:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F5bf%2F8b3%2F785%2F5bf8b378592c1614d452b84387ac06e9.jpg)
La izquierda se revuelve contra el PSOE por el debate sobre la teoría queer en el seno del socialismo. La ponencia que ha salido del 41º Congreso Federal celebrado en Sevilla no tendrá finalmente alusiones a las siglas LGTBIQ+ después de que las feministas encabezadas por Carmen Calvo lograsen eliminar los dos últimos conceptos del acrónimo y dejaran la alusión al colectivo en "LGTBI", es decir lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales. Ese recorte ha generado una respuesta negativa en partidos como Podemos y Sumar, que este lunes se han lanzado contra el PSOE por esta decisión, una de las más polémicas del cónclave del pasado fin de semana.
"Compra el marco de la extrema derecha", ha dicho la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández, en una comparecencia en la sede de la formación magenta. En este asunto no hay disparidad entre los viejos socios, ya que Podemos ha acusado de "transfobia" al PSOE por "negar el derecho a ser personas" a quienes no se encuadren en las siglas LGTBI. Las dos formaciones han formalizado así su crítica contra los socialistas, aunque el ruido comenzó en la misma noche del sábado, cuando se oficializó este cambio en la ponencia marco que Ferraz había remitido a las distintas agrupaciones en los albores del proceso congresual.
La discusión dentro del PSOE sobre el asunto fue uno de los puntos calientes de los debates en el seno de las comisiones que se celebraron durante el congreso en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Fibes el pasado 30 de noviembre. Tanto fue así que no hubo acuerdo en el organismo dedicado a las políticas de igualdad y la enmienda sobre las letras LGTBIQ+ presentado por la delegación de Guadalajara se votó en el plenario. La facción donde están incardinadas Carmen Calvo y también otras referentes del autodenominado "feminismo clásico", como Amelia Valcárcel, logró su objetivo y lo celebró de forma ostensible. "Que viva la lucha de las mujeres", gritaron después de su victoria contra las siglas "woke", como las calificaron fuentes de ese grupo.
Las tesis de este grupo se habían impuesto en comisión por un 47,8% frente al 23,5% que había optado por las siglas LGTBIQ+. Los estatutos del PSOE permitían la votación final en el plenario y ahí también se impuso esta facción para enfado ahora de Podemos y Sumar y también de parte de los socialistas. Víctor Gutiérrez, que repite como secretario del área LGTBI en la Ejecutiva actual, ha asegurado que el partido seguira trabajando por "todas las siglas", a pesar de las críticas de otras figuras del partido. La presidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, una de las referentes del feminismo y reconcida por su trayectoria en el Congreso, ha calificado esta votación como una "desgraciada jugarreta".
El movimiento en el Congreso del PSOE ha generado una tromba de críticas de figuras como Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans estatal que fue en la lista de Podemos en las europeas del pasado junio, o Carla Antonelli, senadora de Sumar y exdiputada del PSOE en la Asamblea de Madrid. Y también de las cúpulas de ambos partidos. "Esto no es feminismo clásico, sino transfobia", ha dicho Isa Serra, portavoz de Podemos y eurodiputada, que ha criticado al PSOE por convertir a las personas trans y no binarias en "el chivo expiatorio de la extrema derecha". Por su parte, Lara Hernández ha advertido que su formación no aceptará "recortes" en materia feminista ni LGTBIQ: "Creemos en un feminismo emancipador, que cuente con las mujeres trans, queer y no binaries".
Hernández también se ha referido a la enmienda que salió adelante también en la comisión de igualdad del Congreso Federal del PSOE y que limitaba la participación de personas de "sexo masculino" en competiciones deportivas en las categorías reservadas a mujeres. "Las mujeres trans también son mujeres en el deporte", ha añadido la dirigente del partido de Yolanda Díaz. Esta es una de las principales discusiones sobre el colectivo trans, aunque en la ley aprobada en la pasada legislatura quedaba blindado este derecho que ahora parte del socialismo ha vuelto a abrir durante su cónclave en Sevilla.
La reacción de Podemos y Sumar da pie a una pugna que no será baladí en el ciclo electoral que está por abrirse en los próximos años y que tendrá un alto contenido ideológico. El PSOE ha escenificado en su congreso un viraje hacia la izquierda, como demostró el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante el mitin de clausura del congreso de Sevilla. La medida estrella es la promesa de crear una empresa pública que "construya y gestione" viviendas desde la Administración General del Estado. Esta era una de las propuestas que había esbozado Sumar durante la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, como recordó en redes sociales el responsable de esas conversaciones en el lado magenta, Carlos Martín Urriza.
No es casualidad que el lema del PSOE durante el congreso en la capital andaluza fuera "España adelanta por la izquierda", pero el debate en el seno de la comisión de igualdad y la posterior aprobación del recorte en las siglas LGTBIQ+ no apunta precisamente a ese giro, lo que da alas a las fuerzas de izquierda para competir por la bandera del colectivo.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}