Se propuso una intervención de conservación y mantenimiento que al final ha sido una restauración fallida.
No alcanza las dimensiones (desastre) del caso del Ecce Homo de Borja, pero afecta (duele) a muchas más personas. Se trata de la intervención de conservación y mantenimiento realizada a María Santísima de la Esperanza Macarena. Miles de sevillanos andan estos días con el corazón dolorido por lo que han hecho con una imagen que para ellos es cien veces sagrada.
La Virgen de la Macarena es para muchos sevillanos el centro del mundo o al menos de su ciudad. Desde hace días, la imagen muestra un semblante diferente al de siempre. Donde antes mostraba unos ojos doloridos, pero grandes y abiertos, ahora queda una mirada triste y, sobre todo, cansada. Ha quedado "irreconocible" aseguran los devotos que se reunen estos días frente a su basílica para pedir la dimisión de la junta de gobierno de la hermandad, que tiene 17.000 hermanos.
La Junta de Gobierno de la Hermandad de la Macarena ha emitido un comunicado en el que pide perdón a todos los hermanos y devotos por el "daño moral y devocional" que hayan podido causarles con la fallida restauración de la obra. El Mayordomo y el Prioste de Nuestra Señora de la Esperanza han presentado su dimisión.
Todo comenzó en mayo de 2024. La Hermandad de la Macarena encargó al profesor Francisco Arquillo Torres un estudio sobre el estado de sus imágenes. En el Informe sobre el estado de conservación de la Imágenes Titulares de la Hermandad de la Macarena indicaba las acciones necesarias para su mantenimiento. Pero el trabajo posterior no parece haber sido exactamente profesional.
¿Mantenimiento o restauración?
Arquillo es ahora mismo una de las personas más impopulares de la ciudad hispalense. Este catedrático jubilado del Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla acotó "en un máximo de cuatro días" la duración de los trabajos para "acometer las acciones necesarias para su mantenimiento". Es lo que se lee en el contrato firmado en junio con esa Universidad.
Entre la decena de acciones que, según Arquillo, había que llevar a cabo sobre la "piel" de la Macarena estaban: revisión de las pestañas y las lágrimas; eliminación de la mancha clara del lagrimal del ojo izquierdo; limpieza superficial de la cabeza y las manos; protección superficial de la policromía; y revisión de la protección de piel en cabeza, muñecas y busto.
Lo que hoy observan los expertos es que aquello no era una labor de mantenimiento sino una restauración. Siendo así, debería haber incluido un diagnóstico previo, las autorizaciones de Patrimonio y del Arzobispado, y la formación de una comisión técnica de profesionales para supervisar el proceso. Es decir, si mal parece haber estado Arquillo, mal ha estado la junta de la corporación, que sigue hablado de "intervención de conservación y mantenimiento".
Y eso que Arquillo tiene clara la diferencia. "La conservación permite neutralizar un problema sin adulterar la obra. En cambio, la restauración ya implica intervenir, añadir, pero siempre respetando la autenticidad", declaró hace unos años en un programa de Canal Sur.
"Persona de reconocido prestigio"
Francisco Arquillo Torres es un "referente contemporáneo de la conservación y restauración de obras de arte en España". Eso dice, así se titula, la tesis doctoral que Aránzazu Nava Arquillo leyó en 2016. Arquillo, efectivamente. El director de la tesis fue David Arquillo Avilés. Sí, Arquillo otra vez.
"Persona de reconocido prestigio en este campo a niveles nacional e internacional, ha realizado trabajos de restauración en obras de gran nivel histórico y artístico, aplicando criterios respetuosos con la autenticidad, empleando las tecnologías y técnicas científicas más avanzadas, siendo además autor de numerosas publicaciones", se lee en el resumen de la tesis. Y e... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}