El panettone es uno de los dulces de Navidad más populares, pero con él se pueden elaborar otros postres en los que resalta su rico sabor.
En España tenemos muchos dulces típicos de Navidad. Los turrones de Jijona, los mazapanes de Toledo, las peladillas o los clásicos roscones de reyes, nunca han faltado en los hogares en estas fechas tan señaladas. Sin embargo, hay un postre de origen italiano que ha llegado a nuestro país con mucha fuerza: el panettone.
Este dulce no surgió como un postre como tal, sino que más bien llegó tras un error. Tal y como explica el escritor Stanislao Porzio en su libro titulado El Panettone, el origen de este alimento se encuentra en la casa de uno duques de Milán en el siglo XV. El cocinero quemó el postre en el horno. Para solucionar su fallo, mandó a uno de los sirvientes llamado Toni elaborar un postre con lo que quedaba en la despensa: harina, manteca, huevos, uvas y cítricos.
La casualidad quiso que el resultado fuese todo un éxito. De hecho, el ducado de Milán empezó a conocerse como 'pan de toni' y se convirtió en una de elaboraciones más pedidas en las panaderías. A pesar de que esto ocurre en el siglo XV, no existen referencias escritas del panettone hasta 1814. A nuestro país llegó hace unos años, pero al igual que ocurre con el resto de postres de esta época suele quedar sobras en la estantería y no sabemos que hacer con ellas.
La receta para aprovechar el panettone
Una de esas recetas que podemos realizar para darle otra vida a las sobras de panettone es hacer un tiramisú. Para elaborar esta tarta se podrá utilizar cualquier variedad, es decir, tanto el de chocolate como el de naranja o el de té, que le aportará un gran sabor. Tendremos que mantener los ingredientes fundamentales: el queso mascarpone, café frío y cacao en polvo.
Es importante destacar que no van a ser necesarios el azúcar o el vino marsala que se utilizan en Italia, puesto que el panettone ya aporta suficiente dulzor. Lo primero de todo, tendremos que colocar las láminas de panettone en la fuente que vayamos a utilizar. La pintamos con café sin que se ahogue demasiado y ponemos encima el mascarpone.
Esta operación la repetiremos dos o tres veces más para conseguir la altura que queremos. Una vez lo tengamos, espolvorearemos el cacao y guardaremos la tarta en la nevera durante 30 minutos antes de servirla. También se puede elaborar en vasos individuales si se prefiere.
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