Este espectacular municipio es la prueba viva de miles de años de historia de la provincia, donde hasta las iglesias forman parte de los muros defensivos.
Segovia es una provincia con infinitos encantos, sus pueblos son una auténtica maravilla que representa la larga vida del territorio. Con grandes castillos, antiguas iglesias y parajes naturales únicos, los municipios segovianos bien merecen una visita.
Aunque haya algunos más famosos, como Pedraza, existe uno, a sesenta kilómetros de la capital, que es la perfecta representación de una villa medieval con cientos de años de historia. Con un imponente castillo y una extensa muralla, Cuéllar se ha consagrado como uno de los pueblos más bonitos de Segovia. Allí encontrarás algunos imprescindibles que no puedes perderte.
El castillo de Cuéllar
El castillo es uno de los edificios principales y fundamentales del municipio de Cuéllar. Esta fortaleza tiene su origen en el año 1306 y recibe el nombre de castillo de los Duques de Alburquerque. Se levantó sobre una edificación antigua y tiene una estructura rectangular de estilo gótico con grandes torreones en los extremos. La belleza de este edificio llama la atención de todo el que lo visita.
El paso del tiempo otorgó a este castillo diferentes usos, sirvió de cuartel general de Lord Wellington y durante la Guerra de Independencia fue el refugio del general Hugo durante los saqueos de las tropas de Napoleón. Los expertos aseguran que se trata de una fortaleza realizada mediante muchos castillos de diferentes épocas y por ello tiene distintos estilos. Fue declarado Monumento Artístico Nacional en 1931.
La muralla
Este elemento defensivo con muchos años de historia está considerado uno de los conjuntos amurallados más relevantes de Castilla y León. Cuenta con dos partes diferentes, uno dedicado a la defensa externa y otro a la parte de la villa, que en total tienen una longitud de unos dos mil metros. El origen de la muralla data de 1085, cuando Alfonso VI comenzó la repoblación de Cuéllar.
También declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, tiene ocho grandes puertas en forma de arco que servían no solo para proteger, sino también para recaudar impuestos al usarlas, detener enfermedades y controlar las mercancías. Se estima que el final completo de su construcción fue entre los siglos XII y XVI tras numerosas reformas.
Iglesias y palacios
Cuéllar cuenta con nada más y nada menos que doce templos religiosos, unos con mayor uso e importancia que otros. La más relevante e impresionante podría considerarse la iglesia de San Pedro, un edificio construido en el año 1095. Su ubicación al final de las murallas hizo que se creara con aspecto de fortaleza para favorecer su defensa. También destacan otras como la iglesia de San Miguel o la de San Esteban.
Respecto a los palacios, en la villa encontramos un total de seis casas nobles, todas ellas de aspecto señorial y con una excelente conservación. Entre ellas destaca la Casa de Los Rojas, que fue hogar de D. Melchor de Rojas, fundador del convento de la Concepción. Pasear por las calles de Cuéllar y visitar estos edificios es como hacer un viaje en el tiempo.
Otros lugares y actividades de interés
Lo cierto es que en Cuéllar podrías pasar varios días perdido por sus calles descubriendo las infinitas maravillas que tiene para ofrecer. Y es que, las iglesias, castillo y muralla no son los únicos edificios con encanto. Los conventos, la capilla niñas huérfanas, el granero Agustín Daza, el Ayuntamiento o la Judería son también imprescindibles en tu visita a la villa.
Además, en agosto tiene lugar una Feria Mudéjar en la que el municipio viaja al pasado para rendir homenaje a sus orígenes en una fiesta en la que la artesanía, vida y costumbres del medievo son las protagonistas. Si quieres descubrir los infinitos encantos de Cuéllar, no dudes en visitarla durante esos días del año.
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