La vida tras más de un mes sin fumar con el tratamiento financiado por Sanidad


         La vida tras más de un mes sin fumar con el tratamiento financiado por Sanidad

La vida, más de un mes tras dejar de fumar con el tratamiento financiado por Sanidad: "Se habla poco de lo guay que es dejarlo"

Este viernes 31 de mayo se celebra el Día Mundial sin Tabaco, y la fecha llega apenas cuatro meses después de una buena noticia: la sanidad pública española financia ya el tratamiento farmacológico Todacitan (de la farmacéutica Aflofarm) para dejar el hábito.

El Todacitan, principal alternativa a los fármacos Champix (Pfizer) y Zyntabac (retirados desde hace meses del mercado por la presencia en ambas formulaciones de nitrosaminas, un compuesto cancerígeno) es una preparación a base de citisina, que ya hace décadas se ha venido empleando como sustituto de la nicotina. Tiene un buen perfil de seguridad, se toma durante 25 días y muestra una eficacia similar a la de la vareniclina (principio activo del Champix).

"Me estaba fumando media cajetilla al día"

Ana, una gallega residente en Madrid de 33 años que ha conseguido dejar de fumar gracias al tratamiento con Todacitan (al que pudo acceder a través de la Seguridad Social) explica a 20minutos su experiencia con el fármaco: "yo sabía que me iba a ayudar", dice, "pero no me imaginaba hasta qué punto".

La historia de Ana con el tabaco es un viaje que comparten muchos jóvenes. "Empecé a fumar con dieciséis años", cuenta, "Y he tenido distintas épocas. Al principio me compraba una cajetilla y me podía durar hasta dos meses, lo típico que empiezas a fumar para hacerte la chula. Pero luego, hace ocho años, entré a trabajar en una oficina y en los descansos todo el mundo fumaba. Ahí ya empecé a fumar de forma más regular, porque antes lo hacía sólo socialmente".

"Desde entonces he ido fluctuando. En las épocas de más ansiedad pues me podía fumar una cajetilla al día, pero lo normal era entre 10 y 12 cigarros diarios (la mitad de una cajetilla)", prosigue.

Esta ocasión, detalla, no es la primera en la que intenta abandonar el hábito de fumar. "He intentado dejar de fumar varias veces y por varios métodos", reconoce. "Una vez lo dejé con terapia y llegué a estar un tiempo largo sin fumar, pero luego llegó una época de mayor ansiedad y volví a agarrarme al cigarrillo. Y después volví a intentar dejarlo varias veces, siguiendo los mismos métodos, pero no lo conseguía".

"Yo no quería seguir fumando", reflexiona, "pero realmente se te mete hasta en la cabeza. Es casi como que hasta te ves más guapa con un cigarro".

"Me insistió mucho en que estuviese mentalizada"

"Hace unos meses tuve unos problemas de salud que al final fueron debidos a la ansiedad", detalla Ana, "que al final fueron debidos a la ansiedad. Pero mi especialista me preguntó si había intentado dejar de fumar. Cuando le conté que un montón de veces, me recomendó que fuera al médico de cabecera y le pidiese ayuda, ya que ahora la Seguridad Social financia el Todacitan".

"Él me insistió mucho en que tenía que estar totalmente mentalizada, porque la adicción es muy fuerte. Me preguntó cuántos cigarrillos fumaba al día, y me pidió que antes de comenzar con el tratamiento los redujera a cinco", añade, y se ríe: "Spoiler, no pude. El médico me pidió que me pusiese una fecha para mentalizarme, y me día unas tres semanas porque iba a tener un festival y me iba a ser muy difícil".

"En teoría tienes que dejarlo a los cinco días; pero yo al cuarto ya no fumé"

Cuando pasó por esos pasos previos, llegó para Ana el día de comenzar el tratamiento. Según cuenta, notó la eficacia desde casi el primer día: "Fue increíble", explica. "Es un poco lío porque la dosis va cambiando según los días que llevas de tratamiento. Pero estaba convencida de que iba a ir mucho peor. Fue casi milagroso. Tienes que dejarlo en los cinco días siguientes de empezar el tratamiento: pues yo, que venía de fumarme media cajetilla, el primer día sólo me fumé tres; el segundo dos y el tercero le di dos caladas a uno. El cuarto ya no fumé".

"En otra ocasión hubiera tirado de tabaco"

"El Todacitan", describe, "hace que fumar sea menos agradable. A mi me recordaba a cuando le das la primera calada a un cigarro, que lo odias (aunque acabas fumando socialmente, como te decía, para hacerte el chulo). Además, como la citisina te reseca mucho la boca, el humo provoca una sensación muy desagradable".

Eso sí, admite, "aún te apetece, pero no tanto. Es como que tienes ganas de fumar, pero no es como antes, que cuando no fumas te da ansiedad". Por eso, estima, "la combinación de las dos cosas en mi caso funcionó muy muy bien. Hace un par de semanas tuve unos días de mucha ansiedad; en otra situación hubiera tirado de tabaco y esta vez no lo hice".

Como todo tratamiento, el Todacitan puede tener una serie de efectos adversos. No obstante, y debido a su especial uso, hay que señalar que muchas de las reacciones que aparecen pueden deberse en realidad al sín... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}

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