Esta iniciativa consiste en racionalizar el consumo y distribuirlo ayudándonos la tecnología.
Las altas temperaturas comienzan a reflejarse en los termómetros dando la bienvenida al verano, un momento del año en el que es imprescindible mantener una temperatura agradable dentro de los hogares. Para ello, los usuarios se ayudan de aires acondicionados y ventiladores, pero su uso se ve reflejado en la factura de la luz de los ciudadanos, que pese a lograr reducir el calor, se pueden llegar a sentir asfixiados por los gastos.
Ante esta situación, es imprescindible encontrar formas de mantener a salvo nuestros ahorros y para ello, se pueden llevar a cabo diferentes iniciativas que faciliten esta tarea. La 'flexibilidad del consumo' es una iniciativa que ha comenzado a ganar peso entre los consumidores en los últimos meses. Esta opción consiste en racionalizar el consumo y distribuirlo en las horas más baratas ayudándonos la tecnología.
"A día de hoy existen múltiples posibilidades para que todos saquemos el máximo partido a nuestro consumo, especialmente en el mercado energético, y cada vez más españoles se interesan por tarifas variables que se ajusten a los precios baratos que vivimos y les permitan ahorrar", indica Pol Brau, responsable de operaciones de la compañía energética Chippio.
¿Cómo crear hábitos de 'flexibilidad del consumo'?
Adaptar nuestra vida al consumo tiene su premio, solo tenemos que aprender la forma de hacerlo. Desde Chippio recomiendan contratar una tarifa de luz indexada (a precio de mercado). Según la energética, el 41% de los españoles tienen contratadas fórmulas fijas con las que no se pueden aprovechar de la bajada de la luz. Este tipo de tarifas tienen en cuenta la variación del precio por hora, lo que permite que haya ciertos momentos del día en los que se ahorre más del 13% respecto al PVPC.
Cambiar nuestros hábitos para evitar las horas pico también puede ayudar a que la factura de la luz se reduzca. El precio suele ser mayor en los momentos de mayor demanda, por eso es fundamental que conozcamos cuales son y que nos adaptemos para realizar las actividades que requieran consumo eléctrico en momentos distintos.
Hay horas del día en las que dar al interruptor de la luz es más barato que en otras, especialmente durante la madrugada y el horario laboral, pero hay tecnologías que permiten desplazar el consumo a este momento de manera automatizada. Actualmente existen electrodomésticos, enchufes o bombillas inteligentes que permiten desarrollar esta acción. "Estas soluciones son cada vez más comunes y permiten elevar las posibilidades de la flexibilidad del consumo de manera fácil y eficiente", explica Brau.
Informarse es otro de los aspectos imprescindibles a la hora de flexibilizar el consumo y racionalizarlo. Para ello, es imprescindible que afrontemos nuestros gastos y que sepamos cuanto consumimos y de que maneras lo hacemos. Tener este conocimiento será lo que nos permita planificarnos y lograr incluso reducirlo.
"Contar con una comercializadora que nos ofrezca datos sobre el precio de luz por hora de manera accesible y visual, así como datos de nuestros consumos es clave para monitorizar nuestro gasto y motivarnos a seguir ahorrando", señala el responsable de operaciones de Chippio.
Por último, cabe destacar que esta tendencia se encuentra al alcance de todos los consumidores y que, aunque ayudarnos de la tecnología nos puede servir para llevarla a cabo, no tenemos porqué gastar mucho dinero, ya que muchas compañías ofrecen herramientas ya pensadas para llevar a cabo la 'flexibilidad del consumo'.
"Todos podemos dar pequeños pasitos para ahorrar sin tener los recursos más punteros, por ejemplo programando los electrodomésticos o aprovechando la luz solar para ciertas funciones", concluye Pol Brau.
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