Más allá del 12 de Octubre: un vistazo a la trastienda donde se alista el Ejército del futuro

Más allá del 12 de Octubre: un vistazo a la trastienda donde se alista el Ejército del futuro

Hoy es 12 de octubre, Fiesta Nacional, y podremos ver por las calles y cielos de la capital el músculo militar de España. Más de 4.000 soldados y agentes, casi 200 vehículos, 56 aviones y 29 helicópteros (pendientes de la meteorología). No desfilarán los medios de cadenas, como los carros de combate Leopardo 2E, los vehículos de infantería Pizarro, ni el polémico 8x8 Dragón; pero sí los todoterrenos tácticos Vamtac ST5 con mortero Eimos y otros medios. Pero el despertador estratégico que hizo sonar la guerra de Ucrania para las fuerzas armadas occidentales ha sacudido conciencias, estados mayores y bolsillos. Y mientras nuestras tropas recorren las calles, el Ejército está inmerso en una profunda transformación para afrontar nuevos retos con mejores capacidades.

Para entender el alcance de esta transformación, acudimos a Toledo a principios de este mes al Foro 2E+I (Ejército y Empresas más Investigación); organizado por el teniente general Fernando García de las Hijas, jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército, y respaldado por la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce y el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), general Amador Enseñat.

Legionarios con sus vehículos de combate. El segundo VAMTAC lleva un montaje Guardian 2.0 de la empresa Escribano. (Juanjo Fernández)Legionarios con sus vehículos de combate. El segundo VAMTAC lleva un montaje Guardian 2.0 de la empresa Escribano. (Juanjo Fernández) Legionarios con sus vehículos de combate. El segundo VAMTAC lleva un montaje Guardian 2.0 de la empresa Escribano. (Juanjo Fernández)

En la Ciudad Imperial se dan cita cada año los principales actores de la Defensa, con la mirada puesta en la fuerza del futuro, con el horizonte temporal de 2035 (Fuerza 2035). Durante dos días, se explicaron los avances de las tecnologías militares emergentes, la transición de aplicaciones civiles al ámbito de la defensa y se mostraron algunos de los nuevos medios en los que está trabajando la industria nacional.

Una revolución en ciernes

"El objetivo es dotar a las Fuerzas Armadas del material adecuado, pero, a la vez, potenciando la industria nacional", resumió la secretaria Valcarce en la inauguración de las jornadas, incidiendo en la importancia de desarrollar productos competitivos que se pueden exportar y cómo el Ejército puede jugar un papel clave como embajador de los logros industriales españoles.

La alta funcionaria hizo un repaso de los principales programas de modernización y "adquisición" de capacidades, en referencia a los sistemas de armas que se comprarán en el exterior.

Momento de la exposición de la Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, con el JEME (izquierda) y el Male (derecha). (Juanjo Fernández)Momento de la exposición de la Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, con el JEME (izquierda) y el Male (derecha). (Juanjo Fernández) Momento de la exposición de la Secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, con el JEME (izquierda) y el Male (derecha). (Juanjo Fernández)

Entre las incorporaciones previstas para lo que resta de año está la de 36 vehículos de zapadores Castor, un blindado basado en el chasis ASCOD de GDELS – Santa Bárbara, que se esperaba con anhelo desde hace años. También la del controvertido programa del 8x8 Dragón, del que señaló que "las primeras unidades se entregarían en este año". El proyecto, que ha sufrido todo tipo de contratiempos, dificultades y polémicas, no deja de estar cuestionado y es probable que no se llegue a completar el número de unidades inicialmente programadas.

Sin duda uno de los más ambiciosos es el del Vehículo de Apoyo a Cadenas (VAC), para el que se destinarán 2.000 millones de euros para dotarse de un vehículo blindado que pueda reemplazar al veterano TOA. El siguiente es el Sistema Lanzador de Alta Movilidad (SILAM), con el que se recuperará una capacidad perdida como es la artillería lanzacohetes (que el conflicto ucraniano ha demostrado ser imprescindible).

El VAC, pese a que se ha lanzado con mucha fuerza y se considera prioritario, aún va a tardar, por lo que se va a hacer necesario invertir algunos recursos en mantener los viejos TOA. El SILAM parece marchar bien y presenta muy buenas expectativas.

Enrique Andrés Pretel

Pero donde la secretaria de Estado puso más énfasis fue en el misil antiaéreo Patriot. Está claro que la artillería antiaérea estaba muy abandonada (no solo en España) y con el NASAMS y este sistema modernizado, volvería a primera línea. El plan —detalló la Sedef— es adquirir nuevos lanzadores y los sofisticados misiles PAC-3, y modernizar las baterías que ya opera España. Empresas españolas como Sener y Oesía, recordó Valcarce, se han metido en la cadena de suministro de varios componentes del misil, como los sistemas de guiado.

El campo de batalla transparente

Una de las lecciones de la guerra de Ucrania es que el nuevo campo de batalla se ha convertido en un terreno donde es muy difícil esconderse debido a la proliferación exponencial de diferentes sensores con amplias capacidades de reconocimiento, que van desde drones de todo tipo a satélites. Este fenómeno, que está cambiando la doctrina de la guerra más de lo que ahora podemos imaginar, es lo que se denomina el "campo de batalla transparente". Un nuevo y desafiante entorno, al que hay que adaptarse.

Pantalla del sistema I-MUGS, con información integrada del BMS. (Juanjo Fernández)Pantalla del sistema I-MUGS, con información integrada del BMS. (Juanjo Fernández) Pantalla del sistema I-MUGS, con información integrada del BMS. (Juanjo Fernández)

Este proceso implica importantes transformaciones en ámbitos diferentes. Por una parte, se trabaja en utilizar esa 'transparencia' a favor. Se busca el control sobre las posiciones del enemigo para maniobrar o atacar en puntos débiles o desprotegidos y, además, detectar, seguir y atacar sus fuerzas. Para ello habrá que disponer de numerosos sensores, de distintos tipos, utilizarlos de manera coordinada, centralizada y en tiempo real.

En el otro extremo, también hay que explorar nuevas vías para esconder las fuerzas propias con técnicas (y tecnologías) de camuflaje y ocultación. Ya no es suficiente con esconderse tras unas ramas o redes, inútiles ante capacidades avanzadas como la visión térmica. Se aspira a que estas mejoras vayan más allá de los grandes blindados y se extiendan a los sistemas de tipo medio.

Juanjo Fernández

Un ejemplo es el proyecto para incorporar a los vehículos tácticos Vamtac de la gallega Urovesa dos sistemas que le convertirán en un verdadero blindado de combate. El primero es un conjunto mimético con ocultación visual e infrarroja; el segundo, una estación de armas remota Guardian 2.0 de la empresa madrileña Escribano M&C. Este montaje permitirá dotar al vehículo de ametralladoras pesadas de 12,70 mm e, incluso, actuar como defensa antidrón con munición tipo airburst o de fragmentación con un lanzagranadas MK.19 de 40 mm en lugar de la ametralladora.

Este nuevo entorno de combate también va a afectar —y mucho— a la artillería. Tanto en su tipo y forma de operar, como en sus alcances. Hoy tiene poco sentido, y a futuro menos aún, utilizar piezas remolcadas. Prima el movimiento rápido para entrar en posición, hacer fuego y salir en un tiempo mínimo. De lo contrario, los drones y radares de contrabatería localizarán las piezas y serán destruidas. Por ello hay que ir hacia artillería autopropulsada, ruedas o cadenas. En cuanto a los alcances, la zona batida por el fuego enemigo será cada vez mayor y pronto se van a exigir mínimos de 300 km con elevada precisión, algo que 'ayer' era casi impensable.

Emulador del Sistema de Misión Maestre que dotará los blindados 8x8. (Juanjo Fernández)Emulador del Sistema de Misión Maestre que dotará los blindados 8x8. (Juanjo Fernández) Emulador del Sistema de Misión Maestre que dotará los blindados 8x8. (Juanjo Fernández)

Sentir el futuro a la vuelta de la esquina

Hoy día, la forma más rápida de traer el futuro a los sistemas de armas es integrar sensores. Más y más medios que permitan captar información (ópticas de grado militar con visión diurna, infrarroja, radares) y que pueden colocarse en una variopinta multitud de tipos de plataformas, desde las convencionales tripuladas —como aviones, helicópteros, observadores avanzados o los propios combatientes— hasta la inmensa variedad de vehículos no tripulados aéreos, terrestres y navales a disposición.

El problema es la ultrafragmentación que deja a los ejércitos ante una variedad tremenda de equipos de diferentes fabricantes, tipos y capacidades. La complejidad de controlar esa variedad de activos y conseguir que trabajen de manera coordinada es enorme. En esta línea está trabajando el I-Mugs, un innovador sistema que permite controlar drones muy dispares con un número reducido de operadores. Puede operar desde vehículos no tripulados aéreos de tamaño medio, como el A900 de la empresa española Alpha, a los más pequeños. Incluso permite un control inteligente de enjambres y unirlos con la información recogida de drones terrestres o UGV y de combatientes sobre el terreno.

Pequeñas empresas especializadas, como Vig-Sec Drone, Abionica Solutions, Swarming, o ya grandes y consolidadas, como Indra, GMV, SENER, EINSA o Airbus (entre otras muchos), ya ofrecen soluciones operativas. Entre ellas podemos destacar los trabajos realizados en el denominado Manned-Unmanned Teaming (MUM-T), el conjunto entre plataformas tripuladas y no tripuladas que Airbus está desarrollando para el Programa FCAS.

Juanjo Fernández

También muy prometedor el sistema de misión denominado Maestre, que permite integrar de manera inteligente tanto el Sistema de Mando y Control (BMS) con todos los sensores de un vehículo moderno, como va a ser el 8x8 Dragón. De esta manera, los tripulantes del blindado tendrán acceso a una información de la situación del campo de batalla y además, de todo lo relativo a su vehículo, como visión de cámaras perimetrales, comunicaciones, navegación, alertadores, control de armas, averías, etc.

La tecnología es omnipresente, pero también hay que estar preparados por si falla o el enemigo la deja inoperativa. También hay proyectos para estos escenarios, como las innovaciones que convertirán el Centro de Adiestramiento de San Gregorio en todo un referente en entrenamiento avanzado, altamente digitalizado y con posibilidad de monitorizar cualquier evento. En este caso, una de las capacidades que se van a implementar es la posibilidad de realizar ejercicios en ambiente degradado, donde los soldados, por ejemplo, podrían carecer de señal GPS, comunicaciones o fuentes de información.



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