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La imagen captó con crudeza cómo opera el crimen organizado en la Costa del Sol. Un hombre acribillado sobre un céntrico paso de cebra de Marbella y, a su lado, las bolsas de la compra que portaba antes de ser cazado por dos sicarios.
Han pasado cuatro años desde esa instantánea y los presuntos ejecutores, dos serbios identificados como N.D. y S.N., se sientan este lunes en el banquillo para afrontar una acusación de la Fiscalía que suma más de 73 años de cárcel.
El escrito de acusación del Ministerio Público recuerda que todo ocurrió sobre la 13:00 del 2 de junio de 2020. Los investigados, "puestos de acuerdo y a cambio de una remuneración económica", se desplazaron en una motocicleta a las inmediaciones de la calle Arturo Rubinstein de la localidad marbellí con la intención de "acabar con la vida de Milo P.".
El documento, al que ha tenido acceso este periódico, relata la secuencia de asesinato que se perpetró con una pistola de la marca Grand Power que fue modificada para adaptarle "un dispositivo para el disparo automático". "Un arma prohibida y de guerra conforme al Reglamento de Armas".
Uno de los supuestos sicarios, que trataba de ocultar su rostro con una gorra y una mascarilla, permaneció junto a la motocicleta a la altura de la calle Camilo José Cela. El otro, presuntamente, se aproximó por la espalda a Milo y abrió fuego contra él mientras cruzaba el paso de peatones ubicado frente al número 8 de la calle Arturo Rubinstein.
La víctima recibió cuatro disparos en la zona posterior del tórax; y una vez en el suelo, otros nueve impactos. El mapa de los mismos es sobrecogedor: cuatro en el pecho, uno "en la región parieto occipital derecha", otro "a la altura de la boca", en la región axilar izquierda, en el brazo izquierdo y uno más en el derecho.
2018 y 2019 fueron un antes y un después en la criminalidad en la Costa del Sol, con 21 y 25 crímenes, respectivamente
El asesinato se consumó en torno a las 13:50 y los autores abandonaron el lugar en una motocicleta, dejando tras de sí el cuerpo acribillado y sin vida de Milo. Una ejecución que creó gran conmoción porque los criminales actuaron en pleno centro de Marbella y porque volvía a reflejar la cara más sangrienta de la Costa del Sol en un periodo que se observaba como la 'desescalada' del crimen organizado.
Después de que en 2019 se contabilizaran en la provincia malagueña 25 homicidios o asesinatos —la cifra más alta de la década anterior—, y de que se superasen los 21 de 2018, en las fuerzas de seguridad se crearon grupos especiales para atajar esta problemática. La situación se logró revertir, y la mayoría de estos casos fueron resueltos: pero 2020, el año de la 'desescalada' del crimen organizado, dejó crímenes brutales como este.
La Fiscalía concluye que los hechos relatados son constitutivos de los delitos de asesinato, depósito de armas de guerra y falsedad documental continuada, pues en la vivienda en la que supuestamente residieron y se ocultaron los acusados tras la muerte violenta de Milo P. se encontró documentación falsificada.
Por todo ello, para N.D. solicita 38 años de prisión, mientras que para S.N., 35. Está previsto que ambos se sienten en el banquillo este lunes ante el tribunal del jurado, aunque el desarrollo del juicio estaba pendiente de un posible acuerdo de conformidad.
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