Las expectativas de Más Madrid se han diluido en semanas. La formación, que durante los últimos años ha liderado el pulso con Isabel Díaz Ayuso, se ha visto seriamente afectada por la crisis y derrumbe de Sumar, sin asiento en el Parlamento Europeo y superada por el PSOE en la lectura local de las elecciones del pasado 9 de junio. El partido ha perdido fuerza y ya no encabeza el bloque de la izquierda en las últimas encuestas de la Comunidad de Madrid. Los socialistas acechan y en la federación madrileña, pese al ruido de sables que llega desde Ferraz, dan por hecho el vuelco en la oposición: "La rivalidad es Lobato-Ayuso".
La formación no atraviesa su mejor momento y los números no están de su parte. La implantación de Más Madrid en la región fue inútil en los comicios europeos y el partido no llegó ni al 6% de los votos, casi cinco veces menos que el PSOE, que obtuvo el 28%. En términos absolutos, la diferencia es de más de 600.000 papeletas. La foto fija del 9-J no es extrapolable a otros procesos electorales, pero la sensación generalizada es que se ha abierto un tiempo de incertidumbre en Madrid.
Internamente, reconocen que la caída de Sumar trastoca sus planes a medio plazo. No tanto por el papel de oposición que pueda desempeñar en Madrid, que prevén que siga igual, sino por el camino a seguir. "En la asamblea no creo que nos afecte. Pero otra cosa es en el partido, donde seguro que en la mesa regional se barajarán distintos escenarios", dice un diputado autonómico de Más Madrid que acumula varias legislaturas. Otras voces, no obstante, deslizan que se ha perdido algo de foco y proyección mediática en comparación con los últimos años.
Mónica García, alma y líder de Más Madrid, dejó la política madrileña para asumir la cartera de Sanidad como cuota de la formación magenta. Y a nadie se le escapa que su sucesora, Manuela Bergerot, carece del mismo tirón. Pero este déficit se achaca también a García desde la matriz de Sumar, con algunas dudas sobre su relevancia fuera de la Comunidad de Madrid. Ella aterrizó en el Consejo de Ministros para confrontar con Isabel Díaz Ayuso e impulsar la marca desde el Gobierno, pero ha quedado eclipsada por otros perfiles como Óscar Puente. La trascendencia no es la esperada y no ha pasado desapercibido en ningún caso.
Los equilibrios en Sumar son complicados. Más Madrid no ha ocultado su malestar tras el batacazo de las europeas y se ha desvinculado abiertamente de la estrategia de Yolanda Díaz. "Las decisiones de la ejecutiva de Sumar le corresponden a quien forma parte de esa dirección. La ejecutiva de Más Madrid está tranquila y orgullosa del trabajo que hemos hecho", dijo Bergerot a modo de cortafuegos. Como informó este diario, en la formación no sentó nada bien que Díaz les relegara a la quinta posición en las listas para Estrasburgo y los comicios han sido la puntilla. En el partido creen que el peso en la coalición debía ser mucho mayor.
Más Madrid, como señaló Rita Maestre, portavoz en el Ayuntamiento de la capital, apela al "arraigo territorial" de las distintas fuerzas que integran Sumar para tomar un nuevo impulso. Pero la realidad es que el partido también ha perdido fuelle en su fortín. Las últimas encuestas publicadas sobre la Comunidad les sitúan casi cuatro puntos por detrás del PSOE en intención de voto, sin llegar al 20% de los electores. Ahora, aunque ganan en sufragios, están empatados a 27 escaños.
Sánchez encalla entre Ayuso y Moreno y prepara cambios en Madrid y Andalucía
Marisol Hernández
Ferraz tampoco está satisfecho con los resultados en Madrid, pero desde el equipo de Juan Lobato se revuelven y aseguran que la tendencia se ha invertido a su favor. En el PSOE-M están convencidos de que el liderazgo de la izquierda cambió hace meses y que Más Madrid ya no tiene una referencia clara. "Mónica desaprovechó su oportunidad. Con todo a favor no le sirvió de nada ser la líder de la oposición y que el principal tema fuera la sanidad. Subimos nosotros más que ella con un candidato desconocido y cayendo en toda España", dicen fuentes del grupo parlamentario sobre la disputa en las pasadas elecciones autonómicas. "Estamos en condiciones de recuperar el liderazgo de la izquierda y la oposición. El 9-J refuerza la imagen de que la rivalidad es Ayuso-Lobato", subrayan.
El PSOE-M, sin embargo, también vive su particular viacrucis y algunas voces creen que la salida de Juan Lobato llegará más pronto que tarde y que no hay nada que celebrar. De ahí que el secretario general en la región se afane en sacar pecho por el resultado de las europeas. Lobato reivindicó la subida en porcentaje de voto respecto a la media nacional, además de reducir en 100.000 papeletas la diferencia con Ayuso en comparación con las autonómicas. "Muy contento de que hayamos conseguido subir en Madrid pese a que en toda España hemos bajado y recortar la distancia al PP en Madrid, pese a que en toda España haya subido esa distancia", dijo, pese a que Sánchez había puesto el foco en Madrid y Andalucía.
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