Naciones Unidas pide afrontar la crisis de fecundidad ayudando a las personas a formar la familia que desean.
España figura entre los doce países del mundo con menor tasa de fecundidad en 2025, según el estudio 'La verdadera crisis de fecundidad', con el que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) aborda por primera vez el "hundimiento demográfico" en el mundo y en el que propone a los países cambiar el enfoque natalista actual, basado en políticas natalistas "coercitivas", por otro orientado a ayudar a que las personas tengan los hijos que desean.
El informe del estado de la población de 2025, presentado este martes en Madrid, cifra la tasa de fecundidad de España en 1,2 hijos por mujer en edad fértil, lo que sitúa al país en el vagón de cola de la natalidad junto con Italia, Lituania, Bielorrusia, Japón y Tailandia y solo por delante de Chile y Malta (1,1), China, Ucrania, Singapur (1) y Corea (0,8).
La UNFPA —organismo de las Naciones Unidas que promueve embarazos deseados y partos seguros— ha recordado que la tasa de reemplazo generacional está situada en 2,1 hijos por mujer, en un mundo en el que hay 8.232 millones de personas y que alcanzará este siglo los 10.000 millones, principalmente debido a que en algunos países africanos, "el motor del crecimiento poblacional" (Angola, Chad, Malí, Níger, República Centroafricana, RDC y Somalia) se mantienen tasas de fecundidad por encima de 5 hijos por mujer.
"Tenemos una crisis muy real entre manos, que exige actuar sin tiempo que perder con medidas que no coinciden con las que están vigentes"
El experto en salud sexual y reproductiva de la UNFPA, Luis Mora, ha recordado durante la presentación del informe que desde 1950 se ha triplicado la población mundial, pero al mismo tiempo la tasa de fecundidad global ha bajado de 5 a 2,25. "Esta coyuntura histórica no se había vivido nunca antes", ha reflexionado, "una de cada cuatro personas vive en sociedades caracterizadas por envejecimiento de la población, cada vez menos niñas, niños y jóvenes y menor mano de obra".
El estudio, sin embargo, alerta del alarmismo actual que dibuja "un mundo a la deriva por la disminución de la fecundidad con advertencias sobre la quiebra de los sistemas de pensiones, la merma de las poblaciones autóctonas o los movimientos migratorios". En su lugar, UNFPA recuerda que hay millones de personas en el mundo "incapaces de cumplir los objetivos personales de fecundidad" y propone incorporar medidas orientadas a eliminar las trabas que alejan a las personas de conseguir formar la familia deseada.
El reto de tener dos hijos
El informe, basado en una encuesta realizada a 14.000 personas de 14 países representativos de todo el planeta, revela que la mayor parte de la población desearía tener dos hijos. Sin embargo, el 18% de personas en edad de procrear tiene la impresión de que alcanzarlo será "imposible".
Cuando se preguntó a los mayores de 50 años, con una vida reproductiva completada, uno de cada tres (31%) dijo haber tenido menos hijos de los que habría querido y el 12%, más de los que hubiera deseado. El 38% afirmó haber tenido el número ideal (2) y el resto no contestó.
El estudio también desvela que una de cada tres personas (o sus parejas) ha tenido en su vida un embarazo no intencional (32%). Uno de cada cuatro ha vivido una época en la que deseaba tener un hijo pero no pudo completar esa aspiración. Y, de esos, el 40% dijo haber tenido que renunciar al deseo de hijos. Al menos el 13% había tenido tanto un embarazo no intencional como problemas para tener un hijo deseado.
Trabas económicas y sociales
El informe ha indagado en las causas por las que no se tienen los hijos deseados. De las respuestas de los entrevistados se deduce que el obstáculo principal son las "restricciones económicas" (39%), la precariedad (21%) y las dificultades de acceso a la vivienda (19%). En segundo lugar, tras el coste de la vida, esgrimen la inquietud sobre el futuro, "citando el miedo a guerras, pandemias y al cambio climático" (19%), motivo por el que no se tiene hijos o se tienen menos de los que se quisiera. Además, influyen otras cuestiones personales, como la ausencia de pareja adecuada en el momento adecuado y la falta de corresponsabilidad en el reparto de las tareas del hogar.
Los autores del informe critican que socialmente se culpe del retroceso de la fecundidad a la voluntad de las mujeres. Dicen que este enfoque es "un error garrafal" debido a que los hombres también desempeñan una función indispensable en la reproducción. También tildan de "ineficaces" políticas recientes como