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Más de 40 ciudades de toda España vivirán este sábado 5 de abril una jornada de movilizaciones que afectará al tráfico y a la circulación en sus calles principales. Convocadas por colectivos sociales y sindicatos de inquilinos, las manifestaciones tienen como objetivo exigir medidas urgentes ante lo que consideran una grave crisis de vivienda. Este tipo de protesta estatal no se veía desde hace más de una década.
Las marchas reclamarán precios de alquiler justos y el fin del modelo especulativo que, según los organizadores, ha convertido la vivienda en un negocio para unos pocos. “Defendamos el derecho a la vivienda” será el lema que encabezará una jornada en la que también se pedirá más inversión pública y control sobre los pisos turísticos.
El precio del alquiler no deja de subir, y ya se sitúa en los 12,82 euros por metro cuadrado de media, según los últimos datos. Las subidas más fuertes se han registrado en regiones como Asturias, Canarias y Madrid. Alquilar en la capital puede llegar a costar cuatro veces más que en comunidades como La Rioja.
Los manifestantes piden medidas valientes: bajadas de alquiler, contratos estables, más vivienda pública y la recuperación de inmuebles vacíos o de uso turístico para destinarlos al alquiler social. También quieren la ilegalización de las empresas de desokupación y la prohibición de desahucios sin alternativa habitacional. Critican la impunidad inmobiliaria que, a su juicio, asfixia a muchas familias.
En Madrid, la marcha arrancará a las 12:00 horas en Atocha, recorrerá el Paseo del Prado, pasará por Cibeles y terminará en Plaza de España tras subir por Gran Vía. En Barcelona, la cita será a las 18:00 horas en Plaza Espanya. Habrá movilizaciones también en Valencia, Sevilla, Zaragoza, Gijón, Málaga o Bilbao, entre otras muchas ciudades.
El movimiento ciudadano quiere visibilizar que la vivienda es un problema nacional, no solo de las grandes capitales. Plataformas como Stop Desahucios, el Sindicato de Inquilinas o diversas asambleas vecinales se han coordinado para lograr que la voz de los inquilinos se escuche con fuerza este sábado. Esperan que el Gobierno reaccione con políticas eficaces.