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El exclusivo restaurante que está escondido en una cueva marina de Santander: especialista en centollo del Cantábrico por menos de 30 eurosEl rincón de Cantabria de los orujos y el cocido lebaniego que te transporta directamente a Suiza
Hay un restaurante que ha sabido consolidarse como uno de los referentes gastronómicos de Cantabria gracias a su capacidad para combinar tradición y vanguardia en cada plato. Durante más de 30 años, este restaurante ubicado en los Valles Pasiegos ha atraído a comensales con su cocina de alta calidad, siempre fiel a los sabores de la región, pero con un toque innovador que lo mantiene en constante evolución. Ahora, una de sus últimas incorporaciones al menú ha logrado captar la atención de los amantes del dulce y está causando auténtico furor entre quienes lo prueban.
La gran sorpresa de La Venta de Castañeda, restaurante ubicado en el municipio de Pomaluengo, viene en forma de helado, pero no de uno cualquiera. Se trata de una versión completamente innovadora de uno de los postres más icónicos de la gastronomía española. El helado artesano de chocolate con churros se ha convertido en la nueva estrella de la carta de postres. Los genios de la cocina también demuestran su talento con el lanzamiento de ediciones especiales en fechas como Halloween, donde hay tumbas de chocolates, ojos de azúcar y fantasmas comestibles, bajo la mirada vigilante de Úrsula de La Sirenita o la Bruja Malvada de Blancanieves.
Elaborado con ingredientes de primera calidad y siguiendo un proceso artesanal, este dulce capta la esencia de un clásico de la repostería española en un formato inesperado. Su cremosidad y el contraste entre el intenso sabor del cacao y el toque crujiente del churro han conquistado a quienes buscan una experiencia diferente al final de su comida.
Los helados más originales de Cantabria
Desde su incorporación al menú, este postre ha sumado cada vez más adeptos, convirtiéndose en una de las opciones más solicitadas. La apuesta de La Venta de Castañeda por los helados artesanos no es nueva, pero con este lanzamiento han logrado elevar aún más su propuesta dulce. Junto a otros sabores originales como el de sobao, de queso o crema de orujo, este helado refuerza la identidad gastronómica de la región con un toque innovador.
Entre sus especialidades saladas destacan las mollejas salteadas con setas de temporada, la olla ferroviaria de alubias rojas y el pulpo a la brasa con milhojas de patata y cebolla, opciones que reflejan el compromiso del restaurante con la calidad y el producto local. Para los amantes de la carne, el solomillo a la parrilla y el chuletón de buey a la piedra son apuestas seguras, mientras que en el apartado de pescados destacan la lubina al horno con patata panadera y la merluza rellena de mero y gamba. Los precios oscilan entre 15 y 30 euros, incluyendo opciones como cocido montañés y arroz caldoso con bogavante. Además, desde 2014 invitan al comensal a descubrir "Cenar de Cine", una propuesta gastronómica que eleva el tríptico de hamburguesas, pizzas y sándwiches a un nuevo nivel.
Ubicado en los Valles Pasiegos, este restaurante no solo destaca por su cocina, sino también por el entorno privilegiado en el que se encuentra. Su cercanía a lugares de interés como la Colegiata de Santa Cruz de Castañeda o el Parque de la Naturaleza de Cabárceno lo convierten en una parada imprescindible para quienes visitan la zona. Y ahora, con su helado de chocolate con churros, ofrece un motivo más para descubrir su propuesta gastronómica.
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