Paul Mescal ha tenido la difícil tarea de protagonizar la secuela de una de las películas más populares de los últimos tiempos con, además, una leyenda como Denzel Washington delante.
Aunque no lo parezca, Denzel Washington está a punto de cumplir 70 años. A sus espaldas, el portentoso actor estadounidense carga dos premios Oscar, diez nominaciones a la estatuita y cuatro Globos de Oro. Training Day, American Gangster o Philadelphia son algunos de los títulos que se le pasarían por la cabeza a quien se cruzase en el camino de Denzel Washington. Justamente lo que le ha ocurrido a Paul Mescal, que estrena en España Gladiator 2.
El próximo 15 de noviembre, detonará una bomba nuclear en las taquillas de todo el mundo. Gladiator 2, la secuela de una de las películas más populares del presente siglo, lo tiene todo para romper récords. A falta de Russell Crowe, Ridley Scott ha puesto en primera línea a Paul Mescal, tal vez el actor más sólido de su generación, junto a Saoirse Ronan.
Mescal, nominado a un Oscar por Aftersun, se vio forzado a afrontar la pesada sombra de Máximo Décimo Meridio, combatió con rinocerontes y tuvo que dominar su temple ante el colosal Coliseo que Scott construyó en Malta. Pero eso no era lo peor: también estaba Denzel Washington.
Paul Mescal ante Denzel Washington
A lo largo de su aún corta carrera, Paul Mescal ha lidiado con intérpretes de la talla de Olivia Colman o Ed Harris, pero nunca con alguien del estatus de Denzel Washington. Gladiator 2 lo ha obligado a superar, de golpe, sus miedos. Como contó en una entrevista para GQ, la presencia de un dos veces ganador del Oscar como Denzel Washington en el set de rodaje lo aterrorizaba. Cada día, se preguntaba si tendría que coincidir con una leyenda de Hollywood; quizá uno de los cinco actores vivos más populares del planeta.
Denzel Washington, en la misma entrevista, definió a Paul Mescal como un profesional en pleno dominio de sus facultades. El protagonista de Gladiator 2 no tenía frente a él a un enemigo o a un celoso competidor. Denzel Washington estaba ahí para ayudarlo. Pero, aún así, era Denzel.
Al fin, llegó el momento en que ambos debían compartir plano por primera vez. “Me sentí incapacitado”, se lamentó Paul Mescal, que inmediatamente contratacó contra sí mismo. “Esto es una tontería de cojones”, se dijo. “Tengo que hacer mi trabajo”. Mientras lo pensaba, agarró la espada más cercana y salió a la arena a combatir.
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