El PP se venga del PNV y tumba su ley del suelo que pactó con el PSOE

La reforma de la ley del suelo vuelve a estrellarse en el Congreso. Hace casi un año, el Gobierno se vio obligado a retirar su proyecto de las Cortes por su debilidad parlamentaria. El PSOE ha utilizado ahora al PNV de bastón para intentar sacar adelante la iniciativa. Pero tampoco ha tenido éxito. De nuevo, el PP tenía la llave. Y, de nuevo, los de Feijóo han preferido asestar otro golpe a Sánchez antes que salir en la foto con él. La votación de este martes tenía un ingrediente especialmente tentador para el PP: la posibilidad de dar la revancha al PNV y arrinconarle en sus acuerdos con los socialistas tras la flagrante ruptura con los jeltzales.

La proposición de ley que ha registrado y defendido el PNV parte de un preacuerdo con el PSOE. El texto es prácticamente calcado al que los socialistas presentaron en 2024. El Congreso debatía este martes su toma en consideración, la primera parte del trámite parlamentario. Si se daba luz verde, los partidos podrían introducir enmiendas en la siguiente fase y negociar el texto final. Pero la mayoría de los socios del Gobierno, incluido Sumar, han votado en contra de que la iniciativa pase siquiera el primer filtro. Y el PP también ha optado por el bloqueo y por mantener la voladura de puentes no sólo con el PSOE, sino también con el PNV. La votación se ha saldado con 124 votos a favor, 186 en contra y 34 abstenciones.

Hay que recordar que populares y socialistas siempre han tenido posturas muy cercanas respecto a la necesidad de dotar de seguridad jurídica al planeamiento urbanístico y eliminar la maraña burocrática para agilizar la construcción de vivienda. El PP reconoce que parte de la propuesta del PSOE —y que ahora firma el PNV— parte de una ley del último Gobierno de Rajoy, y es una iniciativa que el sector y sus propios ayuntamientos llevan reclamando durante mucho tiempo. Pero en tiempos de polarización, la confrontación política gana. Y los populares no querían regalar una victoria ni a Sánchez ni al PNV.

El PP se escuda en que la propuesta que este martes se ha debatido en el pleno es "insuficiente" y "precaria" que "no resuelve el problema de la vivienda en España", y pretenden centrarse en su propia proposición de ley que han registrado en el Senado, donde cuentan con mayoría absoluta. Además de la reforma de la ley del suelo, la norma del PP incluye la modificación de otras normativas —la propia ley de vivienda o la reguladora del procedimiento contencioso-administrativo—. No obstante, el bloqueo de Armengol a las leyes del PP en el Congreso imposibilita también que la iniciativa de los populares pueda ver la luz en el corto plazo.

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"Siempre estaremos a favor de la seguridad jurídica, pero no de los parches de este Gobierno (...). Una fachada que no tiene una estructura fuerte, se debilita y suele caer", sostuvo en el turno de fijación de posiciones el portavoz del PP, Miguel Ángel Sastre, que aprovechaba para lanzar un dardo envenenado a los peneuvistas. "Si el PNV no hubiera apoyado la moción de censura de 2018, hubiésemos tenido siete años con mayor seguridad jurídica, y nos hubiésemos ahorrado siete años de este Gobierno, un dos por uno", lanzó.

Los populares han ignorado las reiteradas llamadas a la negociación que han pronunciado desde la bancada de los jeltzales y los socialistas, que animaban al PP a presentar enmiendas al texto una vez superada la toma en consideración. "Me he leído la propuesta que han presentado en el Senado", afirmaba la portavoz del PNV, Maribel Vaquero, "y su planteamiento es muy parecido, incluso en algún párrafo la redacción es idéntica. Sus reivindicaciones son compartidas por todos los colores políticos. Un voto no favorable sería muy difícil de explicar, sobre todo si se produce desde el oportunismo político", espetó a la bancada popular.

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El texto sólo ha contado con el respaldo de Coalición Canaria. Pero las apelaciones de su representante, Cristina Valido, al resto de miembros de la Cámara para "abandonar las trincheras" y "abrir la puerta al diálogo conjunto", cayeron en saco roto. Podemos, ERC, Bildu, Junts y hasta Sumar estaban en el bloque del 'no'. La mayoría de grupos de la izquierda justificaron su rechazo en el riesgo de caer en la "impunidad urbanística". "No se puede blanquear la corrupción con la excusa de la eficiencia", lanzó, por ejemplo, la portavoz de Podemos, Noemí Santana.

En el espectro de la derecha, Junts defendió su voto en contra bajo el argumento de la "invasión competencial", el mismo motivo que le llevó a presentar una enmienda a la totalidad cuando el PSOE hizo el primer intento para reformar la ley del suelo el año pasado. Vox, por su parte, ha seguido la estela de los argumentos del PP, y su portavoz, Carlos Hernández Quero, ha criticado que la proposición de ley del PNV pueda resultar "estéril" si no viene "acompañada de otras reformas". Finalmente, los de Abascal han optado por la abstención.

Doble varapalo para el PSOE

Al margen de la reforma de la ley del Suelo, el PSOE también se ha quedado solo en el voto en contra a la proposición del ley de Sumar para nacionalizar a los saharauis nacidos antes de 1976 bajo la soberanía española. Todos los grupos del hemiciclo, incluido el PP, se han posicionado a favor de la iniciativa. Y hasta Vox, que suele votar en contra de las propuestas procedentes del Gobierno, ha optado por una abstención.

El grupo plurinacional buscaba dar respuesta a la vinculación de España con el pueblo saharaui, y conceder la nacionalidad a los que nacieron en este territorio cuando era una colonia española. Aunque los socialistas han enmascarado sus discrepancias en cuestiones "jurídicas", el PSOE ha vuelto a ratificar la soledad en la que se encuentra en sus posiciones sobre el Sáhara desde el giro unilateral para satisfacer las reivindicaciones de Marruecos que dio Sánchez, y que le enfrentó a todos los grupos de la Cámara, a derecha e izquierda.

Así las cosas, en el tercer pleno del año ha vuelto a quedar en evidencia la división entre el Gobierno y sus socios, también dentro de la propia coalición gubernamental. La diputada de Sumar, Tesh Sidi, ha recriminado duramente a la bancada socialista su posición. "¿Qué les hemos hecho los saharauis para que constantemente nos intenten borrar de la memoria histórica de este país?", le espetó.

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