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Descubre la azotea más canalla de Madrid que triunfa en un conocido centro comercial: con arena de playa, cócteles y música en directoEl espectacular mirador de Madrid que debes visitar en verano sí o sí: sorprende por sus vistas y su cine al aire libre
El mejor parque de Madrid para hacer pícnic en verano no aparece en las guías turísticas más populares, pero ofrece sombra, frescor y tranquilidad como pocos rincones de la capital. Se trata de un espacio con historia, cascadas, estanques y vegetación centenaria. Más allá del Retiro o la Casa de Campo, este rincón se convierte en un codiciado refugio climático durante los meses de verano.
Una joya escondida en el corazón de Madrid
Con una extensión de más de trece hectáreas, la Quinta de la Fuente del Berro, situada en el barrio de Salamanca, es un lugar que sorprende por su serenidad. Pese a estar a apenas unos minutos de la M-30 y rodeado de edificios, este jardín de origen real ofrece una atmósfera silenciosa, salpicada por el canto de los pájaros, los pavos reales sueltos y el murmullo del agua cayendo por su cascada. Muchos lo consideran el rincón más agradable de Madrid para disfrutar de un pícnic a la sombra sin renunciar al frescor.
Su nombre se debe a una fuente de aguas limpias que fue protegida y utilizada por la monarquía. El parque fue adquirido por Felipe IV en 1630, y aunque después pasó por múltiples manos, mantuvo siempre su carácter de finca de recreo. Desde entonces, ha albergado desde veladas aristocráticas hasta un antiguo parque de atracciones. Hoy, sigue siendo ese oasis que buscaban los nobles para escapar del calor.
Una cascada, un lago y senderos bajo la arboleda
La llamada "cascada de Pocahontas", como la apodan algunos visitantes, es uno de los puntos más fotogénicos del parque. Según cuenta la creadora de contenido @derutapormadrid en TikTok, su nombre popular se debe tanto a la historia de la india americana que "descubrió Europa", como a la forma del agua al caer, que recuerda a su larga melena. Aunque permaneció seca durante décadas, fue restaurada y hoy vuelve a ofrecer una estampa bucólica, acompañada por el sonido del agua y la sombra de los árboles centenarios. Está flanqueada por dos escaleras de piedra y culmina en una glorieta que ofrece una visión panorámica del conjunto. A sus pies, un estanque con patos, canales de agua y bancos entre arbustos completan el escenario ideal para extender una toalla y disfrutar de la merienda.
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Aunque se encuentra en el corazón de la capital, su trazado irregular, sus desniveles y su frondosa arboleda lo aíslan del tráfico y del bullicio urbano. Junto a la cascada, se extiende un entramado de caminos que atraviesa praderas, cuestas y zonas ajardinadas con árboles de gran porte como castaños de Indias, cedros del Líbano o magnolios, que garantizan sombra incluso en las horas más cálidas. Un entorno que se conserva fresco incluso en los días más sofocantes del verano madrileño.
Un parque con historia, arte y arquitectura
El parque conserva además vestigios de su pasado palaciego, como el palacete que hoy funciona como centro cultural, o la Casa del Reloj, antiguo pabellón de los guardianes. Ambas construcciones, de estilo neomudéjar, aportan un aire romántico al paseo. Entre los senderos también pueden encontrarse estatuas dedicadas a poetas como Gustavo Adolfo Bécquer y Alexander Pushkin.
Con sus más de trece hectáreas, la Quinta de la Fuente del Berro ofrece seis entradas diferentes, entre ellas la de la calle del Alcalde Sainz de Baranda, 94. Abre todos los días de 6:30 a 22:00 y es accesible en metro (línea 6, estación de O'Donnell) o en varias líneas de autobús (2, 56, 71, 141, 15 y 28). Por su tranquilidad, frescura y belleza, se ha consolidado como uno de los mejores parques para hacer pícnic en Madrid sin sufrir el calor veraniego. Una joya que combina naturaleza, historia y arte en un entorno sorprendente y poco conocido.
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