Estos son los nuevos modelos de exámenes de Selectividad 2025 en Madrid: todas las novedades de la EvAU

Estos son los nuevos modelos de exámenes de Selectividad 2025 en Madrid: todas las novedades de la EvAU

Estos son los nuevos modelos de exámenes de la Selectividad 2025 en País Vasco: todas las novedades de la PAUEstos son los nuevos modelos de exámenes Selectividad 2025 en Andalucía: todas las novedades de la PEvAU

Las seis universidades públicas de Madrid ya han publicado los modelos de exámenes para la nueva PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Los exámenes, que tendrán lugar los días 3, 4 y 5 de junio en su convocatoria ordinaria y del 1 al 3 de julio en la extraordinaria, traen consigo importantes novedades que buscan, según la Comisión Organizadora, garantizar que las pruebas se ajusten a los nuevos criterios establecidos por el Real Decreto 534/2024. Todos los interesados pueden consultar los modelos de los exámenes de las diferentes asignaturas en el siguiente enlace.

En el caso del examen de Lengua Castellana y Literatura, por ejemplo, la prueba está dividida en tres bloques, comenzando con la comprensión y un comentario de un texto. En el Bloque 1, los estudiantes deben completar un comentario del texto, que incluye identificar su tema (0,5 puntos), señalar las características lingüísticas y estilísticas más destacadas (1,5 puntos), y determinar el tipo de texto (0,5 puntos), con una calificación total de 2,5 puntos. Además, deben elaborar un resumen (1 punto) y redactar un texto argumentativo sobre un tema propuesto (1,5 puntos).

Varios alumnos en el examen de Selectividad (Fuente: EFE)Varios alumnos en el examen de Selectividad (Fuente: EFE) Varios alumnos en el examen de Selectividad (Fuente: EFE)

En el Bloque 2, se plantean preguntas sobre contenidos de Lengua Castellana del currículo de 2º de Bachillerato, donde se pide realizar un análisis sintáctico de una oración compleja o compuesta (1,5 puntos) y resolver cuestiones morfológicas o léxico-semánticas (1 punto). El Bloque 3 se centra en la Literatura en castellano, donde el alumno puede desarrollar un tema sobre literatura española (1,5 puntos) y analizar una obra literaria en relación con su contexto sociohistórico y su tradición literaria (1 punto).

En el caso del examen de Historia de España, se compone de tres partes principales. En la primera, el estudiante debe responder a tres cuestiones relacionadas con los contenidos del bloque A del programa. Estas preguntas representan el 30% de la nota final y están diseñadas para evaluar el conocimiento general sobre los temas del bloque. La segunda parte consiste en la interpretación de fuentes históricas, donde el estudiante debe analizar una imagen, mapa, gráfico o cuadro estadístico relacionado con los temas de los bloques B, C y D, siempre de un siglo diferente al tema y texto que le acompañan en el examen. Esta sección también representa el 30% de la nota y busca evaluar la capacidad de extraer y aportar información a partir de una fuente histórica.

La tercera parte del examen ofrece al estudiante la posibilidad de elegir entre desarrollar un tema o realizar un análisis de texto, ambos relacionados con los contenidos de los bloques B, C y D. Si elige el tema, deberá desarrollar uno de los epígrafes completos de los temas 4 al 15 del programa. Si opta por el análisis de texto, tendrá que responder a tres preguntas que incluyen un resumen breve, la identificación de las ideas fundamentales del texto y una pregunta sobre su contexto histórico. Esta sección constituye el 40% de la nota, siendo la más relevante en la calificación final.

Así será la EvAU 2025 en Madrid

Uno de los puntos más destacados es el fin de la posibilidad de elegir contenidos de forma tan flexible como en los últimos años. Durante la pandemia, los estudiantes podían descartar algunos temas del temario, lo que les daba un mayor margen de maniobra a la hora de preparar los exámenes. Sin embargo, para 2025, este modelo ya no estará disponible. Desde ahora, cada asignatura presentará un modelo único de examen que se dividirá en bloques o apartados basados en los "saberes básicos" del temario, asegurando que todos los estudiantes sean evaluados de manera equitativa en cuanto a competencias.

A pesar de la mayor estructuración de los exámenes, los alumnos seguirán teniendo cierta flexibilidad en las preguntas que responden. Se mantendrá la opción de elegir preguntas dentro de los diferentes bloques, es decir, habrá preguntas optativas, pero siempre dentro de un mismo bloque temático. Este sistema de optatividad alcanzará al menos el 50 % de las preguntas en cada prueba. La idea es que los estudiantes puedan demostrar su dominio sobre los temas que mejor han preparado, aunque sin dejar de evaluar las competencias clave de cada asignatura.

El Confidencial

Una de las preocupaciones de la Comisión ha sido la de minimizar el impacto del cambio, tratando de que la transición hacia este nuevo modelo sea lo menos abrupta posible. Por eso, la duración de cada prueba seguirá siendo la misma: 90 minutos. No obstante, el formato de las preguntas se diversifica.

Habrá preguntas de respuesta cerrada, semi construida y abierta, pero lo más importante es que al menos el 70% de la puntuación total del examen dependerá de las preguntas abiertas y semi construidas. Esto responde a la necesidad de evaluar no solo el conocimiento memorístico, sino también la capacidad de análisis, síntesis y argumentación de los estudiantes.

Otro cambio relevante es la introducción de preguntas de "carácter competencial", una medida que sigue las directrices estatales del Real Decreto. Este tipo de preguntas, que evaluarán la capacidad de aplicar los conocimientos a situaciones prácticas o reales, deberán representar al menos el 20 % de cada examen. La idea detrás de esta medida es fomentar una evaluación más práctica y orientada a la resolución de problemas, algo que se espera ayude a preparar mejor a los estudiantes para los retos del entorno universitario y profesional.

El Confidencial

La nueva EvAU también supone un ajuste en la terminología. A pesar de que en distintas comunidades autónomas se ha conocido a esta prueba con nombres como EVAU, EBAU o PEvAU, a partir de ahora el nombre oficial será simplemente PAU (Prueba de Acceso a la Universidad). Sin embargo, cada región podrá seguir utilizando la denominación que prefiera. En Madrid, al menos por ahora, se mantendrá la nomenclatura EvAU.

Estos cambios, en su conjunto, reflejan un esfuerzo por unificar y mejorar el sistema de acceso a la universidad. Uno de los objetivos centrales de la nueva normativa es reducir las diferencias que han existido en las PAU de diferentes distritos universitarios. En este sentido, la Comisión Organizadora ha subrayado que seguirán trabajando en los próximos años para garantizar una mayor igualdad entre regiones, de modo que todos los estudiantes, independientemente de la comunidad autónoma en la que realicen la prueba, tengan las mismas oportunidades de éxito.



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