Uno de los callejones del centro de Cáceres esconde un secreto relacionado con los huesos de sus paredes.
Extremadura es una de las partes del interior de España con mayor patrimonio cultural e histórico. En la ciudad de Cáceres existe una calle que esconde unos restos cuya procedencia ha sido objeto de numerosas teorías e hipótesis a lo largo de los años. Este callejón, que sirve de atajo para muchos, es la prueba viva del paso del tiempo en este municipio extremeño.
El 'Callejón de los Huesos'
El Callejón de Don Álvaro, también conocido como el 'Callejón de los Huesos', es una de las calles más estrechas de Cáceres y de toda Extremadura. Ubicada en el centro de la ciudad, sirve como atajo para todo aquel que quiera llegar a la zona de la judería. A pesar de que muchos pasan por ella a diario, no todo el mundo conoce la historia que se esconde tras sus paredes.
Misterios y leyendas flotan alrededor de esta pequeña vía cacereña que une la plaza de San Jorge con la de San Mateo. Cualquiera que se fije en los muros que acompañan su travesía podrá ver que entre las piedras y ladrillos se esconden restos y huesos que forman parte de la arquitectura de la calle. Unos más grandes y otros más pequeños, pero todos ayudando a sustentar sus paredes.
Por qué hay huesos en las paredes
Estos numerosos fragmentos de huesos deberían estar ocultos, pero el desgaste propio del paso del tiempo han sacado a la luz el misterio de esta calle de Cáceres. Aunque se han creado muchas teorías y leyendas acerca de la procedencia de los restos y de cómo han llegado hasta ahí, lo más probable es que estos no sean la consecuencia de algún acto violento.
La teoría que más se comparte entre los historiadores es que estos huesos humanos llegaron aquí por la desaparición de los cementerios. Antiguamente, los camposantos se ubicaban al lado de las iglesias y parroquias, por lo que, en el momento en el que se trasladaron, se utilizó esta tierra para la construcción de los alrededores.