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España también tiene las tierras raras que codicia Trump, pero los vecinos bloquean su estudioTrump y Zelenski zanjan (por ahora) la saga de las tierras raras: anatomía de un delirio
Las tierras raras han cobrado un protagonismo inesperado en el tablero geopolítico mundial. Estos 17 elementos químicos, fundamentales para la fabricación de dispositivos electrónicos, energías renovables y tecnología militar, han pasado de ser un recurso poco conocido a convertirse en un activo estratégico. Su extracción y procesamiento son complejos, lo que ha llevado a los países a buscar nuevas fuentes de suministro para reducir su dependencia de China, principal productor mundial.
Donald Trump ha sido el encargado de poner las tierras raras en el foco de la actualidad con su propuesta a Ucrania. Según diversas informaciones, el expresidente estadounidense ha mostrado interés en acceder a los yacimientos de estos minerales en suelo ucraniano a cambio de apoyo en la guerra contra Rusia. La oferta llega en un momento clave, ya que Ucrania es uno de los países con mayores reservas en Europa, y su explotación podría alterar el equilibrio de poder en el suministro de estos recursos esenciales.
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EFE
El impacto de esta negociación se deja sentir más allá de las fronteras de Ucrania y Estados Unidos. En España, el interés por las tierras raras ha ido en aumento, con descubrimientos recientes que posicionan al país como un posible actor relevante en este mercado. Varias comunidades autónomas han identificado reservas de estos minerales, lo que ha abierto un intenso debate sobre su explotación y las implicaciones económicas, ambientales y políticas que conlleva.
Los yacimientos de tierras raras en España
El mapa de tierras raras en España ha comenzado a definirse en los últimos años, con varias regiones destacándose por su potencial minero. A continuación, se detallan los principales yacimientos identificados hasta la fecha:
Extremadura: la comunidad extremeña ha emergido como una de las zonas con mayor potencial en tierras raras. En la provincia de Cáceres, los estudios han detectado indicios en Los Ibores y Campo Arañuelo, donde se están realizando prospecciones para determinar la viabilidad de la explotación de litio y tántalo. En Alía, se han identificado monacitas sedimentarias ricas en europio, mientras que en la provincia de Badajoz, municipios como Burguillos del Cerro, Barcarrota y Almendralejo podrían albergar reservas significativas de litio, tántalo y niobio.Ciudad Real: el Campo de Montiel, en la provincia de Ciudad Real, se ha convertido en un punto clave en la investigación de tierras raras en España con minerales como la monacita, el cobalto, el cesio y el neodimio. La empresa Quantum Minería ha identificado un yacimiento con una producción potencial de 2.100 toneladas anuales, lo que podría cubrir hasta un 33% de la demanda europea. Sin embargo, el proyecto enfrenta una fuerte oposición debido a su impacto medioambiental, especialmente por la posible afectación a acuíferos y ecosistemas protegidos.Zamora: las comarcas de Aliste y Sayago han sido identificadas como zonas con un importante potencial en tierras raras. Localidades como Villalcampo y Bermillo de Sayago han despertado el interés de la industria minera, que ve en estos yacimientos una oportunidad para el desarrollo económico de la provincia. En la frontera con Salamanca, en el Domo del Tormes, también se han detectado concentraciones de tántalo, litio y cerio, elementos esenciales para la fabricación de baterías y tecnología avanzada.Galicia: las provincias de Lugo (monacita), Orense (niobio y tántalo) y Pontevedra (litio, monacita, niobio y tántalo) también cuentan con yacimientos de tierras raras posibles de explotar.
La creciente importancia de las tierras raras en el panorama global ha puesto a España en una posición estratégica dentro del mercado de estos minerales. Sin embargo, la explotación de estos recursos sigue siendo objeto de debate, con un equilibrio difícil entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Con una demanda en constante aumento, el futuro de estos yacimientos dependerá de las decisiones políticas y empresariales que se tomen en los próximos años.
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