Nadie quiere 'La familia de la tele': extrabajadores de RTVE firman un manifiesto contra el programa

Nadie quiere 'La familia de la tele': extrabajadores de RTVE firman un manifiesto contra el programa

Nadie quiere La familia de tele. Más de un centenar de extrabajadores de RTVE han firmado un manifiesto de adhesión al comunicado del Consejo de Informativos del pasado viernes, donde denunciaban la falta de rigor y credibilidad en la cadena tras el estreno del polémico programa, bautizado como el Sálvame 2.0 e inmerso en una espiral de críticas desde todos los frentes. "No cumple los mínimos de calidad y principios exigibles a un medio obligado siempre a ser servicio público", subraya el escrito.

El manifiesto es la constatación definitiva de que el presidente de la Corporación, José Pablo López, tiene un problema. Las firmas de los antiguos profesionales se suman a las críticas manifestadas ya por una parte del Consejo de Administración, de sindicatos como CCOO en Cataluña o Unión Sindical Obrera (USO), de distintos partidos políticos y del Consejo de Informativos. El rechazo es total.

"Como extrabajadores de RTVE queremos mostrar nuestro apoyo al comunicado publicado por el Consejo de Informativos de TVE y sumarnos a su preocupación por el perjuicio que un programa como La familia de la tele puede suponer para la imagen de la televisión pública. Con todo respeto pensamos que por sus contenidos, su tono y lo que representan algunos de sus colaboradores no cumple los mínimos de calidad y principios exigibles a un medio obligado siempre a ser servicio público", dice el escrito, que cuenta al menos con más de un centenar de firmantes.

El Consejo de Informativos irrumpió en la cadena el pasado viernes, hastiado porque La familia de la tele envió a una colaboradora al Cónclave en Roma para la elección del nuevo papa. "El Consejo de Informativos de TVE urge a la presidencia y al Consejo de Administración de RTVE a actuar para que el programa 'La Familia de la Tele' no merme la credibilidad de nuestros servicios informativos ni perjudique nuestra imagen de marca (...) Ni el tono ni la forma de este programa es lo que se espera de una televisión pública en un evento de esta importancia. Nuestros profesionales y nuestros espectadores merecen respeto", denunció el ente.

Ignacio S. Calleja

La realidad es que llueve sobre mojado. En las últimas comisiones mixtas en el Congreso y el Senado varios diputados criticaron con dureza los nuevos contenidos en RTVE, con el programa de Belén Esteban y María Patiño como principal exponente, aunque José Pablo López hizo caso omiso y garantizó que sería una producción "del agrado de todos". Pero una semana después no ha encontrado la aprobación de nadie. Ni de la audiencia, desplomándose incluso hasta el 6% de cuota de pantalla, ni de la mayoría de los trabajadores.

El enfado en la plantilla es notable y dos sindicatos ya han puesto el grito en el cielo. CCOO en Cataluña cuestiona el criterio a la hora de repartir los recursos, con un colectivo como los profesionales de vídeo en una situación muy delicada frente a la inversión en programas como el de Andreu Buenafuente o La familia de la tele. USO, por su parte, habla directamente de una deriva sin ningún control, denominando la producción como "La familia Monster de la tele". "Una mezcla de espectáculo sin rumbo, fallos técnicos importantes (sonido, imagen, coordinación logística…) y la sensación generalizada de que RTVE está perdiendo el norte", dijo en un comunicado publicado el martes, tras su estreno en el primer canal de la televisión pública.

El estreno de La familia de la tele ha abierto un nuevo frente a José Pablo López, que en los últimos meses ya ha tenido que lidiar con varios escándalos. En primer lugar, el pago de un millón de euros a Loterías y Apuestas del Estado en concepto de penalización por relegar el sorteo diario para beneficiar a La Revuelta, el programa de David Broncano. Pero también por temas como la deuda millonaria en la Corporación o la investigación del Consejo de Informativos por el documental 7291, sobre las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid durante la pandemia, señalado por un presunto sesgo ideológico.



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