema una vez que haya tenido lugar una vulneración de seguridad.
Los ciberseguros permiten salvaguardar la información empresarial frente a posibles ataques que puedan modificarla, eliminarla, dejarla inaccesible o incluso difundirla sin ningún tipo de consentimiento. Todo ello afecta al normal funcionamiento de la empresa, que se expone al mismo tiempo a enormes pérdidas reputacionales y económicas, además de a demandas de clientes, empleados, proveedores…
Se trata, por lo tanto, de un tipo de póliza que aporta tranquilidad a los negocios y que, por tanto, es muy recomendable para cualquier empresa. Hay que tener en cuenta que el 70% de los ataques informáticos los sufren las pequeñas y medianas empresas, con un coste medio de 67.000 euros para restablecer la actividad empresarial tras el ciberataque.
Es por ello por lo que se trata de un seguro pensado para todo tipo de empresas que gestionen datos, independientemente de su sector y tamaño, pues todas se encuentran expuestas a este tipo de amenazas al utilizar sus diferentes tecnologías, emplear medios de pago digitales o compartir datos con proveedores y clientes, entre otros.
Coberturas y precios de los ciberseguros
Entre las principales coberturas de un ciberseguro se encuentran:
- Daños, pérdidas, robos o daños en equipos informáticos, propiedad intelectual o información, así como costes de reparación del sistema del control de acceso, reparación y restauración de datos borrados, etcétera.
- Responsabilidad civil frente a los daños y perjuicios ocasionados a terceros como consecuencia de un ciberataque.
- Interrupción en los negocios, cubriendo las pérdidas de beneficios y el incremento de los gastos derivados del ataque informático recibido.
- Delitos cibernéticos como suplantaciones de identidad, fraude electrónico, estafas de phishing o extorsión cibernética.
- Defensa jurídica, incluyendo los gastos relacionados con procedimientos judiciales, legales o de mediación, así como los honorarios de asistencia jurídica y de defensa.
- Gastos de gestión, reacción y comunicación, ofreciendo cobertura para los datos alojados en la nube, daños de reputación, gastos de planes de contingencia con proveedores, etcétera.
Una vez conocidas sus coberturas, hay que tener en cuenta que el coste de un ciberseguro es muy variable, ya que cada empresa, en función de sus dimensiones y actividad, tiene un conjunto de riesgos y preferencias de cobertura. Es por ello por lo que las aseguradoras se adaptan a estas características y valoran diferentes factores que influyen de forma directa en el coste final.
Al igual que sucede con cualquier seguro general, lo que haya sucedido en el pasado en la empresa se tiene en consideración, de forma que, si una organización ha sufrido un ciberataque con anterioridad, las primeras serán superiores a las de una que no lo haya sufrido.