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La ciudad de Huelva se vistió de gala para una proeza culinaria que acaparó miradas nacionales e internacionales: la creación del plato de jamón más grande del mundo. Desde tempranas horas, las carpas de la Avenida de Andalucía se llenaron de personas ansiosas por presenciar el evento y apoyar esta hazaña gastronómica. Esta celebración, además de ser un tributo a la tradición ibérica, tuvo un marcado carácter solidario.
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P. Díaz
Huelva, famosa por su legado en la producción de jamón ibérico, se propuso batir un récord mundial. No era solo una cuestión de tamaño, sino de espíritu comunitario. Así, la ciudad recibió a visitantes y medios interesados en documentar un esfuerzo donde no solo se celebraba el jamón, sino también la dedicación de más de 80 cortadores voluntarios, quienes llegaron de distintos puntos de España.
La jornada avanzaba con ritmo vertiginoso, y ya para el mediodía, se vislumbraba el alcance de la proeza: cubrir un espacio de 217 metros cuadrados con lonchas de jamón y superar los 680 kilos de jamón ibérico. Con este logro, Huelva superó el récord anterior, que había sido establecido en Torrijos, Toledo, y lo hizo con un despliegue de organización y dedicación pocas veces visto.
La precisión y coordinación fueron claves para lograr el objetivo. Los cortadores, provenientes de ciudades como Madrid, Salamanca y Barcelona, trabajaron sincronizados, manteniendo estándares de higiene y calidad exigidos por el Guinness World Records. La asociación Cortadores Solidarios Siempre Unidos fue el alma de esta tarea.
El evento no solo fue un espectáculo visual, sino también una experiencia para el gusto y el tacto. Los jamones ibéricos, con una pureza mínima del 50%, fueron cuidadosamente cortados en finas lonchas para asegurar que cubrieran completamente el enorme plato. Cada participante portaba guantes y mandiles, garantizando la seguridad alimentaria en todo momento.
Una vez alcanzado el récord, se vendieron las lonchas de jamón en platos individuales, a un precio accesible de 5 euros. El propósito de esta venta era benéfico, ya que los fondos recaudados fueron destinados a apoyar a varias asociaciones locales, como 'Mi princesa Rett' y Aones. Además, se hizo una donación especial a los Bomberos de Huelva, en reconocimiento a su valiente labor.
Para completar la celebración, desde la tarde hasta la medianoche, se organizaron actividades para todas las edades, creando un ambiente festivo que unió a la comunidad y los visitantes. Artistas locales ofrecieron música en vivo, charangas animaron el ambiente y los niños disfrutaron de juegos y animación. Así, Huelva no solo batió un récord, sino que también creó un momento de celebración en torno a su icónico jamón ibérico.
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