
Con la novela 'Una vida' completa la historia de Amalia, inspirada en su madre, una anciana llena de ternura.
Una madre que tiene 150.000 'hijos' y todos la quieren no puede ser una madre cualquiera. Alejandro Palomas (Barcelona, 1967) se ha encargado de fraguar esa enorme familia de lectores y de inventar un personaje irrepetible, amoroso, tierno, con sentido del humor y también de la tragedia, comprensivo y alocado, llamado Amalia. Con esta anciana albina, el escritor catalán ha completado cuatro entregas, lo que él llama, con fondo de violín, un cuarteto. La última, Una vida (Destino), remata las honduras de una mujer cuyo marido la abandonó, con tres hijos, una perra con nombre de actriz americana y la cabeza llena de locuras posibles. Inspirado en su propia familia, Alejandro Palomas se ha desnudado en este libro que lleva de la risa a la lágrima como un bólido surcando el desierto de Qatar. De repente, uno está triste y pasa a estar contento, como Amalia, esa madre literaria que se parece tantísimo a la que Palomas perdió en 2021 y cuyo hueco sigue doliendo. Quien leyera El Cuarteto de Alejandría (Lawrence Durrell) de pequeño sin apenas entender nada, apostó por cuatro libros para vaciarse por dentro, que son como las cavidades de su propio corazón.