Febrero de 2023. Valencia. Miles de cargos del PP, incluyendo diputados, senadores, barones y militantes presenciaron, atónitos, la ya conocida como 'foto de la unidad', el reencuentro que protagonizaron de forma inédita los dos expresidentes del Gobierno. Por primera vez en años, José María Aznar y Mariano Rajoy coincidieron en un escenario para brindar su apoyo a Alberto Núñez Feijóo. Un halo de euforia recorrió a todos los cuadros del PP. El partido usó aquel congreso Intermunicipal para tomar impulso electoral de cara a la importante cita del 28-M, que tiñó de azul el mapa territorial.
No obstante, aquel entusiasmo se tornó en frustración pocas semanas después, con la victoria pírrica de Alberto Núñez Feijóo en unas sobrevenidas elecciones generales que le condenaron a ocupar la bancada de la oposición. Desde entonces, la obsesión del líder del PP ha sido demostrar que estaba en lo cierto cuando le dijo a Sánchez en su misma sesión de investidura que "esto es una equivocación". Con el paso de los meses, los problemas de la debilidad parlamentaria del Gobierno han quedado opacados por la intensa vorágine judicial por presunta corrupción que atenaza al entorno del jefe del Ejecutivo, a lo que hay que sumar el escándalo de agresión sexual que ha noqueado a Sumar, su socio de coalición.
Para el PP resulta imposible calibrar si la magnitud de los frentes abiertos en el Gobierno acerca la fecha de caducidad de la legislatura. Los hombros se encogen cuando se le pregunta al entorno directo de Alberto Núñez Feijóo si habrá elecciones más pronto que tarde. Pero lo que tiene claro el líder popular es que la próxima cita con las urnas, sea cuando sea, no puede pillarle ni a él ni al partido con el pie cambiado. Y ese será uno de los objetivos de la 27 Intermunicipal del PP, que Génova ha fijado para el próximo 30 y 1 de diciembre en Valladolid: engrasar la maquinaria territorial del primer partido de la oposición.
La cita no cuenta con la solemnidad que se dio al mismo cónclave el año pasado por la falta de un horizonte plebiscitario claro. Pero fuentes de Génova anticipan una especie de 'macroacto' con presencia no sólo del ingente poder municipal del PP, sino también de los barones autonómicos, sin descartar tampoco cursar invitación a los expresidentes del Gobierno. "El partido tiene que estar preparado y activo ante un posible adelanto electoral que puede llegar en cualquier momento", refrendan en la cúpula.
Dirigentes bien posicionados aseguran que, en los últimos meses, se ha trasladado esa tensión por el profundo clima de "inestabilidad" del Ejecutivo a las direcciones regionales, con un goteo constante de visitas de distintos miembros de la cúpula a delegaciones provinciales y autonómicas. "Nadie sabe qué puede pasar, pero no nos podemos dormir en los laureles", apuntan voces con presencia en la dirección nacional.
El acto de finales de noviembre se entiende como una especie de revulsivo orgánico para tomar impulso ante un Gobierno "paralizado" y "podrido", en el que exhibir las "soluciones" y "experiencia de gestión" de su poder local, además de analizar "la actualidad" y plantear, en conjunto, nuevas propuestas dentro del programa social del PP, al que Feijóo ha dado máxima relevancia.
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EFE
Génova ha escogido Valladolid como escenario por ser Castilla y León la autonomía más próxima a la celebración de elecciones, siempre que no haya sorpresas. El partido celebrará actos desde el 25 de noviembre, en lo que han apodado como la 'Semana del Municipalismo del PP', que culminará con la celebración de la 27 Intermunicipal el fin de semana del 30 de noviembre y 1 de diciembre, cuando se espera el aterrizaje del grueso del partido. Se da la circunstancia de que ese mismo fin de semana, Sánchez celebra su Congreso Federal del PSOE en Sevilla, un cónclave que se celebra tras unas semanas negras, tanto en Moncloa como en Ferraz.
El pasado lunes, durante la reunión del Comité Ejecutivo Nacional y el posterior almuerzo en un céntrico restaurante de Madrid, Feijóo trasladó a sus barones la necesidad de estar preparados ante cualquier escenario, como trasladan fuentes presentes en la cita, aunque la moción de censura no esté en sus planes. El líder del PP dibujó un panorama funesto para Sánchez, y vaticinó "un futuro muy tormentoso" para el presidente del Gobierno, para su partido y para su familia en los tribunales.
En el partido tampoco tienen claro que, tras los últimos acontecimientos, el Gobierno sea capaz de sacar adelante los Presupuestos. Y no sólo por las prebendas de Junts, sino también las de otros socios como Podemos, cuyas bases han aprobado condiciones como romper relaciones con Israel y rebajar los alquileres, por ley, un 40%. A todo ello hay que sumar el posible desmoronamiento del espacio a la izquierda del PSOE por el impacto del 'caso Errejón'. La situación, a juicio del PP, es "irrespirable". Y Feijóo advierte a los suyos: "Tenemos que estar preparados para cualquier acontecimiento, y activados para cualquier supuesto".
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