Venezuela retrata la debilidad de Sánchez en el Congreso y le arrastra a su primera derrota

Venezuela retrata la debilidad de Sánchez en el Congreso y le arrastra a su primera derrota

El arranque del curso político no ha permitido a Pedro Sánchez hacer borrón y cuenta nueva del calvario parlamentario que experimentó en los últimos meses. Más bien todo lo contrario. El tenso debate sobre el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo de Venezuela demostró que los problemas para el PSOE no han hecho más que empezar. El PNV, que comparte multitud de planteamientos con el PP en distintas áreas, puede torpedear cualquier votación. Sus cinco votos son suficientes para que Feijóo pueda jugar sus cartas y bloquear la acción legislativa del Gobierno, incluso desde la oposición. Lo mismo sucede con Podemos o Junts.

Sánchez intentó sacudirse su debilidad parlamentaria con un órdago al Poder Legislativo. Avanza que gobernará "con o sin" el concurso del Congreso, lo que disparó el malestar de sus socios parlamentarios. Pero la Cámara Baja amenaza con no dar un respiro al presidente del Gobierno. Para el PP el diagnóstico es claro. Aunque enfrían las opciones de un adelanto electoral, sí creen que Sánchez "afronta su año más difícil". Los Presupuestos Generales del Estado penden de un hilo por el cerrojazo de Junts, y cada votación parlamentaria se ha convertido en una auténtica carrera de fondo para los socialistas.

Salvo cambios de última hora, el Gobierno experimentará este miércoles la primera gran derrota del curso, y el PP su primera victoria. El Congreso reconocerá formalmente a Edmundo González como presidente electo de Venezuela pese al rechazo de la izquierda y las reticencias de un PSOE que pide no adelantarse a la posición de la Unión Europea, y que no apoyará la iniciativa. El Gobierno no consiguió poner de acuerdo a las formaciones de siglas contrapuestas en un debate especialmente delicado, y los populares lograron fragmentar una vez más el bloque de investidura sumando a PNV y Coalición Canaria.

Ana Belén Ramos

La desconfianza de Génova en los jeltzales no ha desaparecido, y éstos dejaron claro a su vez que su apoyo a la iniciativa del PP es meramente circunstancial. Su líder en el Congreso, Aitor Esteban, lanzó un dardo a Feijóo por intentar utilizar Venezuela para acentuar las fisuras en el bloque del Gobierno, en el que siguen incluyéndose. Pero ni unos ni otros descartan nuevos acuerdos puntuales a lo largo de la legislatura.

La oposición presiona al Gobierno en su política con Venezuela

Coalición Canaria, por su parte, arranca el curso inclinando de forma decidida la balanza hacia Feijóo. No sólo apoyó la proposición sobre Edmundo González, sino que amenaza con retirar de forma permanente el apoyo de su única diputada a Sánchez en una legislatura en el que un solo voto puede ser decisivo. La desconfianza de Coalición Canaria radica en la "inacción" del Gobierno con la crisis migratoria que colapsa las islas, y en la que Feijóo ha pasado a la acción suscribiendo con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, un pacto migratorio que pone toda la presión sobre el tejado del Gobierno.

La proposición no de ley se votará este miércoles en el Congreso. No tiene carácter vinculante, e implica un mandato de la Cámara Baja al Gobierno para que reconozca a Edmundo González como presidente de Venezuela, aunque la petición puede ser ignorada por el Ejecutivo. Se trata, por tanto, de una iniciativa simbólica pero con importantes implicaciones a nivel parlamentario. La propuesta saldrá adelante previsiblemente con 177 votos a favor —los que suman PP, Vox, PNV, CC y UPN—. Junts dejó en el aire el sentido de su voto en el bronco debate de este martes, por lo que el golpe al Gobierno podría ser de mayor envergadura si los neoconvergentes pasan al bloque del 'sí'.

Itziar Reyero

La crisis de Venezuela arrastra al PSOE a su primera gran derrota y complica su horizonte legislativo. Por el momento, los socialistas sólo han presentado en el pleno una propuesta para frenar la práctica de la reduflación —el proceso que implica reducir el tamaño o la cantidad de un producto mientras el precio sigue siendo el mismo—, y la próxima semana intentará tramitar la reforma de la ley de asociación para dar cobertura a la ilegalización de la Fundación Franco. Hace unos días, el PSOE retiró también su firma del segundo intento de reformar la Ley del Suelo por la falta de apoyos parlamentarios. Y, mientras tanto, no hay certeza alguna sobre la aprobación de los Presupuestos, casi la única pieza que daría estabilidad a la legislatura.

El PSOE evita defender a Zapatero

El PSOE maniobró, sin éxito, para esquivar el primer fracaso parlamentario y presentó una enmienda a la proposición no de ley del PP para rebajarla y solicitar que sea la UE la que trabaje en el reconocimiento del líder opositor venezolano. Los socialistas colaron en el texto el enaltecimiento de la figura de José Luis Rodríguez Zapatero por su mediación en el conflicto de Venezuela, una propuesta que en el PP calificaron de "indecente" e "inaceptable".

"A Edmundo González le despojan, y a Zapatero le encumbran. Zapatero es de todo menos un mediador. Siempre ha utilizado el diálogo para dar cobertura a la dictadura. Invoca el bien para perpetuar el mal", despachó la portavoz del PP, Cayetana Álvarez de Toledo. Cristina Narbona, encargada de defender la postura del PSOE, no replicó las palabras de la diputada popular sobre el expresidente del Gobierno y evitó defenderle, quizá para no incendiar aún más un debate ya de por sí tenso. Narbona sí acusó al PP de generar "expectativas falsas" por "hacer creer que con el simple reconocimiento harán desaparecer a Nicolás Maduro". "Ojalá fuera así", zanjó.

Itziar Reyero

Álvarez de Toledo, con su habitual verbo afilado, enmendó los argumentos del Gobierno y recordó que Sánchez sí rompió los consensos comunitarios al reconocer unilateralmente el Estado de Palestina. A su discurso se sumó UPN, Coalición Canaria y Vox, que no perdió la oportunidad para ganar foco lanzándole un dardo a Feijóo y censurar sus acuerdos con los socialistas. Todos los grupos de la izquierda —Sumar, Podemos, BNG y ERC— se lanzaron, por su parte, contra la "hipocresía" del PP por ensalzar a un líder "ultraderechista" sin que se conozcan las actas electorales. En suma, una nueva exhibición de bronca y fuego cruzado que depara otro año de alto voltaje.



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