Por si no fuera suficiente con la relevancia del Marisquiño y de la estrambótica Navidad de Abel Caballero, Vigo también goza de la romería más antigua de Galicia. San Roque no es solo una festividad litúrgica, sino también la mejor de las excusas para salir a celebrar –turistas y locales– la que se conoce como uno de los eventos con mayor afluencia de gente de la ciudad. Este sábado, además, a escasos dos kilómetros del centro tuvo lugar el concierto de Melendi; una cita que congregó a 25.000 personas y en la que reinó el jolgorio y el disfrute. Sin embargo, y al acabar las actividades culturales y musicales, la noche se torció en pleno Casco Antiguo de la ciudad. En un local de la calle Sagunto, a la altura del número dos, un Policía Nacional terminó con un profundo navajazo en el brazo cuando trataba de cachear a un individuo.
El suceso tuvo lugar en torno a las tres de la madrugada. Allí, una patrulla de policías que paseaban sin el uniforme habitual, vestidos de paisanos, se percató de que un grupo de hombres se encontraban manejando sustancias estupefacientes. Lo hacían en la puerta del garito y sin saber, claro, que el hombre que esperaba frente a él era en realidad un agente de seguridad. Es por ello que dicha patrulla solicitó refuerzos a otros compañeros y les esperaron unos metros alejados del bar. Minutos después, al local de ocio llegaron una patrulla de la Policía Nacional y Policía Local.
Al parecer, los agentes fueron recibidos con insultos y uno de ellos, con antecedentes penales por tráfico de drogas, comenzó a ponerse violento. Al supuesto agresor –un viejo conocido por los agentes de seguridad de la localidad– se le indicó que sacase las manos de los bolsillos y fue trasladado a una esquina para ser cacheado por uno de los agentes que vestía sin uniforme. Este último se llevó la peor parte. Cuando comenzó a buscar las sustancias que sospechaba que tenía, el individuo sacó una navaja que provocó una reacción en el agente. El guardia, para evitar ser apuñalado en cualquier otra zona, colocó su brazo delante de su cara mientras que el hombre hundía en él el arma blanca.
El resto de funcionarios acudió para tratar de reducir al agresor y evitar que escalara la violencia. Ellos –dos policías nacionales y un agente local- también fueron parte de la diana de los golpes, pero no tuvieron que ser trasladados al hospital como el principal herido. Así lo detalla el Secretario Provincial de Jupol en Pontevedra, Alejandro Cousiño, quien además detalla que, en el Hospital de Fátima, el agente recibió 14 puntos de sutura, además de contar con un esguince cervical y otras lesiones musculares. ¿El problema que percibe Cousiño? La falta de material de seguridad para los propios agentes.
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Europa Press
"Era una semana con fiestas de grandes dimensiones y se llevaron al jefe a la Unidad de Protección y Reacción a Algeciras", confiesa Cousiño indignado; "desnudamos un santo para vestir otro". Además, los agentes que participaron en la operación de la madrugada del sábado no llevaban guantes anti-cortes ni pistolas táser, un material que, a los ojos del funcionario, son indispensables para mejorar la calidad de su trabajo. "También tienen los chalecos antibalas caducados", continúa. Estas demandas ya fueron expuestas en la última reunión trimestral con sus superiores, pero por el momento no han recibido noticias de si renovarán el material policial en el corto plazo.
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