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Avisan sobre la estafa a clientes de Movistar: cuidado si te llega este mensaje sobre tu factura“No es difícil caer”: así es la nueva estafa de WhatsApp que utiliza Bizum para robarte 500 euros
Los delitos cometidos a través de internet han crecido de manera sostenida en los últimos años, hasta convertirse en uno de los principales desafíos para la seguridad digital en España y todo el mundo. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado una advertencia que afecta a millones de ciudadanos: una modalidad concreta de estafa ha experimentado un crecimiento sin precedentes.
Los datos más recientes apuntan a un aumento del 166% en las consultas y reclamaciones por phishing tramitadas por la OCU. Según la organización, se ha pasado de 109 casos registrados en 2023 a 290 durante 2024, una cifra que pone de relieve la urgencia de extremar las precauciones en el entorno digital.
Un repunte asociado a las filtraciones masivas
La OCU relaciona este repunte con las filtraciones de datos personales sufridas por grandes empresas en los últimos meses. Compañías como Telefónica, Banco Santander, Iberdrola, Repsol, Decathlon o El Corte Inglés, entre otras, han sido blanco de ciberataques que han expuesto información de millones de usuarios. Para la organización, el verdadero problema es que “no siempre comunican las brechas de seguridad con la rapidez debida”.
La OCU ha solicitado a la Agencia Española de Protección de Datos que vigile el cumplimiento de la normativa y que las empresas comuniquen sin demora este tipo de incidentes. Además, considera que “se deberían aplicar sanciones adicionales si las compañías actúan con negligencia en la protección de datos”.
La técnica de fraude que más preocupa
La estafa que más se ha disparado es el phishing, una técnica con la que los ciberdelincuentes suplantan la identidad de entidades legítimas para obtener información confidencial o instalar malware en los dispositivos. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe), los mensajes fraudulentos se presentan como comunicaciones oficiales de bancos, organismos públicos o plataformas digitales, pero su objetivo es engañar al usuario para que facilite datos personales o realice acciones peligrosas.
Entre las excusas más comunes figuran bloqueos de cuenta, devoluciones de impuestos o actividades sospechosas. Los correos suelen incluir enlaces que conducen a páginas falsas o archivos adjuntos infectados. Además, se detectan errores ortográficos, un estilo alarmista y peticiones inusuales como compartir contraseñas o claves bancarias.
Cómo reconocer un intento de phishing
El Incibe señala varias señales de alerta: remitentes desconocidos, lenguaje incorrecto, solicitudes inadecuadas de datos, urgencias injustificadas y enlaces o ficheros maliciosos. Para protegerse, recomienda no responder a correos no solicitados, mantener los sistemas actualizados, activar la autenticación en dos pasos y verificar siempre la procedencia de los mensajes.
También se aconseja utilizar herramientas de seguridad actualizadas, como antivirus, y evitar hacer clic en cualquier enlace que no se haya contrastado previamente. No debe descargarse ningún archivo adjunto sospechoso, por muy convincente que parezca el correo recibido.
Qué hacer si ya has sido víctima de la estafa
La OCU insiste en que toda persona víctima de phishing tiene derecho a reclamar. “Ningún pago realizado bajo los efectos de un engaño se considera autorizado”, recuerda la entidad. El Código Civil, en su artículo 1.265, establece que el consentimiento prestado por error carece de validez jurídica. Además, la Autoridad Bancaria Europea también considera fraude aquellas transacciones donde el pagador ha sido manipulado.
Los pasos recomendados son claros: notificar el fraude al banco cuanto antes, presentar una denuncia ante la Policía o la Guardia Civil con el DNI y el extracto bancario, y reclamar formalmente el reembolso a la entidad financiera. Si esta se niega alegando negligencia del cliente, la OCU aconseja acudir a los tribunales, ya que en la mayoría de los casos las sentencias son favorables al consumidor.