Muchas veces no podemos dormir, y esto se puede deber a discusiones de pareja que no han sido resueltas.
En una rutina diaria llena de estrés, prisas y obligaciones, las parejas españolas a menudo llegan a la noche con las emociones a flor de piel. Pero, ¿y si el secreto para una relación más sana fuera tan simple como aprender a terminar el día en calma, sin discusiones pendientes? Esta idea, respaldada incluso por el antiguo Pontífice, nos recuerda que la armonía antes de dormir no solo es un gesto de amor, sino también una herramienta poderosa para fortalecer los vínculos de pareja. Sabemos que las relaciones no siempre son fáciles: entre el trabajo, el cuidado de los hijos, las tareas del hogar..., se pueden debilitar. Aunque hay un lema que siempre debemos tener presente para evitarlo o reducirlo.
El recientemente fallecido Papa Francisco fue claro al respecto durante una audiencia con parejas recién casadas en 2023 en Roma. Tal y como expresó "les aconsejo siempre a las parejas: peléense todo lo que quieran, con tal de que hagan las paces antes de que termine el día, porque la guerra fría del día siguiente es peligrosa". Con estas palabras, puso el foco en el daño silencioso que puedes causar los rencores no resueltos a la hora de dormir, algo que se vio reflejado en un estudio publicado en Natura Communications.
¿Por qué no es bueno dormir enfadado con tu pareja?
Cuando una discusión queda sin resolver al final del día, nuestro cerebro no desconecta del conflicto, incluso aunque nos durmamos. Lo cierto es que una pelea con tu pareja antes de dormir puede afectar a la calidad del sueño, -algo que también es frecuente en la menopausia-, entre otras cosas, así lo demostró un estudio publicado en 2016. De esta manera, llegaron a la conclusión de que el cerebro puede consolidar experiencias emocionalmente intensas, -como el enfado o la ira-, en patrones duraderos, mientras que el proceso normal de olvidar o regular esas emociones puede verse obstaculizado.
Los investigadores querían probar cómo suprimían sus sentimientos 73 estudiantes. Para ello, siguieron un proceso que se basaba en asociar caras con expresiones neutrales con imágenes inquietantes, (como personas heridas o niños llorando). La segunda prueba consistió en volver a ver las caras o pensar en la imagen con la que habían asociado, o simplemente evitar pensar en ellas. Se llevaron a cabo dos repeticiones, una a los 30 minutos y otra pasadas 24 horas. Los resultados mostraron que cuando solo había pasado media hora, los participantes borraron las imágenes negativas con mayor facilidad.
Sin embargo, al cabo de 24 horas, les resultaba más difícil. Lo que ocurre según los escáneres cerebrales, es que cuando pasan 30 minutos hay más actividad en la zona del hipocampo, -que es el centro de la memoria del cerebro-, pero cuando han pasado 24 horas, la zona más activa se había distribuido por la corteza cerebral. Todo esto desveló que mientras los participantes dormían, estos recuerdos se habían asentado en su cerebro y se habían consolidado. Por lo tanto, ya sea con tu pareja, amigo o familiar, lo mejor es esperar a que se pase el enfado para posteriormente ir a dormir.
¿Cómo puedo gestionar el enfado con mi pareja?
Si alguna vez has pensado en cómo poner fin a las discusiones con tu pareja, estás equivocada, porque las discusiones o enfados son inevitables, así lo ha asegurado en su perfil de Instagram @anapazoslifecoach. Pero esto no quiere decir que las tengamos que normalizar, sino que tenemos que aprender a manejarlas. La forma en la que gestionamos las peleas o desencuentros en una relación puede "marcar la diferencia entre fortalecer nuestra conexión o debilitarla". Algunos consejos que comparte la experta para tener una discusión limpia son:
- Habla desde la calma y la claridad: el enojo y la rabia pueden nublar nuestro juicio y llevarnos a decir cosas de las que luego nos arrepentimos. Tómate un momento para calmarte antes de expresar tus sentimientos.
- Evita caer en juegos de poder: las discusiones no son una competencia para ver quién gana o quién tiene la razón. En lugar de buscar el control o imponer tu punto de vista, enfócate en encontrar soluciones y llegar a un entendimiento mutuo.
- Practica la empatía y la comprensión: recuerda que la persona que tienes enfrente es alguien a quien amas y elegiste compartir tu vida. Trata de ver las cosas desde su perspectiva y práctica la empatía para entender sus sentimientos y preocupaciones.
- Comunica tus necesidades de manera asertiva: expresa tus emociones y necesidades de manera clara y respetuosa, sin cul...