"Un hito constructivo y de innovación": Óscar Puente desvela en Huesca una infraestructura pionera en España



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El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha reforzado esta semana su compromiso con el desarrollo de las infraestructuras en Aragón con una visita del ministro Óscar Puente, que se ha desplazado hasta el tramo Sabiñánigo Oeste–Sabiñánigo Este de la autovía A-23. Allí ha comprobado el avance de uno de los proyectos más complejos y singulares que se están llevando a cabo en la provincia de Huesca.

A través de una publicación en su cuenta de la red social X / Twitter, Puente ha calificado la actuación como "todo un hito constructivo y de innovación". Según ha señalado, "el viaducto, de 934 metros, está en su fase final con un 80% ejecutado". Se trata de una infraestructura que forma parte de un tramo de 8,6 kilómetros que discurre en paralelo a la carretera N-330 y que mejorará notablemente la movilidad en el eje pirenaico.

Una obra sin precedentes técnicos en España

El Ministerio ha detallado que esta estructura se compone de 11 vanos, nueve de ellos con una longitud de 90 metros, una cifra que supera los límites habituales en este tipo de construcciones. La plataforma principal tiene una anchura de 25,1 metros y una altura máxima de 50 metros sobre el terreno, lo que la convierte en una obra de gran exigencia técnica y visualmente imponente.

Lo que realmente distingue este viaducto es el sistema empleado para su ejecución, basado en el uso de autocimbra inferior para el núcleo central y carro de vuelos para los voladizos. Este método permite moldear el hormigón in situ sin necesidad de apoyos desde el suelo, una solución clave en zonas de difícil acceso o con condicionantes ambientales complejos como los que presenta esta parte del Pirineo aragonés.

Según la nota de prensa del Ministerio, el uso de la autocimbra en este caso alcanza una magnitud inusual, ya que no existen en España vanos de 90 metros construidos con este sistema, y en todo el mundo solo se conoce un único ejemplo equivalente, en Turquía. La ejecución requiere que cada viga se adapte a una curvatura e inclinación variable, lo que añade una dificultad añadida a su desarrollo.

Con esta intervención, el Gobierno no solo pretende mejorar las conexiones viarias en el norte de Aragón, sino que además puede posicionar la obra como un referente técnico en el ámbito de la ingeniería civil en España. La A-23, también conocida como Autovía Mudéjar, es un eje estratégico que conecta Huesca con Zaragoza y Teruel y permite el tránsito hacia la Comunidad Valenciana.

La visita del ministro coincide con un momento clave para la ejecución del proyecto, ya que el tramo afronta su recta final. Aunque todavía no se ha precisado una fecha concreta, Óscar Puente ha asegurado que este mismo año se podrá poner en servicio el viaducto de Sabiñánigo, lo que permitirá culminar una de las actuaciones más singulares de la autovía A-23 en el Pirineo aragonés.



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