'Casas bajas', la muestra que refleja el cambio del sur de Madrid en los sesenta y setenta

'Casas bajas', la muestra que refleja el cambio del sur de Madrid en los sesenta y setenta

Los cambios en los barrios del sur de Madrid son el punto en común de Beatriz Martins —integrante junto a Yolanda Riquelme de La Limial, un colectivo de mediación cultural que estudia las ciudades— y Santi Vaquero, un fotógrafo toledano que llegó a Madrid para trabajar en la década de los setenta. El resultado del trabajo de ambos es una exposición de fotografías y texto que relata mediante el estudio y la propia experiencia, las transformaciones sociales y culturales que experimentaron estas áreas de Madrid —concretamente Vallecas, Orcasitas y Carabanchel Alto— en las décadas de los sesenta y setenta.

"La gente de la periferia tuvo que organizarse y luchar por conseguir unos barrios que fueran más dignos", relata Martins, quien junto a otras compañeras de La Limial, ha realizado el trabajo de investigación y escritura que puede leerse en la exposición. "Los vecinos pelearon por dejar atrás unas casitas bajas muy pequeñas, con humedades y mala conexión a la red eléctrica", explica la investigadora, y continúa: "Básicamente, lo que buscan es vivir en un barrio como en otro cualquiera de la capital. Es decir, quieren vivir en los típicos bloques de hormigón que se levantan en esos años". Las diferencias entre las otras zonas de la capital y el sur eran muy palpables, advierte Martins."En los sesenta, en la periferia se vivía igual que en las zonas del norte y en el centro en los años veinte".

Casas Bajas derribadas en Palomeras (Imagen cedida: Santi Vaquero)Casas Bajas derribadas en Palomeras (Imagen cedida: Santi Vaquero) Casas Bajas derribadas en Palomeras (Imagen cedida: Santi Vaquero)

Estas transformaciones supusieron un antes y un después para todos los residentes de los barrios. Hubo algún cambio negativo, como dejar de hacer la vida en el exterior de las viviendas para hacerla en el interior, con la pérdida del sentimiento de comunidad que eso conllevó, recuerda Martins. Sin embargo, fueron muchísimo más los positivos. "A partir de ese momento, los habitantes de estos barrios empiezan a vivir en casas más grandes, tienen calefacción, agua corriente o muchísimo mejor aislamiento. Las vecinas se acuerdan hasta del día que le dieron las llaves de sus nuevos hogares", exclama la investigadora.

La lucha de estas generaciones por conseguir las condiciones que ya imperaban en otras zonas de la capital fraguó movimientos sociales que, posteriormente, se han quedado como emblemas de los barrios. "Esos movimientos aún viven en Vallecas o Carabanchel porque quienes los impulsaron en los 60 y 70, aún siguen en asociaciones vecinales, pero es muy diferente", explica Martins. La investigadora pone el foco en el peligro de romantizar estos años de lucha vecinal: "Son unos años que se tienden a romantizar porque se considera que antes vivíamos más unidos y en comunidad, pero hay que tener siempre presente que si las personas se organizaron fue porque había muchas desigualdades y lo pasaron mal".

Las fotografías de Vaquero acompañadas de los textos de La Limial permiten comprender los cambios urbanos y sociales de Madrid, pero también de otras muchas ciudades. "Aunque nos centremos en tres barrios, es claramente extrapolable a otras áreas del sur de Madrid y de otras grandes ciudades que experimentaron las mismas desigualdades. Gente de Bilbao, Valencia o Barcelona pueden sentirse igualmente identificadas", expone Martins. La muestra puede visitarse en el Centro Cultural Quintana del Sordo hasta el mes de mayo, de lunes a viernes, de diez de la mañana a ocho de la tarde y los sábados, de diez a dos.



{getToc} $title={Tabla de Contenidos}

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto