En Santander reina el desacuerdo sobre la supuesta proliferación de ratas en la ciudad. "Las he visto hasta en el céntrico Paseo de Pereda", exclama Ricardo Sainz, el presidente de la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos. Otras organizaciones de ciudadanos, como la Asociación de Vecinos Amigos de Cazoña apuntan en el mismo sentido: "Es un problema que llevamos sufriendo años". En cambio, los comerciantes se muestran más cautos y el Ayuntamiento niega que haya aumentado el número de estos animales, pero, aun así, ensaya con unas "novedosas" pruebas piloto para "mantener el control sobre los roedores en la ciudad".
Los vecinos señalan el origen de este contratiempo hace un par de años, cuando el Gobierno local, liderado por el Partido Popular desde 2016, rompió las relaciones con la empresa Ascán, quien hasta ese momento se encargaba de la limpieza viaria de la localidad. Ahora es otra empresa la que se hace cargo del saneamiento. "Básicamente, es que falta limpieza. Antes pasaban los servicios seis veces a la semana, ahora dos y a veces ni eso", afirma Luis Ángel Huerta, el presidente de la Asociación de Vecinos Amigos de Cazoña a El Confidencial. En este sentido, también apunta Ricardo Sainz: "Hay una dejadez absoluta por parte del Ayuntamiento".
Los residentes aseguran estar "preocupados". "Tememos que llegue el momento en el que se cuelen en las casas o que puedan llegar a provocar alguna enfermedad", señala Sainz. En el lado opuesto, ni la Federación de Comerciantes de Cantabria ni distintos comercios particulares preguntados por este medio recuerdan problemas en sus locales con las ratas. Por su parte, el Consistorio, preguntado por este periódico, defiende que "no hay ningún problema de salud pública con las ratas". Aun así, estos días se pueden ver pegatinas en distintas alcantarillas de la ciudad, símbolo de que en esa zona la empresa ha efectuado sus trabajos de eliminación de plagas.
Algo huele mal en Langreo: olfateadores a 20.000 euros para que resuelvan el misterio
Marta Nevot
Los vecinos aseguran que "hay ratas por toda la ciudad" y que especialmente este problema se ha acentuado desde este verano, pero distinguen entre "el cuidado del centro y de los barrios". "Hay muchos terrenos sin vida que son nidos para las ratas. Además, es que son animales que crían muy rápido", reflexiona Ricardo Sainz y prosigue: "Los contenedores están desbordados y las aceras se encuentran plagadas de restos y desperdicios que no son recogidos a tiempo. Esta dejadez no solo afecta a la imagen de la ciudad, sino que también plantea serios riesgos al favorecer la proliferación de plagas y malos olores".
Un proyecto piloto
El Consistorio, en cambio, sí que señala un lugar: el barrio Pesquero. Una zona en la que es habitual, por su proximidad al mar, que haya roedores, según confirman los vecinos. Allí PreZero, la empresa que ahora gestiona la limpieza viaria, desarrolla un proyecto piloto que combina sensores de movimiento y dispositivos de calor para detectar y eliminar la presencia de roedores. Además, estas pruebas, que solo se llevan a cabo en la zona pesquera, monitorizan la población de ratas existente y evalúan la evolución de la comunidad animal que habita por las calles santanderinas.
Ambos grupos de vecinos afirman que es un problema que han trasladado al Ayuntamiento en repetidas ocasiones. De hecho, la Federación Cántabra de Asociaciones de Vecinos ha emitido varios comunicados en los últimos meses al respecto. "Ni hola nos han respondido", matiza Sainz. "Hemos mandado varios mensajes que al final nos contestaron, pero lo que queremos es limpieza, nada más", finaliza. "Tenemos contacto con la concejala de Barrios, pero nunca nos da una fecha concreta de cuándo van a solucionar esta situación", cuenta Huerta. Preguntado por este periódico, el Ayuntamiento responde que "se realiza una atención prioritaria de las incidencias trasladadas vía telefónica y las que recibe el Ayuntamiento, y se trabaja con un sistema de mapas de calor que identifica las incidencias notificadas y permite localizar las zonas problemáticas e incrementar la frecuencia de atención en ellas".
Más allá del área cercana al mar, las zonas verdes son otro de los puntos que el Ayuntamiento supervisa a través de la empresa Légamo, adjudicataria para prestar el servicio de limpieza en parques y jardines. Estos espacios son más sensibles que las calles asfaltadas porque el uso de ciertos productos sobre la flora puede suponer un riesgo para quienes las arreglan e incluso para animales y niños. Ante este obstáculo, el Consistorio señala que Légamo trabaja en el mantenimiento, limpieza y adecuación para evitar la proliferación de nidos. Además, prestan especial atención a las palmeras, un árbol muy propicio para el refugio de los roedores. La empresa, según explica el Gobierno local, hace podas periódicas y elimina los dátiles para que no sirvan de cobijo ni alimento para los animales.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}