en el ámbito de la psicología se ha discutido un modelo que sugiere que existen siete tipos de descanso necesarios para mantener un bienestar integral. Este...
En el ámbito de la psicología se ha generado un nuevo modelo que sugiere que existen siete tipos de descanso necesarios para mantener un bienestar integral. Esta teoría ha sido popularizada por la Dra. Saundra Dalton-Smith, quien ha identificado estas áreas en su libro "Sacred Rest" (Descanso Sagrado).
Una de las claves principales que sustenta esta idea es que el descanso no se limita únicamente al sueño nocturno. Mantener un equilibrio saludable para nuestra mente y nuestro cuerpo va mucho más allá que simplemente dormir 8 horas.
1. Descanso Físico
Activo: Incluye actividades que promueven la relajación del cuerpo, como yoga, deporte, estiramientos o masajes. Estas prácticas no solo descargan nuestros músculos, sino que también permiten una mejor circulación y elasticidad, preparando al organismo para nuevos desafíos.
Pasivo: Involucra acciones como dormir por la noche o echar una breve siesta durante el día. Es esencial para la reintegración del cuerpo y la salud física en general. La falta de este descanso puede llevarnos a una fatiga crónica que ni el café más fuerte podría mitigar.
2. Descanso Mental
Se refiere a la necesidad de dar un respiro al cerebro de los estímulos constantes. Puede incluir prácticas como la meditación, técnicas de respiración profunda, caminar consciente y tomarse breves descansos durante la jornada laboral para desconectar, recargar y aliviar el peso de nuestra mente.
3. Descanso Sensorial
Responde a la sobrecarga de estímulos sensoriales que resultan abrumadores en el día a día, como luces brillantes, ruidos fuertes y el uso constante de dispositivos electrónicos. Tomarse un tiempo lejos de estas fuentes de estimulación puede ayudar a reducir el estrés sensorial.
4. Descanso Creativo
Es necesario para estimular y revitalizar la creatividad. Ver el mundo desde otras perspectivas incluye actividades que inspiran el asombro y expanden la mente, como pasar tiempo en la naturaleza, disfrutar del arte, leer, escribir o escuchar música.
5. Descanso Emocional
Implica la libertad de expresar sentimientos y emociones sin sentir el peso del juicio. Puede lograrse hablando con un amigo de máxima confianza o un terapeuta, o a través de actividades que permitan procesar y soltar emociones y experiencias vividas, como elaborar un diario personal o practicar la escritura terapéutica.
6. Descanso Social
Se enfoca en las interacciones sociales que nos nutren y revitalizan, en oposición a aquellas que nos drenan. Esto implica restaurar nuestro equilibrio social, pasando tiempo con personas que nos apoyan y evitar o poner límites a aquellas que agotan nuestra energía emocional.
7. Descanso Espiritual
Se trata de reconectar con lo trascendental, de vincularnos con algo más grande que uno mismo, ya sea a través de prácticas religiosas, espirituales, o simplemente encontrando un propósito significativo en lo que somos/hacemos. Incluye meditación, oración, la cooperación, el voluntariado, o la práctica de la gratitud.
Adoptar estos siete tipos de descanso no es un lujo; es una necesidad. En un mundo que valora la productividad y la eficiencia por encima de todo, debemos recordar que nuestra salud integral depende de un enfoque equilibrado hacia el descanso y la recuperación.
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