De EEUU y su 'Mujeres desesperadas' a los tiktok de Roro: el 'tradwife' explota en España

De EEUU y su 'Mujeres desesperadas' a los tiktok de Roro: el 'tradwife' explota en España

En la calle de Wisteria Lane, en Fairview, EEUU, vivió durante ocho temporadas el ya icónico personaje de la serie Mujeres Desesperadas, Bree Van de Kamp. La señora Van de Kamp se nos presentó en 2006, cuando la ABC estrenó la serie, como un icono de la perfecta ama de casa: con una cocina siempre impecable, un jardín perfectamente cuidado y unos valores republicanos férreos, Bree logró personificar en el ideario colectivo, de forma magistral, los pilares ideológicos del movimiento tradwife.

Esta forma de vida, compartida en 2024 por las redes sociales, promueve la idea de que las mujeres encuentran la felicidad adoptando los roles de los años 50 y 60, ser únicamente madres y esposas —por ese orden—, centrándose en la crianza de los hijos, el cuidado de su marido y en el mantenimiento del hogar.

En España, la creadora de contenido Roro, Rocío López Bueno, ha generado debate sobre si sus videos y estilo de vida responden a un modelo de tradwife, es decir, si mantiene una relación de sumisión, dependencia y servicio a los deseos de su novio, Pablo.

Los videos de Roro siempre responden a una misma estructura: Pablo quiere comer algo, Rocío lo prepara la comida y Pablo se lo come. "Lo que promociona es la felicidad de la sumisión", explica Guillermo Fernández Vázquez, Doctor en Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de ¿Qué hacer con la extrema derecha en Europa?.

Carmen Torres, Doctora en Comunicación Política y profesora en la Universidad Nebrija de Madrid, reconoce que "analizando su perfil se observa que sus videos responden a una estrategia para ganar seguidores y que el algoritmo le premie", no obstante, sí reconoce que emplea elementos directamente relacionados con este movimiento, como "la voz aniñada tan impostada". Es un movimiento, que aunque no es nuevo, “es peligroso porque no podemos ser ajenos a que comparte estos videos en un momento político y social muy concreto en el que movimientos de extrema derecha buscan deslegitimar el feminismo y sus avances estos últimos años”, apunta Fernández Vázquez.

Enmendar los avances feministas es "uno de los nudos centrales de los movimientos de derecha radical" asegura el profesor de la Universidad Carlos III, "lo que plantean es que el feminismo engaña a las mujeres, les promete emancipación, felicidad y poder, pero al final te conduce a ser la vieja de los 1000 gatos: infelices y sin un hombre a tu lado".

"Lo que te venden las tradwifes es: ¿qué prefieres?, trabajar dentro y fuera de casa, o prefieres dedicarte solo al hogar”

Por el contrario, las tradwives se dedican a dulcificar el trabajo en casa, "utilizan la trampa de los dos salarios", explica Miriam Jiménez Lastra, politóloga y socióloga de Ideas en Guerra. Este concepto se basa en la idea de reconocer que cuando las mujeres se incorporaron al mercado laboral permitió que las familias mejoraran su nivel de vida, se entendía que contaban con mayores recursos. Sin embargo, "sabemos que la precarización de los trabajos, especialmente de las mujeres, y los bajos salarios, no están permitiendo a las familias vivir todo lo bien que se deberían, además, si tenemos en cuenta que el trabajo doméstico sigue recayendo principalmente en ellas, lo que te venden las tradwives es: ¿qué prefieres?, trabajar dentro y fuera de casa, o solo en el hogar".

Estos discursos se solapan con propuestas políticas de partidos de ultraderecha: "Vox no propone directamente sacar a la mujer del mercado laboral", adelanta Fernández Vázquez, "utilizan circunstancias como el 'invierno demográfico' para proponer ayudas fiscales o incluso ayudas directas a las familias para, dicen, favorecer la natalidad, pero todos sabemos que, al final, es en las mujeres sobre quien recae la crianza, y se ven obligadas a quedarse en casa, no trabajar y depender económicamente de su marido".

Un movimiento de clase alta

"Para ser tradwife te lo tienes que poder permitir", argumenta Jiménez Lastra. "Vamos a ser claros: son mujeres ricas o con alto poder adquisitivo y heterosexuales, por supuesto, no todas las mujeres tenemos el tiempo que tiene Roro para cocinarle a su novio", completa Torres.

"Cuentan con las cocinas más bonitas, más modernas y mejor cuidadas y los mejores alimentos, todo eso es caro. Además, solo muestran lo más estético: evitan contarnos cómo limpian el baño, cómo aguantan al niño a las tres de la mañana porque no para de llorar o cómo recogen todo lo que han manchado para cocinar”, continúa la profesora de la Universidad Nebrija. "A las mujeres les dejan, en definitiva, los trabajos que no están regulados, aquellos a los que se tiene que dedicar 24 horas, siete días a la semana”, zanja la socióloga Miriam Jiménez Lastra.

Las 'tradwifes' las "llevamos años tragándonoslas: lo que pasa es que hasta ahora han sido más sutiles que Roro"

Torres, por su parte, ahonda más en debate y sostiene que las tradwives llevan años triunfando en las redes sociales, simplemente, no nos hemos dado cuenta, pero "llevamos años tragándonoslas: son más sutiles que Roro". "¿Cuántas influencers tienen 1000 hijos, solo se dedican a ellos y sus familias responden a unos roles de género muy claros", se pregunta, "en este país hemos escuchado al padre de una influencer decir que la única aspiración que tenía su hija desde pequeña era ser madre, para mí, eso es una forma de tradwife", remata.

Tradwives, body count y wife material

"Las tradwives no nacen aisladas", explica Jiménez Lastra."Este movimiento aparece en paralelo a una socialización de los hombres con discursos abiertamente machistas y misóginos, un discurso que ha plagado las redes sociales", continúa. "Es innegable que son movimientos completamente convergentes, funcionan como vasos comunicantes", remata Fernández Vázquez.

"Personajes como Llados dulcifican retomar los roles de género en los que el hombre se convierte en el proveedor, también contribuyen a la aparición de otros movimientos”, sigue el profesor de la Carlos III.

"Mientras los hombres tienen referentes machistas, las mujeres han crecido con movimientos como el #Metoo o Taylor Swift"

Estos mensajes "no son inocuos", explica Torres, "conceptos como el body count o wife material aparecen a partir de esta socialización machista de los hombres”, añade Jiménez Lastra. Esta vinculación misógina ha desembocado en la especificación de términos como el body count, que, mientras antes se utilizaba para contar el número de cadáveres que un soldado dejaba tras la guerra, ahora se utiliza para hablar de cuántas parejas sexuales ha tenido y a partir de ese número se determina qué clase de éxito sentimental va a tener la mujer, por supuesto, porque estas fórmulas solo se aplican a ellas", explica Lastra, "pero no solo eso, también otros como la idea de wife material", ejemplifica, que hace referencia a los requisitos que una chica debe cumplir para que un hombre la elija como su mujer.

"Lo interesante de todo esto", explica Lastra, es que se están acuñando todos estos términos en un momento en el que "la brecha ideológica entre hombres y mujeres es la mayor de la historia desde que se hacen estudios".

Según los datos publicados por la Encuesta Social Europea en el mes de enero de este año, España es el cuarto país donde más ha crecido esta distancia ideológica de género en los últimos 20 años, porque, "mientras los hombres están socializando con estos referentes abiertamente machistas, las mujeres han crecido con movimientos como el #Metoo o Taylor Swift, que hablan sin tapujos de los problemas sociales y culturales que acarrea la misoginia", explica la socióloga y politóloga.



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