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Ni Madrid ni Cádiz: esta es la ciudad donde puedes visitar el belén más "norteño" de EspañaEl menú más barato de Asturias que solo podrás terminar si vienes en ayunas: más de 30 platos para elegir por solo 12,50 euros
El obrador Aldea, ubicado en Posada de Llanera, se ha convertido en un referente gastronómico en Asturias gracias a sus empanadas artesanales, que combinan tradición e innovación. Con más de 30 años de historia, esta empresa familiar ha conquistado los paladares asturianos y acumulado récords como el de medio millón de empanadas vendidas, un hito que alcanzaron en septiembre de 2024. Entre sus creaciones destacan las empanadas de sabores típicos de la región, como la de cachopo, un auténtico homenaje a la cocina asturiana que sorprende por su jugosidad.
El éxito de Aldea radica en una masa de receta original, elaborada con esmero para lograr un acabado perfecto, y en un abanico de rellenos que supera las 20 variedades, tanto saladas como dulces. La más popular sigue siendo la de cecina, queso de cabra y tomate, una combinación que representa lo mejor de la tradición asturiana.
Sin embargo, opciones como las de carne gobernada o las más creativas, como la de calamares en su tinta con alioli o morcilla matachana con pera en almíbar, han convertido este obrador en un lugar imprescindible para los amantes de la gastronomía.
De la receta de la abuela Leonor a nuevas creaciones
Aldea se ha especializado en la elaboración de dulces asturianos, utilizando recetas caseras que evocan la tradición. Por ejemplo, las casadielles se preparan siguiendo la receta de la abuela Leonor, el arroz con leche se hace según la receta de la bisabuela de Rocío, y los suspiros de Payares incorporan los trucos de una amiga del pueblo.
Desde 2008, Aldea celebra cada 10.000 empanadas vendidas con un pequeño gesto hacia sus clientes: quien compra la unidad que marca la nueva cifra redonda se la lleva gratis. Este detalle, junto con un cartel que actualizan periódicamente en su fachada, ha generado largas colas en su local de Llanera, donde además de empanadas, ofrecen productos de panadería y pastelería como carbayones, casadielles al horno y bizcocho mantecado.
Aunque las cifras impresionan, el éxito de Aldea no se mide solo por las ventas. La calidad de sus productos y su capacidad para reinterpretar recetas tradicionales asturianas han consolidado su fama. Entre sus propuestas más originales también se encuentran las empanadas de pulpo, dátiles con queso y beicon, o la dedicada a la fiesta medieval de Llanera, conocida como "la Exconxurada".
Este negocio familiar, fundado por Carmen Martínez y Raúl Vázquez, y ahora en manos de su hija Rocío, ha sabido evolucionar sin perder su esencia artesanal. Cada empanada es un testimonio del esfuerzo y la dedicación de una familia que ha sabido convertir un plato clásico en una experiencia culinaria innovadora. Durante la temporada navideña, sus hornos trabajan a pleno rendimiento, y además de empanadas, ofrecen turrones y panettones que complementan su oferta.
Desde las recetas tradicionales que evocan recuerdos de la infancia hasta las propuestas más innovadoras que sorprenden al paladar, estas empanadas son el resultado de tres décadas de pasión y dedicación. Aldea no solo ha puesto en valor un plato icónico, sino que ha demostrado que la combinación de tradición e innovación puede conquistar a generaciones enteras.
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