Este tratamiento es perfecto para todas aquellos que tengan pánico a las agujas ya que trabaja la piel y los músculos faciales conjuntamente sin tener que utilizarlas. Es el secreto de belleza de muchos rostros conocidos.
Cuando empezamos a cumplir años una de las cosas que más nos preocupan son las arrugas y líneas de expresión que se nos forman en el rostro. De hecho, en España el 50% de las peticiones en las clínicas de medicina estética son tratamientos de bótox. Esas inyecciones de toxina botulínica ideales para disimular las líneas de expresión.
Pues bien, si no eres amante de las agujas, existe un tratamiento perfecto para combatir estas "imperfecciones" de la piel sin tener que recurrir a ellas. Eva González o María Pedraza ya han caído rendidas a este procedimiento llamado Emface, tal y como han mostrado en redes.
Emface, la alternativa duradera al bótox
Ha llegado hace relativamente poco a Europa el tratamiento Emface que combate la flacidez facial y las arrugas sin utilizar ningún tipo de agujas, rellenos o hematomas. Emface es un dispositivo de última generación que combina radiofrecuencia y HIFES (high-intensity facial electrical stimulation). Con la radiofrecuencia aumentan las fibras de colágeno y elastina de la piel gracias al calentamiento, mientras que el HIFES contrae y tonifica los músculos faciales emitiendo miles de pulsos en cada sesión.
Con este tratamiento se consigue un efecto lifting muy natural en el rostro, así como con menos arrugas. Los resultados en los pacientes son discretos pero evidentes. Emface, es el primer dispositivo que trata la piel del rostro de una manera cero invasiva y respetando la anatomía facial.
Cuánto dura el tratamiento Emface
Para realizarte el tratamiento Emface sólo necesitas 20 minutos. No conlleva ningún tipo de manipulación ni de agujas. Simplemente un especialista deberá colocarte los aplicadores (uno en la frente, uno en cada mejilla y otro en la espalda para activar la radiofrecuencia) para que vayan las corrientes que van a producir contracciones musculares dirigidas a los músculos elevadores de la cara, los músculos frontales, los de la sonrisa y los de las mejillas.
Es recomendable hacer cuatro sesiones de Emface en un año y por lo menos con una semana de intervalo entre tratamiento y tratamiento.
Desde luego, cada vez más centros especializados en medicina estética ofrecen este tratamiento para sus pacientes ya que es una muy buena alternativa a la cirugía plástica o lifting quirúrgico. Los pacientes una vez realizado el tratamiento no necesitan recuperación. Suele costar unos 1.200 euros las cuatro sesiones anuales.
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