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La exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha vuelto a poner a los mandos del barco de los comunes para pilotar la nave de cara a las elecciones municipales de 2027, unos comicios considerados cruciales en la agenda del partido hermano de sumar en Catalunya. Desde este mes, Colau ejerce como presidenta de la Fundación Sentido Común, en la que ha puesto a un equipo de su confianza (aún repartiendo juego con sus socios execosocialistas de ICV) y con el que prepara el bombardeo ideológico de cara a las municipales.
Tras una etapa en Italia para recuperar fuerzas, Colau aterriza de nuevo en Barcelona dispuesta a sentar cátedra. El hasta ahora presidente honorífico de la Fundación, el exministro Joan Subirats (mentor académico de la exalcaldesa), seguirá siendo presidente honorífico de la entidad.
Como directora de la Fundación, rescata a una de las figuras con las que contó durante su etapa como alcaldesa, aunque no figurase en ningún organigrama: la abogada argentina Lucía Morale, que trabajó como abogada en los juicios contra los militares de la dictadura argentina y fue directora del gabinete Iridia de Barcelona (vinculado al actual eurodiputado y exteniente de alcalde de Barcelona Jaume Asens). Este gabinete fue presidido durante años por Mariana Huidrobo, madre del okupa Rodrigo Lanza, del que los comunes quisieron hacer un héroe. Tras dejar tetrapléjico a un urbano en un desalojo, hasta que el extremista mató a un motero en Zaragoza por llevar unos tirantes con la bandera española.
En el patronato de la Fundación tiene a fieles militantes de los comunes, pero ha dado cabida también a dirigentes que provienen de ICV, como el exconcejal Ricard Gomà. Ahí se ha rodeado de cargos académicos y de incondicionales, como la polémica exdirectora de comunicación del Ayuntamiento, Àgueda Bañón, protagonista de varias polémicas, pero exintegrante del Observatorio DESC, de donde procede también Ada Colau. Otro que proviene de DESC (fue presidente de esta entidad desde 2017) es el profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Girona Marco Aparicio.
"Quiere comerse a los socialistas"La fundación Sentido Común será el laboratorio de ideas de los comunes, con el que pretenden desarmar al socialismo en Cataluña y, de paso, en España, operando como la rama de Sumar en el extremo noreste de España. El pasado viernes 25 de abril, Colau se estrenó como presidenta de la entidad, en una charla con Subirats. Echó mano de Antonio Gramsci para definir la situación actual de la sociedad y la política: "Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer".
A partir de ahí, dibuja su estrategia, basada en las "políticas redistributivas", demonizó los liderazgos emergentes como los de Donald Trump o Javier Milei y llamó a "superar las divisiones superficiales dentro de las izquierdas". Su ambición sigue siendo comerse a los socialistas, reconocen en los círculos de los comunes. Pero en su mochila asoman algunas estrategias que harán difícil que confluya con PSOE o PSC en un futuro cercano.
Entre otras cosas, porque Colau tiene como reto articular un proyecto atractivo para la ciudadanía con el que reconquistar el poder perdido y hundir a sus rivales. Los socialistas no son los potenciales socios, sino el enemigo a batir y prueba de ello es el acoso callejero de los comunes en la ciudad de Barcelona, donde el primer edil, el socialista Jaume Collboni, no ha dejado entrar a Colau en el equipo de gobierno. La guerra es a muerte y la unidad de las izquierdas pregonada es una entelequia, habida cuenta de las periódicas manifestaciones anti-PSC promovidas por los comunes y por los comunicados insultantes contra el alcalde.
Por eso, Colau tiene su propia hoja de ruta que define sus inquietudes y su propia personalidad. Entre sus ejes prioritarios para recuperar el bajón de popularidad, figura la consolidación de la red de municipalismo internacional (lo que tiene asegurado porque pertenece a la red Fearless Cities, que cultivó y nutrió de fondos durante su etapa como alcaldesa) el control de la información, que se emitirá por una publicación digital denominada La Pública y por algunos proyectos ideológicos de investigación.
El gran proyectoUno de sus ejes de actuación será emprender nuevos proyectos de investigación. "Este año, nos centraremos en una investigación conjunta don CLACSO sobre la experiencia mexicana de transformación del sistema judicial para mejorar la democracia, que incluirá las primeras elecciones directas de cargos judiciales en el país el próximo junio".
CLACSO es el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, una ONG con estatus asociativo en la Unesco que reúne a 927 centros de investigación y posgrado en ciencias sociales y humanidades en 56 países. Su objetivo es el fortalecimiento de los derechos humanos y la formación de redes de investigadores e instituciones que actúan en el campo de las ciencias sociales y las humanidades para reducir las desigualdades y combatir el racismo y las discriminaciones.
Pero una cosa es la teoría y otra, la política. La implantación de un determinado modelo de justicia sometido a la manipulación de masas puede crear más problemas que soluciones. En algunos sectores temen que eso sea el primer paso de la politización total de la justicia.
La fijación de Colau con México se debe a su relación con la nueva presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, a la que siendo alcaldesa invitó a Barcelona. En las elecciones del año pasado tanto a la presidencia de la República como las municipales, Colau hizo campaña en México por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), al que pertenece Sheinbaum. Además, fue nombrada miembro del consejo asesor de Clara Brugada, candidata a alcaldesa de Ciudad de México, que resultó elegida. Los extranjeros tienen prohibido participar en política en México, pero Colau es amiga del poder.
Su obsesión por México se concretó en un discurso el pasado mes de octubre, cuando fue nombrada por Brugada como "Huésped Distinguida" de Ciudad de México: entonces aseguró que la propuesta humanista del país norteamericano "es lo que necesitamos no solo para resistir a la extrema derecha, a las grandes corporaciones que tienen tomado el poder en Europa y en gran parte del mundo".
Algunos líderes de la izquierda mexicana cargaron contra Colau por alabar un régimen en el que cada día desaparecen o son asesinadas 10 mujeres, en el que se han multiplicado los casos de corrupción y en el que los cárteles del narcotráfico condicionan la política. Ajena a estas realidades, Colau tiene a México como ejemplo de gobernabilidad y política social. Con su estrategia al frente de la Fundación Sentido Común ratifica esta atracción fatal.
Las bases ideológicas que quiere trabajar a través del laboratorio de ideas de los comunes se extienden por cuatro ámbitos principales: el municipalismo, los feminismos, la inteligencia artificial y el derecho a la información y la democracia y la lucha contra la extrema derecha.
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