¿Por qué este es uno de los grados preferidos que se cursan en toda España?


         ¿Por qué este es uno de los grados preferidos que se cursan en toda España?

La abogacía y la notaría son de las salidas más populares asociadas al Derecho, junto a la fiscalía y la judicatura.

Elegir qué estudios realizar puede llegar a ser una de las decisiones más difíciles para los jóvenes, que saben que será determinante para su futuro. Más allá de la vocación, hay otros factores como el nivel de empleabilidad o el sueldo, que les hacen decantarse por una opción u otra. El Derecho siempre ha sido una de las opciones por excelencia, pues hasta celebridades de la talla de Julio Iglesias, Kim Kardashian y Andrea Bocelli lo han estudiado.

En 2024, Derecho, junto a los grados relacionados con los negocios y la administración, aglutinó al 19,3% de los titulados en España, según un informe de la fundación CYD. Sin embargo, a pesar de ser una carrera tan demandada, los varemos para acceder a ella no son demasiado elevados.

La nota de corte más alta en el curso 2024-2025 fue de un 13,554 para estudiar el Doble Grado en Relaciones Internacionales y Derecho en la Universidad Pablo de Olavide. Sin embargo, para entrar a un grado simple basta con sacar un cinco. Además, en España se ofrecen un total de 348 grados de derecho (181 públicos y 167 privados), según el portal Notasdecorte.es.

Un futuro prometedor

Encontrar un empleo después de formarse es una de las principales preocupaciones de los estudiantes. Por eso, no es de extrañar que muchos de ellos elijan Derecho, ya que la inserción laboral de quienes estudian esta carrera fue del 78,7% en el último año, según datos del INE.

Además, aunque los salarios pueden llegar a ser muy diferentes dependiendo de la especialización, suelen ser otro de los reclamos para estudiar derecho. El salario medio de un abogado en España es de 2.456 euros brutos al mes, aunque si acaba de empezar puede ser algo menor y situarse en los 1.961 euros. Por el contrario, los más experimentados, pueden llegar a superar los 4.173 euros brutos mensuales, según el portal de búsqueda de empleo Indeed.

Salidas profesionales

Después de terminar la formación, llega el momento de elegir la rama del derecho en la que enfocar la carrera profesional. La más común es la abogacía: muchos estudiantes cursan este grado pensando en defender a sus clientes en juicios y vistas.

La notaría es otra de las grandes salidas asociadas del Derecho. Quienes la trabajan se encargan de validar documentos legales y oficiales, de revisar información jurídica, y de tramitar escrituras públicas y privadas.

La fiscalía y la judicatura también son especialmente populares entre los estudiantes, pues serlo significa formar parte del cuerpo de funcionariado del Ministerio de Justicia. Los fiscales se encargan de defender los intereses públicos de seguridad en un juicio y los jueces se encargan de evaluar la información que aporta la acusación, la defensa y la fiscalía para emitir un veredicto.

Otros estudiantes prefieren la rama corporativa y se convierten en asesores jurídicos y legales, un puesto realmente atractivo por su capacidad de adaptarse a cualquier sector, pues este servicio es imprescindible en cualquier empresa. El asesor jurídico se encarga de asegurar que las compañías actúan dentro del marco legal.

En menor medida, también hay estudiantes de Derecho que ocupan espacios en el mundo de la comunicación o departamentos de recursos humanos. Ser profesor de universidad es otra de las salidas para los graduados en Derecho.

Ser juez o fiscal

Los que eligen ser jueces y fiscales, toman uno de los caminos más complicados al terminar su formación. Para poder ejercer, los estudiantes de Derecho deben someterse a una de las oposiciones más exigentes que hay en España.

La primera fase consiste en la realización de pruebas teóricas donde se evalúa el conocimiento de los aspirantes en Derecho Constitucional, Derecho Penal, Derecho Procesal Penal, Derecho Civil, Derecho Administrativo, entre otros. En la segunda fase, los candidatos deberán pasar una prueba oral, donde exponen temas jurídicos ante un tribunal que les evalúa.

Superadas estas dos pruebas, deben realizar un curso teórico-práctico en el Centro de Estudios Jurídicos, donde los jueces reciben formación práctica. Con esta fase superada, empiezan un periodo de prácticas supervisadas en los juzgados y tribunales.

Si el candidato logra completar todas estas pruebas de manera exitosa, obtiene el título de juez o fiscal con el correspondiente juramento y empezará a ejercer sus funciones. Un proceso que empezó años atrás con una elección de grado que termina con el inicio de una carrera profesional.

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