Más de 30 agentes de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y de la Unidad de Intervención Policial (UIP) procedentes de otras provincias se sumarán a un plan especial de seguridad que la Policía Nacional pone en marcha en Marbella. Un despliegue que se potenciará en verano, que se activa después de la sucesión de tiroteos registrados en la ciudad y que dibujan a un nuevo actor del crimen organizado más impulsivo e irracional que no duda en exhibirse.
Fuentes policiales sitúan dentro de este perfil a veinteañeros procedentes de Bélgica, Países Bajos, Suecia o Francia, con raíces norteafricanas, vinculados al narcotráfico y que "va al coche a coger la pistola si tiene una discusión en una discoteca". Delincuentes que convierten la Costa del Sol en una sucursal de sus actividades ilegales y que, además de sortear a los cuerpos de seguridad, deben preocuparse por los vuelcos —robos de droga— perpetrados por otras redes criminales que operan en la zona.
Son jóvenes "descerebrados" y con "un total desprecio por la vida", apuntaba un experto en este tipo de delincuencia tras una balacera a las puertas de un club de Fuengirola protagonizado por miembros de dos peligrosas bandas suecas: Tadese y Goular.
Esta tentativa de triple homicidio tuvo su precedente en los disparos a la fachada de un gimnasio marbellí como advertencia para un sobrino del propietario al que exigían el pago de un millón de coronas suecas.
Estas bandas, al contrario que los clanes mafiosos italianos o rusos, que habitualmente resuelven sus disputas de forma silenciosa, no dudan en hacer ruido. A pesar de que esa alarma social que generan les ponga en el foco de las autoridades. Para ellos es una demostración de fuerza ante sus adversarios.
Marbella, y otros municipios próximos, son muchas veces el escenario donde estos nuevos grupos transnacionales perpetran sus ajustes de cuentas tras exportar al litoral sur de España las guerras desatadas en sus países de orígenes. Es el caso de los clanes marselleses detrás de un intento de ejecución perpetrado en una cafetería de la calle Federico García Lorca del núcleo de San Pedro Alcántara. A los dos detenidos por estos hechos se les incautaron un fusil kalashnikov, tres granadas, una escopeta y una pistola.
Este armamento da una medida de qué calaña de delincuentes se mueve por la zona, como el hecho de que no les importe apretar el gatillo a plena luz del día o que sus tiroteos corran como la pólvora por las redes sociales. "Les da igual la hora en la que actúan. Su objetivo es su objetivo", aunque eso signifique "dejar víctimas colaterales". Algo que, desgraciadamente, no es nuevo en la zona.
Doble asesinato
Aún permanece en la memoria el doble asesinato —sin resolver— del hotel Andalucía Plaza. Donde un niño que estaba de vacaciones con su familia, y un peluquero italiano que trabajaba en el establecimiento, fueron acribillados por las balas de un fusil de asalto que supuestamente querían cobrarse la vida de un oscuro individuo conocido como El Chacal. Ocurrió en la Navidad de 2004.
El despliegue de agentes de Seguridad Ciudadana parece querer dar respuesta a los últimos tiroteos ocurridos en la localidad marbellí. Incidentes con armas de fuego que dañan la imagen del gran polo turístico de la Costa del Sol y que en cada época estival espera a cientos y cientos de miles de visitantes.
El dispositivo lo reforzarán más de 30 agentes —prioritariamente— de la UPR y la UIP adscritos a distintas plantillas de Andalucía oriental y que se distribuirán en tres grupos que irán rotando. En una primera fase, su labor de prevención e intervención se centrará de jueves a domingo, y en las zonas de ocio. Una vez llegado el verano, se ampliará a todos los días de la semana, explicaron fuentes consultadas por este periódico. Se dará por concluido en octubre.
La Comisaría Provincial de Málaga informó este jueves de que el propósito de este plan especial es combatir el crimen organizado y la delincuencia común con "una mayor presencia policial uniformada en la vía pública de la ciudad".
Se incrementarán los controles a vehículos y personas, con dispositivos aleatorios en horarios y emplazamientos alternativos "para aumentar el factor sorpresa". Las unidades se desplegarán por lugares donde se produzcan aglomeraciones de personas, especialmente en zonas comerciales y de ocio; sin olvidar los filtros que se llevará a cabo en urbanizaciones residenciales.
El bautizado como Plan Marbella incluye dispositivos operativos específicos, diseñados para minimizar la proliferación de las infracciones penales en la época del año de mayor asistencia de turistas a la localidad.
Las unidades de refuerzo —entre las que también se encuentran Guías Caninos y Medios Aéreos— se suman a las diferentes brigadas locales de la Comisaría de Marbella. Estas, además, contarán con la colaboración de la Policía Local, "aunando todos los esfuerzos para proporcionar un entorno seguro y mejorar los indicadores objetivos de seguridad pública y la seguridad subjetiva de residentes y turistas".
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