El destripador de Gainesville, Danny Rolling: la historia real detrás de Ghostface, el asesino de 'Scream'
En 1996 se estrenaba Scream, la primera de la que resultó convertirse en una larga franquicia que se extiende, de momento, hasta 2023, año en que se lanzó la sexta entrega y la promesa de una séptima.
Wes Craven firmó esta cinta que está considerada una de las mejores películas del género y que fue, para muchos, el resurgir de los slasher. En Scream un asesino, ataviado con túnica negra y máscara de fantasma, se arma con un cuchillo para matar a varias víctimas en el entorno del instituto de un pueblo de California. La película arranca con Ghostface (el asesino) acechando a una mujer joven que se encuentra sola en casa, a quien acaba matando a cuchilladas. De hecho, en el metacine que la película hace consigo misma, su título alternativo sería Slash (Cuchillada).
Lo que trascendió más bien poco sobre el origen de esta historia, sin embargo, es que Kevin Williamson, escritor responsable del guion, se inspiró en hechos reales, sucedidos no mucho antes del estreno de la película.
En agosto de 1990, la localidad de Gainesville se vio sacudida cuando, en el lapso de tres días, cinco personas muy jóvenes (cuatro mujeres y un hombre) aparecieron asesinadas a cuchilladas en sus propias casas, todas ellas en el entorno de la Universidad de Florida.
Un mes después, la policía detendría a un tipo llamado Danny Rolling por robar en una tienda, y se daría cuenta, un poco por casualidad, de que estaba relacionado con los asesinatos de la Universidad.
Pero, empezando por el principio, ¿quién era Danny Rolling?
A nadie le sorprenderá encontrar una infancia atribulada y una vida difícil. Nacido en mayo de 1954 en Louisiana, el padre de Danny, James Rolling, era un veterano de guerra que sufría de estrés postraumático que en ese momento ejercía de policía y que ejercía una tremenda violencia sobre su mujer, Claudia, y sobre los hijos de ambos, de quienes abusaba física y psicológicamente.
Con el tiempo y como mecanismo de defensa ante las frecuentes palizas, tal como determinarían después los expertos, Danny creó diferentes personalidades y llegó a un punto de distorsión de la realidad que lo llevó a desarrollar diferentes trastornos mentales, entre ellos TLP (Trastorno Límite de la Personalidad), voyerismo y varias parafilias sexuales. Más tarde se haría adicto al consumo de drogas y alcohol e intentaría suicidarse en más de una ocasión.
Después de alistarse en el ejército y ser expulsado de las Fuerzas Aéreas en 1972, se fue a vivir con su abuelo y, más tarde, se casó y tuvo una hija, pero no fue capaz de conseguir estabilidad dentro de su hogar y terminó por divorciarse. En este punto, cuando aún no había cumplido treinta años, empezó a delinquir: hurtos, robos con fuerza, voyerismo y violación. Lo detuvieron por todo ello, excepto por la violación.
Durante la década de los ochenta, incapaz de mantener ningún trabajo durante demasiado tiempo, entró en una dinámica de robar e ir a la cárcel hasta su siguiente puesta en libertad, y vuelta a empezar. Pero a finales de 1989 fue un paso más allá: asaltó una casa mientras la familia estaba cenando y los asesinó a todos: el padre, de 55 años, su hija de 24 y el nieto, de solo 8 años.
No sería relacionado con estos crímenes hasta mucho tiempo después. Mientras la policía investigaba esta carnicería sin tener hilos de los que tirar, y al día siguiente de haber matado a la familia, Danny fue a ver a su padre armado con una pistola, le disparó en la cabeza y el estómago y comenzó una huida que lo llevaría, meses más tarde, a Florida, donde terminó en Gainesville.
James Rolling, sin embargo, no murió: perdió un ojo, se quedó sordo de un oído y denunció a su hijo por intento de asesinato.
El 24 de agosto de 1990, Ray Barber, oficial de policía de Gainesville, acudía al Williamsburg Village, un edificio de apartamentos para estudiantes de la Universidad de Florida, por un aviso de música a muy alto volumen. Las inquilinas del piso, Christi... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}