Cuando un proyecto nace de un sueño, se nota. Y eso precisamente es lo que transmite Cordel Cycling, la empresa fundada en 2016 por Daniel Bazaco (Madrid,...
Avanzar a dos ruedas para conseguir una vida más sostenible
Cuando un proyecto nace de un sueño, se nota. Y eso precisamente es lo que transmite Cordel Cycling, la empresa fundada en 2016 por Daniel Bazaco (Madrid, 1986) como resultado de la unión de su pasión por la bicicleta y su preocupación por el medioambiente. Tras trabajar como ciclo-mensajero en Alemania, se dio cuenta de la necesidad que tenían muchos ciclistas de trasportar mayores volúmenes en sus vehículos. Con esta idea se propuso aprender costura para dar forma al producto que tenía en mente: distintos tipos de bolsas que pudieran ir atadas tanto al cuadro de la bici como al manillar. Como parte de su propósito de reducir su impacto medioambiental, se hizo cargo de todas las etapas de la producción él mismo. Selecciona las telas más eficientes y las cose él mismo, con el objetivo de que sean lo más duraderas posible. Así lo explica: “La garantía de mis productos es de por vida. Yo adquiero un compromiso con ellos y, si alguna vez se rompen, puedo arreglarlos”. Todo ello para ser fiel a sus valores de consumir menos y mejor. Esta es la razón también no solo de que fabrique únicamente bajo pedido, es decir, no genere un extra de stock; sino de que realice envíos únicamente a países cercanos. La sostenibilidad no es solo el centro de su negocio, sino también de su vida. Daniel se mudó a un pequeño pueblo madrileño, Bustarviejo, para reducir su huella de carbono, ya que tiene su casa, su taller y todo lo que necesita. “Mi camino al trabajo es de un minuto andando. Impacto medioambiental: cero”, bromea el segundo protagonista del proyecto #BuenaHuella de Naturgy en 20minutos. Reproduce el vídeo para descubrir su historia completa.
Un negocio y una vida en torno a la sostenibilidad y consciente de nuestra responsabilidad para luchar contra el cambio climático, al igual que Naturgy, que ha situado la innovación tecnológica y las energías verdes como clave de su transición como empresa. En sus más de 180 años de historia la adaptación ha sido la constante, no solo a nivel de negocio, aportando soluciones a los retos y los cambios que se les presentaban; sino posicionándose como un agente clave para transformar el mundo desde el sector energético. Una de sus últimas propuestas está centrada en las oportunidades que ofrece el gas renovable.
Así, se ha propuesto continuar ejerciendo su rol protagonista como agente impulsor del desarrollo de la cadena de valor de los gases renovables, como son el biometano y el hidrógeno. En el ámbito del biometano, cuenta ya con una cartera de más de 60 proyectos en desarrollo, de los que 37 son para la producción de biogás y su posterior proceso de enriquecimiento para producir biometano con el objetivo de inyectarlo en la red de gas natural, y el resto están basados en acuerdos de comercialización. Durante el pasado año, su capacidad de producción en plantas propias y de inyección en las redes de gas ascendió a 0,30 TWh, resultado del esfuerzo en el impulso de este nuevo modelo de economía circular, que transforma residuos orgánicos en energía descarbonizada.
En cuanto al hidrógeno, trabaja en el desarrollo de grandes hubs de producción vinculados a zonas de transición justa, especialmente en áreas afectadas por el cierre de las centrales térmicas.