Isabel Peña, experta en nutrición en hurones, habla de los fallos más habituales que cometen los tutores.
Mantener un animal de compañía es una responsabilidad y, a menudo, puede suponer un reto para los tutores. Ofrecer los mejores cuidados para cada especie e individuo requiere de unos conocimientos básicos que debemos saber antes de la adquisición del animal (ya sea mediante la adopción y compra).
Entre estos conocimientos, debemos conocer la especie, sus necesidades específicas sobre la alimentación más adecuada, la estimulación que necesitan, cómo es el hábitat en el que tienen que vivir, etc.
Para ello, además de leer al respecto, es importante siempre consultar con un veterinario o especialista que nos ayuda a entender mejor lo que nuestro compañero peludo necesita y, de esa forma, evitar cometer errores.
En ese sentido y especialmente cuando hablamos de especies que llevan menos tiempo conviviendo con nosotros en los hogares, como es el caso de los hurones, esto cobra aún más importancia, ya que tendemos a cometer errores antes el desconocimiento o los cambios que se van conociendo según se va estudiando la especie.
Tres errores comunes al cambiar la dieta de los hurones
Sobre estos errores habituales que cometen los tutores con sus hurones, Isabel Peña, experta en nutrición y educación en hurones con más de 15 años de experiencia y divulgadora a través de su cuenta Little Paws at Home, destaca tres que se dan mucho entre sus clientes cuando se empieza a cambiar la dieta de los hurones (de alimento seco a comida natural).
"Pasa mucho que se le empieza a ofrecer carne cruda directamente al hurón sin haber preparado el terreno previamente", comenta Peña. "Y precisamente esa adecuación previa de una o dos semanas es muy importante".
Peña explica que el sistema digestivo de un hurón que come pienso "no está preparado para la carne cruda de buenas a primeras" por lo que es importante no hacer cambios de dieta bruscos, ya que esto podría derivar en problemas gastrointestinales, como diarreas.
Los hurones son animales con un digestivo muy delicado, por eso a veces es mejor tardar tres o cuatro semanas en que coma carne
Por otro lado, otro de los errores que se cometen a menudo a la hora de cambiar de pienso a carne cruda es mezclar ambas dietas. "Mi recomendación es que jamás deberíamos hacer esto", sentencia la experta. "Los tiempos de digestión son distintos para cada dieta y puede provocar problemas y malestar digestivo en un animal que ya de por sí es muy delicado a nivel digestivo".
Aunque no tiene por qué ocurrir, Peña considera que arriesgarse a que pase algo no merece la pena y que, por este motivo, es mejor ofrecer las tomas de pienso y carne separadas en el tiempo (tanto si se está haciendo la transición, como si se ofrece una dieta mixta al hurón).
Por último, el tercer error habitual que cometen los tutores que están realizando un cambio de dieta es no dedicarle el tiempo necesario y adecuado. "La prisa es la peor enemiga de una transición de dieta", comenta Peña.
"Los hurones son animales con un digestivo muy delicado y por eso a veces es mejor tardar tres o cuatro semanas en que coma carne antes que conseguirlo en cuatro días a costa de diarreas e inflamación intestinal", agrega.
La experta en nutrición de hurones considera que este tipo de errores pueden llevar a una transición fallida de la dieta seca a la natural y que puede resultar frustrante para los tutores. Por eso, siempre recomienda hacer este tipo de cambios de la mano de un especialista o veterinario experto en nutrición.
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