El Gobierno de Pedro Sánchez se ha volcado en arropar la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. El primer president no independentista y socialista de Cataluña en 14 años tomó posesión del cago hoy en un acto breve y austero. Acudió la vicepresidenta de Hacienda, Maria Jesús Montero, pero también los titulares de Justicia y Presidencia, Félix Bolaños: la de Ciencia, Diana Morant; el de Cultura, Xavier Urtasun; y el de Industria, Jordi Hereu.
Acto marcado por la sobriedad. Estaban todos los expresidente de la Generalitat vivos, a excepción de Pasqual Maragall, gravemente enfermo; y Carles Puigdemont, huido de la Justicia. Sí acudió Jordi Pujol, guiado por su hijo Oriol por tener algunos problemas de movilidad. Y también estaban el socialista José Montilla; Quim Torra y Artur Mas, el hombre que inició el procés y que ahora en este evento veía como se acababa.
En la primera filas los ministros de Sánchez aplaudían satisfechos, incluyendo a María Jesús Montero, que siempre había rechazado el cupo catalán, piedra de toque del pacto político entre ERC y el PSC que ha permitido a Salvador Illa llegar a la presidencia.
En su discurso Illa sólo se permitió una pulla a los independentistas: “Aquí y en todos sitios los planteamientos divisivos y populistas avanzan, por eso los dos ejes de mi propuesta son unir y servir”.
“Cataluña es tierra de acogida. Y Cataluña es solidaria. Nuestra voluntad de sr también es voluntad de convivir. No vamos a ir contra nadie y por eso agradezco la representación del Gobierno”, ha apuntado Illa y ha nombrado a todos los representantes del Gobierno presentes, igual que la presidenta de Navarra, María Chivite; y el de Asturias, Adrián Barbón. A ambos les afectará el cupo catalán al que aspira Cataluña.
En su discurso Salvador Illa no ha evocado el pasado medieval, sino que se remontó a 1977 y el regreso de Josep Tarradellas y ah nombrado a todos los predecesores, asegurando que estaba convencido de que todos lo habían hecho lo mejor posible. Y cara al pasado inmediato Illa tampoco ha engañado a nadie: “
Doy continuidad a la presidencia de Aragonès, y le agradezco el traspaso de poderes ejemplar”.
Voluntad integradora
“Asumo ilusionado y honrado esta responsabilidad. Pero también con la humildad del que quiere ser el primer servidor público de Cataluña. De todos los catalanes es la institución y a todos los catalanes ha de servir la institución” ha manifestado Illa en su breve discurso, es aspecto en que más distancia se ha marcado con el independentismo.
Todo el acto tenía un aspecto de toma del Palacio de Invierno por parte del PSC. Allí estaban históricos cuadros del partido, como el ex alcalde Joan Clos; pero también el presidente de Aena, Maurici Lucena; o Manuela de Madre. La satisfacción de estos contrastaba con las caras largas de Albert Batet, portavoz de Junts en el Parlament.
En todo momento Salvador Illa ha mostrado su voluntad de ser el presidente de todos
El acto de toma de posesión ha durado treinta minutos, desde que Illa llegó acompañado de su mujer por la calle del Bisbe, Marta Estruch. En primera fila estaban los padre de Illa y también su hija. Illa ha querido invitar a limpiadoras de la sede del PSC en la calle Pallars.
Plaza vacía
La plaça Sant Jaume ha estado prácticamente vacía. Dos grupos muy marcados pero en realidad había más turistas que manifestantes. El más numeroso estaba integrado por militantes del PSC, que han abucheado a personalidades como Jordi Pujol, el presidente del Parlament, Josep Rull o el alcalde de Badalona, el popular Xavier García Albiol. Y alguno más reducido de independentistas indignado por el giro político. Pero en todo caso grupos muy pequeños. Se notaba que por primera vez en mucho años iban a mandar el PSC en ambos lados de la plaza. El evento fue otra prueba de la falta de movilización del independentismo.
El nuevo gobierno de Illa empieza a perfilarse. La patata caliente es Interior, que recaerá en la alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlón. Javier Villamayor, un hombre de la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, será el secretario del Govern. El nuevo conseller de Presidencia será el ahora gerente del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Dalmau. Y, por su parte, el ahora alcalde de Esparraguera, Eduard Rivas asumirá la jefatura de la Oficina de Illa.
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