Un territorio limitado geográficamente y una población que no para de crecer solo puede tener una consecuencia: problemas de movilidad y circulación por el archipiélago canario. Algunas islas apenas lo sufren, como pueden ser La Gomera o El Hierro, pero otras, como Tenerife y Gran Canaria, padecen atascos kilométricos cada día en varios tramos horarios y en distintas vías.
Según el Instituto Canario de Estadística (ISTAC) y los últimos datos publicados, en Canarias en 2023 hubo 1.908.241 vehículos en circulación. De ellos, dos de cada tres son turismos (el 64,9%) y, además, revela una curiosidad más que preocupante: el parque de vehículos cuenta con una antigüedad media de más de 27 años, siendo más del 13%, además, igual o superior a 30 años. En Tenerife, hay 762.350 vehículos para 950.000 personas, teniendo una de las mayores tasas de Europa, contando con casi un vehículo por habitante.
Según el Cabildo Insular de Tenerife, cada día se realizan cerca de tres millones de desplazamientos en la Isla, el 93% por trabajo, estudios o médicos; hay más de 150.000 viajes diarios por la TF-5 que conecta el norte con la capital y casi 700.000 en las comarcas del Suroeste y Abona. Los tinerfeños tardan, de lunes a viernes, en torno a dos horas, o más, en hacer un trayecto de apenas 32 kilómetros desde el norte de la Isla a la capital; sin colas tardarían media hora. Los tramos horarios, de 6:00 a 9:15 horas y de 14:30 a 16:45 horas, coinciden con el comienzo y la finalización de la actividad lectiva o la jornada laboral de la gran mayoría de ellos.
El Cabildo Insular recoge en un Plan de Movilidad Sostenible algunas medidas para paliar esta situación, pero con gran coste económico que, de momento, parecen lejanas. Sin embargo, la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, anunció a finales del mes de junio una noticia que no ha dejado indiferente a nadie: “Estamos considerando opciones como trenes elevados que transcurran por encima de la autopista, monorraíles suspendidos, que en Japón y China funcionan”.
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Lo hizo durante el Debate sobre el Estado de la Isla, en el que hizo balance de los avances de Tenerife en un año de mandato, y comentó que a finales de este 2024 se convocará un concurso internacional de ideas para diseñar el futuro tren del Norte de la Isla "y revolucionar la movilidad". Cabe destacar que Dávila, en su promesa electoral, se comprometió a acabar en 90 días con las colas de la autopista y, aunque es cierto que ha llevado a cabo aumento en las frecuencias de las guaguas o proyectos pilotos como cerrar algunos accesos y facilitar el tránsito en otros, los problemas y las colas siguen ahí.
“Debe ser que vio algún capítulo de Los Simpson, o alguna película de Miami en los años 80, que ahora quiere hacerlo aquí y reírse otra vez de quienes sufrimos las colas. Si los políticos supieran lo que pasamos nosotros, se dejarían de tantas tonterías y tomarían cartas en el asunto”, Alejandro N. es contundente al preguntarle por la medida.
Vive en La Matanza, al norte de Tenerife, y lleva más de 10 años viendo cómo cada año incrementan las colas. “piensas hasta en vender tu casa e irte más cerca de La Laguna, donde trabajo, pero… tal y como está la cosa, me compensa más seguir perdiendo horas de mi vida dentro de un coche que irme de alquiler o comprarme otra”. Mercedes S. tiene su negocio en Icod de Los Vinos y sabe lo que implica recoger mercancía en el Puerto de Santa Cruz teniéndose que levantar a las cuatro de la mañana para llegar a tiempo sin colas.
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“Estamos cansados de promesas, de ilusiones y de medidas que son palabras y no hechos. Entiendo que disparen al aire, algo tiene que funcionar, pero ellos no sufren insomnio ni deben evitar dormirse detrás de un volante para levantar a tiempo la persiana del negocio y ofrecer lo mejor a cada cliente”, comenta. “El monorraíl este que anunciaron no lo verán ni mis bisnietos y, si me apuras, ni los tataranietos, porque a saber todos los gobiernos que vendrán de aquí a la puesta en marcha, los problemas que tendrán, de dónde sacarán el dinero e incluso cuánto tardará en estar todo el trayecto disponible”, señala.
Menor impacto ambiental pero medidas sin adoptar
Antonio C. vive en el Puerto de La Cruz y cada día va a Santa Cruz de Tenerife a trabajar. Ha llegado al punto en que se ha comprado una moto para evitar las colas y tratar de llegar lo antes posible a su puesto de trabajo. Sin embargo, hay veces que es tal el colapso que ni las motos avanzan. Ha tardado hasta tres horas en un tramo que, sin cola, serían menos de 30 minutos.
“Todas aquellas medidas que sirvan para descongestionar las colas, si el impacto medioambiental no es importante, son positivas y bienvenidas”. Asimismo, pide que “se aúne un consenso entre todas las fuerzas políticas para que, si en un futuro cambia el gobierno insular, no modifiquen, comiencen o desechen proyectos que son viables”.
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Joel Acosta es un vecino de Santa Úrsula que tarda 50 minutos cada día en un trayecto que, de no haber colas, serían 20. "Está claro que se necesita otro tipo de transporte, pero se pueden ir adoptando medidas que no se han llevado a cabo, como la puesta en marcha del Hospital del Norte, que evitaría que muchas personas se desplacen a realizarse una simple prueba a los de Santa Cruz".
Respecto a otro plan que está sobre la mesa, el de los Trenes del Norte y del Sur, pero que no tienen financiación ni licitación de proyecto, Acosta es claro: "Son proyectos bonitos, pero vamos a llevarnos media Isla por delante y no hay necesidad". Por ello, coincide con Dávila en "los trenes flotantes", porque "no se tendrá por qué expropiar terrenos al ir sobre la misma autopista y el impacto ambiental sería muchísimo menor, pero debería hacerse un proyecto con cabeza y con consenso".
Acosta comenta que le parece "buena idea" y no, por ejemplo, la medida adoptada con el incremento de frecuencias de las guaguas, porque "por la mañana son varias las que pasan, pero, al regresar, solo tengo una línea que hace parada en todas las de la autopista y tardo el doble en llegar a mi casa. Por ello, sigo yendo en mi coche y contribuyendo a la congestión, no tengo más remedio".
Red Ferroviaria de Interés General
El proyecto que está sobre la mesa para implantar trenes en Tenerife, tanto del Sur como del Norte, tiene un coste estimado de más de 2.500 millones de euros y no cuenta con financiación, proponiendo el Gobierno canario fraccionar su construcción. Por este motivo, la presidenta Rosa Dávila recalca que "es indispensable que Tenerife esté dentro de la Red ferroviaria de Interés General, para acceder a financiación estatal y europea".
Dávila asegura que en los próximos meses acudirá a Bruselas para procurar su financiación además de haber mantenido, en menos de un año de mandato, una reunión política "al más alto nivel" con el ministro de Transportes, Óscar Puente, así como varios encuentros de seguimiento con la Secretaría General de Ferrocarriles y el Gobierno de Canarias.
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