El equipo de Hansi Flick se llevó la victoria con goles de Gavi y Lamine Yamal y ya espera rival en la final...
Los Reyes Magos llegaron dos días tarde y en Arabia Saudí para el Barça, pero más vale tarde que nunca: los culés pasaron por encima al Athletic (0-2) en la primera semifinal de la Supercopa de España para 'inscribirse' en la final de la competición, solo horas después de conocerse que sus quebraderos de cabeza con las fichas de Dani Olmo y Pau Víctor habían llegado a su fin con la decisión del Consejo Superior de Deportes.
El chute de moral por la cautelar del CSD –Joan Laporta se desató con la celebración– se trasladó al césped desde el pitido inicial, con un Barça mordiendo en busca del billete a la final. No ocurrió lo mismo con el enfado del Athletic por la decisión del organismo: se presentó a la cita adormecido y sin Nico Williams, con problemas en el tobillo izquierdo.
Olvidándose de la tensión de las últimas semanas por las inscripciones, y también de su relación tirante con el cuadro rojiblanco por el culebrón de este verano con Nico, el equipo de Flick avisó dos veces en los cuatro primeros minutos de partido. Un preludio de lo que sería la primera pate: el Barça, llevando la voz cantante, y el Athletic, a remolque, conteniendo a los culés sin encontrar la clave para amenazar la meta rival. Así fue hasta que Gavi rompió la igualdad en el 20'.
El centrocampista puso en la red una jugada coral del Barça –Raphinha la dejó para Lewandowski y el polaco para Balde, que centró al área pequeña– para hacer su primer gol desde que se lesionó de gravedad y acercar a los suyos al partido por el título. Aprovechó el momento, además, para dedicarle el gol a un Olmo que ha vivido semanas de mucha incertidumbre.
Siguió apretando el equipo blaugrana –mientras el Athletic empezaba a acercarse a su área cayendo una y otra vez en la trampa del fuera de juego de la defensa adelantada de Flick– y, solo tres minutos después, rozó el segundo, pero Unai Simón le sacó el mano a mano a Raphinha y atajó el rebote de Lamine.
Con el partido bajo control, pese a que los rojiblancos tuvieron la última de la primera parte con un remate alto de Iñaki Williams, el Barça se fue por delante al descanso. Y con esa tranquilidad que solo la ventaja puede proporcionar, arrancó la segunda mitad, con un disparo de Lamine Yamal –mientras Nico Williams saltaba a calentar– que recordó a su gol a Francia en la Eurocopa, pero que esta vez se marchó desviado. Seis minutos después, hizo el segundo: Gavi se vistió de asistente rompiendo todas las líneas de la defensa del Athletic para que Yamal la picase y batiese a Unai Simón.
Seis minutos después, hizo el segundo: Gavi se vistió de asistente rompiendo todas las líneas de la defensa del Athletic para que Yamal la picase y batiese a Unai Simón. Justo después, Lewandowski perdonó el 0-3 en boca de gol tras un gran pase de Raphinha desde la línea de fondo.
Con la entrada de Nico se animó el Athletic para darle emoción al tramo final, pero ni siquiera su magia pudo impedir lo inevitable: los bilbaínos marcaron dos goles, los dos anulados por fuera de juego, con polémica en el último, y el conjunto blaugrana se metió en la final para seguir con su fiesta particular.
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