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Juanma Moreno tendrá que cambiar su Gobierno en el ecuador de la legislatura. Lo hará obligado porque ha decidido enviar a su consejera de Agricultura, Carmen Crespo, a Bruselas para dar voz al campo andaluz en la capital comunitaria. Pero en San Telmo no descartan que la reforma vaya más allá de un cambio quirúrgico. Y hay varias pistas que alimentan la posibilidad de que el presidente andaluz, poco amigo de los cambios, opte por una remodelación más ambiciosa. La primera de todas es que en el Ejecutivo autonómico no descartan una crisis mayor. Y esto es novedoso si se tiene en cuenta que hace sólo un año, en una situación similar, Moreno descartó tajantemente una reforma mayor en su gabinete.
A principios de 2023, cuando el segundo Gobierno de Juanma Moreno no tenía ni un año, el malagueño desveló que Marifrán Carazo dejaría la Consejería de Fomento para ser la candidata de PP en Granada. En el momento en el que se conoció su designación, el jefe del Ejecutivo dejó claro que sería un cambio de cromos. Saldría Carazo y entraría otra persona para cubrir su perfil. Al poco tiempo desveló que sería una mujer y de Granada, para no tocar los equilibrios territoriales y de género en el gabinete. Un año después, Moreno ha actuado de una forma totalmente distinta. Carmen Crespo dejará el Consejo de Gobierno de forma "inminente", pero no tendrá sustituto o sustituta, por el momento.
La intención del presidente de la Junta, como ha explicado este jueves, es delegar las competencias de Agricultura, Ganadería, Pesca y Agua en otro miembro del gabinete. Todas las miradas recaen sobre el portavoz y consejero de Sostenibilidad, Ramón Fernández Pacheco, pero en San Telmo insisten que esto no supondrá una mayor carga de trabajo para el exalcalde de Almería. Moreno no quiere que el equipo de Crespo se desgaje, ya que se trata de un grupo "sólido" que seguirán ejerciendo sus competencias bajo la batuta de Fernández-Pacheco mientras que el jefe del Ejecutivo piensa a quién quiere para sustituir a la futura eurodiputada.
La fórmula elegida por el barón popular es extraña, sobre todo si se tiene en cuenta que Crespo saldrá del gabinete el próximo lunes, antes de la reunión del Consejo de Gobierno. Hay que recordar que las competencias de Medio Ambiente y Agricultura compartieron departamento en la pasada legislatura, precisamente controladas por Carmen Crespo. Pero a mitad del mandato Moreno decidió desgajar las delegaciones provinciales para evitar una sobrecarga de trabajo para los responsables territoriales de esta cartera, que tiene una importante responsabilidad en materia de permisos ambientales o agrarios. Entonces ya hubo rumores sobre una posible crisis de Gobierno y Crespo estuvo en las quinielas, pero Juanma Moreno no es muy dado a los cambios de Gobierno en medio de la legislatura.
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Carlos Rocha. Sevilla
Ese escaso gusto por las crisis de gabinete es uno de los argumentos que utilizan quienes descartan que Moreno vaya a hacer una remodelación más allá de buscar un sustituto a Crespo. Pero la forma de actuar de Moreno y los mensajes que salen de su equipo apuntan en la dirección contraria. En el PP andaluz rechazan que haya desgaste en el Ejecutivo, según varias fuentes consultadas. Pero es imposible obviar la presión que hay sobre la consejera de Salud, Catalina García. La jiennense se ha enfrentado a varias crisis, quizás las más importantes del Gobierno andaluz en esta legislatura. La primera fue la polémica provocada por la orden que abría la puerta a la externalización de las consultas de atención primaria. Y casi al mismo tiempo estallaron los datos de las listas de espera quirúrgicas y de pruebas diagnósticas y el intento de su exnúmero dos por fichar por la aseguradora Asisa, una incorporación que se declaró después incompatible.
Todas las intervenciones públicas de Moreno sobre García han sido un cierre de filas, a pesar de que el PSOE intentará reprobarla este jueves en el Parlamento autonómico. Y al mismo tiempo el malagueño admitió hace unas semanas que su Ejecutivo está en "constante evaluación" para hacer los retoques necesarios. El nombre de Catalina García y la posibilidad de buscarle un encaje a la jiennense en las listas del Parlamento Europeo han planeado sobre la política andaluza en los últimos meses. Finalmente ha sido otra consejera quien tendrá salida en Bruselas desde el Gobierno de Juanma Moreno.
Crespo ha recibido este jueves palabras cariñosas de sus compañeros de partido en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede del legislativo andaluz. El propio Juanma Moreno ha puesto el foco en la importancia que tiene que sea Crespo quien represente al PP andaluz en la Eurocámara. El barón popular ha convertido a la polític agraria y la gestión del agua en una de las señas de identidad de su Gobierno. En su equipo insisten en la importancia que tiene que alguien con experiencia en este campo tenga voz en Bruselas. Sólo hay que recordar que Miguel Arias Cañete, de Jerez de la Frontera, fue comisario europeo de Agricultura y que la eurodiputada socialista Clara Aguilera lleva una década en el Parlamento Europeo dedicada a estos asuntos y es una figura muy respetada. Aguilera, que no va en las listas del PSOE, fue precisamente consejera de Agricultura bajo los mandatos de Manuel Chaves.
La actual titular de Agricultura es de las más veteranas del Gabinete de Juanma Moreno. Sólo otras dos consejeras (Patricia del Pozo y Rocío Blanco) siguen desde el primer Gobierno del malagueño. Crespo fue antes alcaldesa de Adra (2003-2011) hasta que Mariano Rajoy la nombró delegada del Gobierno en Andalucía en la primera etapa de su estancia en Moncloa. Después se convirtió en la portavoz parlamentaria del PP y desde ahí pasó al equipo de Juanma Moreno. Muchos dieron por hecho que no seguiría después de las elecciones del 19 de junio de 2022, cuando los populares lograron una histórica mayoría absoluta.
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