
Cuatro locales de la capital han sido clausurados cautelarmente y hay cinco personas detenidas.
La Guardia Civil ha desarticulado una organización criminal que introducía en la cadena alimentaria carne de ganado ovino y caprino sin controles sanitarios a través de mataderos clandestinos y distribuía el producto tanto a restaurantes como a domicilios particulares en la Comunidad de Madrid. La operación, desarrollada en la capital madrileña, Toledo y Ávila, se ha saldado con cinco personas detenidas y otras 12 investigadas por delitos contra la salud pública, maltrato animal, falsedad documental, pertenencia a grupo criminal y blanqueo de capitales, según ha informado este lunes el Instituto Armado.
En el marco de la operación, denominada 'Pox', los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) han inspeccionado nueve restaurantes, cuatro de los cuales han sido clausurados cautelarmente. También se han realizado cuatro entradas en domicilios y tres en explotaciones ganaderas y mataderos, donde se han intervenido 10.000 euros en efectivo, documentación falsificada, dispositivos electrónicos y material veterinario, así como instrumental utilizado para el sacrificio de los animales.
Más de 350 animales sacrificados por su mal estado
Las autoridades han detectado que el principal cabecilla de la red gestionaba una explotación ganadera no registrada en Toledo, desde donde se trasladaban animales recogidos en explotaciones tanto legales como ilegales a un matadero clandestino en San Fernando de Henares. Para tratar de ocultar esta actividad ilícita, utilizaban documentación falsificada con el fin de simular que los traslados eran legales.
En este lugar, los animales eran sacrificados sin autorización, en condiciones higiénico-sanitarias muy deficientes y sin respetar la normativa de bienestar animal.
Además, otra parte del ganado era llevada a un matadero autorizado de Ávila, donde se mezclaba la actividad legal con la ilegal para dar salida a la carne sin control sanitario alguno. En total, más de 350 animales han tenido que ser sacrificados tras encontrarse en condiciones severas de inanición o con enfermedades y malformaciones irreversibles.
A la venta en restaurantes de Madrid
Parte de la carne procedente de estos sacrificios ilegales era distribuida a través de canales no autorizados. Uno de los detenidos participaba en el sacrificio de los animales y posteriormente distribuía la carne a nueve restaurantes en la provincia de Madrid, los cuales la incluían en sus cartas e incluso ofrecían su reparto a domicilio.
Asimismo, se ha constatado que varios de los investigados recogían de forma habitual carne en los mataderos clandestinos para distribuirla entre particulares en diferentes localidades madrileñas, sin ningún tipo de control ni trazabilidad.
La investigación ha determinado que la actividad delictiva se desarrollaba dentro de una estructura criminal organizada, compuesta por varios escalones jerárquicos, en los que cada integrante desempeñaba un rol específico. Esta coordinación permitía sortear los controles de las autoridades y multiplicar los beneficios económicos de su actividad ilegal.
La Guardia Civil ha recordado que los movimientos ilegales de ganado ovino y caprino al margen de la legalidad representan un alto riesgo para la propagación de enfermedades como la viruela ovina-caprina, contraviniendo las medidas de cuarentena y provocando pérdidas millonarias en el sector ganadero.