Cristóbal López sobre los PPP: "Los que convivimos con ellos debemos dar una cara amable"


         Cristóbal López sobre los PPP: "Los que convivimos con ellos debemos dar una cara amable"

El portavoz de la asociación Unidos en apoyo a las razas PPP y policía local habla del estigma de estos perros.

Los popularmente conocidos como PPP (perros de razas consideradas potencialmente peligrosas) han protagonizado en los últimos años los debates en numerosos países sobre su tenencia y su cría. Países como Reino Unido o Irlanda, movidos por casos de ataques a personas u otros animales, han terminado por prohibir su cría pero, ¿es esa la solución? ¿Son realmente peligrosos estos perros? ¿Qué convierte a un perro en "potencialmente peligrosos"?

Cuando nació la Ley PPP en 1999 el conocimiento que se tenía sobre los perros era mucho menor que el actual. Tras la publicación de diferentes estudios se ha llegado a la conclusión de que la peligrosidad no es una cuestión genética y, por tanto, se ha abierto el debate sobre las condiciones y requisitos a los que se someten los tutores de perros de razas consideradas potencialmente peligrosas.

Ni todos los Border collies son inteligentes, ni todos los Pitbull son agresivos, esa fue una de las conclusiones a la que se llegaba en el pasado congreso de bienestar animal organizado por la Dirección General de Derechos de los Animales en octubre, durante la ponencia dedicada a cómo tratar de cambiar el estigma de los PPP, en la que participó el portavoz de la asociación Unidos en apoyo a las razas PPP y policía local, Cristóbal López.

El mito sobre la peligrosidad de los PPP

"El mito lo pone la propia legislación vigente en el momento en el que llama a los perros peligrosos, porque en general el 'potencialmente' se obvia y así empieza el estigma", sentencia López. "El mito más popular sobre estos perros es sobre su mandíbula y cómo la encajan al morder, porque están hechos para peleas... Esto es mentira, no hay ninguna especie en el planeta que tenga esa capacidad y, de hecho, entre las ocho razas catalogadas como potencialmente peligrosas, se puede ver claramente que ni sus orígenes tienen que ver las unas con las otras".

Estas ideas que han arraigado en la sociedad y que se transmiten como verdades absolutas tienen consecuencias para los perros y sus dueños. "Cuando llamas a algo peligroso, aquél que quiera parecerlo no va a querer tener un Labrador, si no uno de estos perros del listado", agrega el experto. "Es a lo que aboca la propia normativa, a que el delincuente o malote del barrio utilice al perro como complemento o herramienta para realizar sus fechorías".

López considera que todos esos estigmas crean una aversión y miedo hacia los perros considerados PPP y que ante eso, solo queda combatirlo con la ciencia y la experiencia. "Desmentirlo es sencillo: no hay un gen de la agresividad", sentencia. "Dentro de una cría con una madre equilibrada en un entorno equilibrado y buscando la vida en sociedad, un bully, por ejemplo, es como cualquier otro perro".

Aquellos educadores que dicen hacer cursos especializados en manejo de perros potencialmente peligrosos son unos mentirosos

"Sí es cierto que fisiológicamente han sido perros de agarre y que tienen una fisionomía mandibular craneal más orientada a la presa, pero es una orientación, no un instinto", defiende López. "Esa mandíbula fuerte apta para hacer presa también la tiene un galgo o un pointer".

En este sentido, el portavoz de Unidos en apoyo a las razas PPP recuerda que los pastores belga malinois o los pastores alemanes no tienen ese estigma, cuando son perros que en las manos equivocadas también son peligrosos, pero no tienen el estigma con el que conviven los de razas potencialmente peligrosas que provoca que las perreras estén abarrotadas de ellos y sus mestizajes.

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