El desayuno castizo que encontrarás en el barrio de Malasaña por menos de tres euros: presume de ser la churrería más antigua de Madrid

El desayuno castizo que encontrarás en el barrio de Malasaña por menos de tres euros: presume de ser la churrería más antigua de Madrid

El desayuno castizo que encontrarás en Vallecas por solo tres euros: las porras más originales de Madrid en una churrería con 90 años de historiaNi San Ginés ni Santa Ana: esta es la churrería que está revolucionando Madrid con sus porras de ibérico

Un rincón histórico del centro de Madrid conserva viva una receta centenaria que sigue atrayendo a vecinos, curiosos y turistas. Su aroma a masa frita recién hecha y chocolate caliente se mezcla con el bullicio del barrio y el recuerdo de una época en la que desayunar en la calle era todo un ritual castizo.

Chocolate con churros por menos de tres euros en un local con historia, tradición y encanto castizo en pleno corazón de Malasaña. Así es Madrid 1883, la churrería más antigua de la capital, que lleva más de 140 años sirviendo desayunos y meriendas artesanales a generaciones de madrileños.

Un rincón centenario que resiste el paso del tiempo

Muchos pensarían que la chocolatería más veterana de Madrid es San Ginés, con sus largas colas y fama internacional. Pero el título lo ostenta Madrid 1883, ubicada en la calle Espíritu Santo, donde se mantiene viva desde el siglo XIX. Allí, los churros y porras siguen elaborándose de forma artesanal como antaño, con una receta que ha pasado de generación en generación sin perder calidad ni sabor.

El negocio lo gestionan hoy Mario Mendoza y su hermana, descendientes de una saga familiar que se unió a esta historia en los años 80, en plena Movida madrileña. La familia Mendoza Manzano decidió entonces tomar las riendas de este histórico local para mantener viva una tradición que ya forma parte del alma del barrio. Cada día, salen de su cocina más de 5.000 churros y porras, junto a unas 250 tazas de chocolate caliente.

Lucía Franco

Precios populares y sabor de siempre

Uno de los secretos del éxito de Madrid 1883 es que ha sabido conservar lo esencial sin caer en lo pretencioso. A pesar de la inflación y los cambios en los hábitos de consumo, su carta sigue ofreciendo opciones asequibles: una ración de churros con chocolate cuesta 2,95 euros, mientras que los churros sueltos se venden a 0,30 euros la unidad y las porras a 0,40. También hay opciones más contundentes como los "churrazos", entre 0,90 y 2 euros.

Además del clásico chocolate con churros, el local ha sabido adaptarse a los tiempos ofreciendo desayunos variados —como barritas con tomate, cruasanes o gofres— y una experiencia que mezcla lo tradicional y lo moderno. El establecimiento cuenta con una cocina abierta donde los clientes pueden observar la elaboración de las masas, enchufes para cargar dispositivos y hasta wifi, en un espacio que equilibra el encanto de antaño con la comodidad contemporánea.

Más allá de Malasaña: expansión y homenaje

El éxito de esta churrería madrileña no se ha limitado al barrio de Malasaña. Su popularidad ha propiciado la apertura de otros dos locales: uno en el Paseo de las Delicias, 44, y otro en el centro comercial Oasiz, en Torrejón de Ardoz. Sin embargo, el local original sigue siendo el alma del negocio y un símbolo de resistencia frente a la desaparición de oficios tradicionales.

Madrid 1883 no solo es una churrería: es también una cápsula del tiempo que permite saborear el Madrid de siempre en cada bocado. Una parada obligatoria para quienes buscan autenticidad en sus desayunos y una historia que se remonta a 1883, cuando Ángel Huertas inauguró el establecimiento en una zona frecuentada por castizos y trabajadores, donde ya se servían churros recién hechos, leche por litros y café popular.



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