Más de 450 secuoyas rojas californianas llegaron directas de Estados Unidos hace más de treinta años y forman hoy el mayor bosque de esta especie en nuestro continente
Las secuoyas son el árbol más alto y uno de los que puede vivir más años. Es propio de California, donde las hay que ya han cumplido los dos mil años de vida. Se trata de ejemplares que alcanzan los 90 metros de altura y cuyo diámetro puede superar los ocho metros. Esto hace complicado darles un abrazo, pero convierte la experiencia de pasear entre ellas en algo mágico. La buena noticia es que no hace falta ir a California para pasear entre secuoyas californianas, ya que en Galicia tienen unas cuantas que son originarias de esa parte de Estados Unidos.
Un largo viaje
¿Cómo llegaron 450 secuoyas hasta la costa gallega? La respuesta es fácil: en barco. El motivo del viaje sí tiene más miga. Fue George Bush (padre) quien en 1992 quería una idea original para conmemorar el quinto centenario del Descubrimiento de América y plantar un bosque de uno de los árboles más queridos por los estadounidenses al otro lado del Atlántico fue la propuesta ganadora.
El monte Castrove de Pontevedra acoge hoy a 450 secuoyas de entre 28 y 35 metros de altura
Así, un grupo de ingenieros forestales buscaron cuál era el mejor punto para que sus secuoyas crecieran sanas y fuertes hasta que dieron con el monte Castrove en la localidad de Poio (Pontevedra). En este bosque, que hoy también se conoce como el de Cristóbal Colón, trabajaron mano a mano los ingenieros de Bush y la gente del pueblo, que no dudó en echar una mano y plantar los 500 árboles que habían traído.
32 años después
En octubre se cumplirán 32 años de aquel desembarco y el resultado es una maravilla. Las secuoyas se adaptaron a la perfección y siguen vivas unas 450. Hoy miden entre 28 y 35 metros de altura, por lo que adentrarse en este bosque de dos hectáreas es toda una experiencia. Al suelo ya no llegan los rayos del Sol, lo que convierte sus senderos en algo mágico en cualquier época del año (son de hoja perenne).
Apunta la visita
Al contrario que los grandes parques de Estados Unidos, visitar este bosque de secuoyas es gratis y llegar es tan sencillo como poner rumbo al Área Recreativa de O Castro. Aquí hay zona para aparcar y poder así comenzar la visita fácilmente. Cuando ya estés totalmente enamorado de las secuoyas, puedes apuntar los otros dos grandes bosques que hay en nuestro país, uno en Cantabria y otro en Granada. Eso sí, el de Galicia es el más grande de Europa.
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